RECONOCIMIENTO
Los tribunales reconocen que un agente sufrió heridas en un acto de servicio en Huesca
El policía se lesionó en una persecución y por ello acabó en segunda actividad sin destino

HUESCA.- Un agente de Policía Nacional destinado en Huesca sufrió un accidente durante una persecución en coche mientras estaba de servicio y las secuelas hicieron que años después tuviera que dejar el servicio activo y pasar a la segunda actividad sin destino. Ahora, casi siete años después de los hechos, los tribunales reconocen que el agente sufrió esas heridas en acto de servicio y que, como tal, merece las indemnizaciones correspondientes y el doble de la pensión que ahora percibe.
Hasta ahora, la Dirección General de Policía mantenía que las lesiones por las que el agente había estado varias veces de baja y finalmente había pasado a segunda actividad sin destino no tenían nada que ver con el accidente durante la persecución.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha fallado así a favor del policía, quien estaba en un coche camuflado junto a otro agente la madrugada del 25 de mayo de 2013 en Ramón y Cajal junto a la rotonda del Sepes.
Ambos agentes vieron pasar un coche haciendo "maniobras extrañas a gran velocidad" y poniendo en peligro a peatones y al tráfico rodado. Encendieron las luces y las sirenas y le dieron el alto, pero el conductor se dio a la fuga por varias calles del Perpetuo Socorro hasta Zacarías Martínez, donde dio una "frenada brusca" para intentar entrar a un garaje, relata el informe policial.
El agente que conducía el coche patrulla, "para evitar golpearlo, giró el volante hacia la izquierda y luego hacia la derecha", pero no evitó chocar contra un árbol y una pared.
El policía fue atendido de urgencias y se le diagnosticó traumatismo cervical y fractura de dos vértebras, entre otras heridas. Estuvo de baja, luego se reincorporó al cuerpo pero en oficinas y volvió a caer de baja dos veces por las secuelas de estas heridas, tras lo que pasó a segunda actividad sin destino.
La Policía no vio ninguna relación entre el accidente y su situación, pero ahora la sentencia considera probada esa causalidad y ordena al pago de indemnizaciones y a una pensión del 200 % por ser en acto de servicio.
El abogado del agente, Jorge Piedrafita, dijo que la sentencia "corrige la grave injusticia" y acaba con este "agravio" tras más de seis años.