Futuros rescatistas cumplen un sueño en el Pirineo oscense

Desde que terminé la carrera de Enfermería he querido estar aquí. Hoy estoy viviendo un sueño al conseguir hacer este posgrado. La montaña es lo que me da vida y pienso que combinar mi profesión con lo que me gusta está genial".

Así de feliz e ilusionada se mostraba este viernes la joven de 24 años Marina Castro, natural de Córdoba, quien junto a sus otros 15 compañeros asistió a la primera jornada de la tercera edición del Máster en Medicina de Urgencia y Rescate de Montaña del campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza.

Los dieciséis médicos y enfermeras que cursan este ciclo fueron recibidos por la mañana por el vicerrector del campus de Huesca, José Domingo Dueñas, el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte y director del Máster en Medicina de Urgencia y Rescate de Montaña, Germán Vicente, y el profesor José Luis Villarroel, que coordina el módulo de rescate.

A todos los alumnos les invadía una sensación especial, la de una ilusión cumplida que se hará realidad entre las cumbres del Pirineo oscense. Su sueño: combinar su vocación sanitaria con la pasión por la montaña.

El médico barcelonés Javier Mora, de 31 años, es otro de los estudiantes de este máster que dijo afrontar "con muchas ganas de aprender y de mejorar en montaña con un buen equipo como es el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) y el 061, con los que no he tenido hasta ahora la oportunidad de trabajar".

El joven confesó que para él la montaña es "una forma de vida, es como mi segunda profesión, no cobro, pero siempre que tengo libre intento hacer alpinismo, esquí de montaña, y todo lo que puedo", afirmó este médico que espera poder trabajar en este campo en la provincia de Huesca.

También Víctor Gracia, un médico valenciano de 37 años, planteó que este máster supone para él "la confluencia entre hobby y profesión. Cursarlo es algo que llevaba mucho tiempo madurando". Detalló que lleva haciendo montaña "desde pequeñito" y que posteriormente comenzó a practicar espeleología, escalada, algo de alpinismo y también esquí. Para Víctor García este estudio "es un máster serio y profesional que recoge las necesidades de un personal de rescate como tal" y añadió que si surgen oportunidades profesionales en el futuro no mirará el destino ni se lo pensará dos veces.

Mónica Gros, médico zaragozana de 26 años, también dejó clara su devoción por la montaña mientras mostraba los nervios típicos del primer día de clase. "Ahora estoy haciendo la residencia de Medicina de Familia y como una de las posibles salidas son las Urgencias, me decanto por ellas como futuro laboral", planteó. "Más o menos", dijo entre risas , se ve haciendo rescates de montaña, claro que todavía tiene que superar los dos años de los que consta este máster con una completa oferta formativa.

"Me gusta mucho porque toca diversos deportes, no solo los de invierno o la escalada ya que incluye otros que yo no he practicado nunca como barranquismo o espeleología, y no se me hubiera ocurrido nunca iniciarme en ninguna de estas ramas", afirmó la joven.

Y es que más de 70 profesores guiarán a los estudiantes en este programa formativo que cuenta con materias como escalada, orientación, espeleología, descenso de barrancos, gestión de riesgos, rescate y autorescate o medicina de urgencia.

Ante tal variedad, Germán Vicente resaltó que este posgrado incluye prácticas médicas, deportivas o de rescate, que ocupan casi dos tercios del programa.

Precisamente, el viernes por la tarde estos dieciséis profesionales sanitarios practicaron esquí de travesía en la jornada inicial de un módulo de alpinismo invernal que se desarrolla en el valle de Benasque y que dio lugar a sus primeros deslizamientos sobre la nieve como rescatistas.