Huesca

PATRIMONIO Y RESTAURACIÓN

Blas Matas: "El Museo Diocesano de Huesca tiene fondos para varias vidas"

Trabaja de voluntario en el taller de restauración de este espacio y devuelve el esplendor a piezas de los siglos XVI y XVII

Blas Matas: "El Museo Diocesano de Huesca tiene fondos para varias vidas"
Blas Matas: "El Museo Diocesano de Huesca tiene fondos para varias vidas"

"RESTAURAR no es poner bonito un cuadro. Mi trabajo se centra en que el material que cae en mis manos, que es auténtico, dentro de cien años o doscientos esté exactamente igual a como me ha llegado a mí. Yo no tengo que añadir nada".

Así explica su labor Blas Matas Serrano (Algeciras, 1951), que trabaja como voluntario en el pequeño taller de restauración del Museo Diocesano de Huesca en el que se ponen a punto actualmente piezas de los siglos XI y XVII. El museo posee un sinfín de obras de arte, que en el caso de que lo requieran, se someten a trabajos de restauración en este espacio que deja brillantes resultados.

El voluntario comenta que "el Museo Diocesano de Huesca tiene fondos para varias vidas" ya que de hecho este centro expositivo contiene una de las mejores colecciones de arte sacro de Aragón.

Algunas de las obras no catalogadas como Bien de Interés Cultural por el Departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón pasan por las manos de este oscense de adopción de 69 años de edad que estuvo cuatro décadas trabajando en la Residencia de la Universidad Laboral de la capital altoaragonesa.

Después de jubilarse a los 60 años, su pasión por el patrimonio le llevó a matricularse en la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón de Huesca.

Entre las últimas obras a las que ha devuelto el esplendor últimamente destaca un armario para custodia del siglo XVII, con tarecea, "que estaba en la Catedral y ahora se va a trasladar al Salón del Tanto Monta para exponerlo junto con otros muebles del mismo estilo".

De esta pieza destaca la rareza de su frontal, "porque en su parte de arriba mezcla toda la simbología del calvario y, la de abajo, presenta un aspecto como si fuese masónico y en ella se mezcla toda la simbología de la muerte: con una linterna, un reloj de arena, la guadaña y una figura yacente que en su parte superior es muy senil y en la inferior joven".

Así, concreta que este pequeño armario, que ya está terminado, recoge el círculo de la vida de una forma muy original.

Además, este restaurador también está trabajando en la actualidad en la limpieza de un lienzo que recoge una Madonna italiana de autor desconocido. "Es una copia porque en los siglos XV, XVI y XVII como no había fotografía los pintores copiaban de otros", apunta.

Blas Matas se vuelca en cada una de las obras de arte que pasan por este espacio.

"La tarea de la restauración no es cuestión de tiempo. El año pasado acabé un trabajo sobre cerámica, que lo tenemos expuesto en uno de los claustros de la Catedral y fue tan laborioso que supuso un proceso muy lento. Aunque luego, al final, cuando se exhiben las piezas no se aprecia la laboriosidad que requiere recuperar una de estas obras tan antiguas", valora.

De su labor en este pequeño taller detalla que se centra más en tareas de limpieza, "es que la restauración es muy amplia y el mismo Museo Diocesano y la Catedral cuando quieren hacer algún trabajo de más envergadura contratan a equipos de profesionales".

En esta línea, este modesto restaurador explica que ante trabajos de restauración de mayor calado el Museo Diocesano encarga estas tareas a empresas de restauración que deben hacer sus proyectos, "y si son piezas que están catalogadas se necesita autorización". Finalmente, añade que siempre tiene la puerta de su taller abierta porque "el trabajo de la restauración hay que enseñarlo".

UNA GRAN COLECCIÓN

El Museo Diocesano de Huesca cuenta con una buena colección de obras de arte sacro procedente de distintas iglesias, monasterios y conventos de la Diócesis. En concreto, el número de piezas expuestas en sala es de más de 240, la punta del iceberg ya que esta cifra supone el 27 % del total de los fondos del museo.

Su listado forma un interesante conjunto que muestra la evolución de estilos, formas y criterios que a lo largo de la historia la Iglesia fue adoptando a fin de decorar sus templos, buscando siempre un fin didáctico. En sus salas se muestran piezas de gran valor histórico y calidad artística. Obras de platería y esmalte medievales, pintura gótica sobre tabla, esculturas del renacimiento aragonés o lienzos tenebristas del siglo XVII, son algunas de las obras más admiradas por los visitantes.

De este fondo, la mayor parte son obras correspondientes a Bellas Artes: pintura, escultura y artes decorativas, éstas últimas muy bien representadas por piezas de platería, miniatura, esmalte y eboraria. Se cuenta, además, con un pequeño fondo arqueológico y una muestra de documentos de época medieval.

El horario de visitas para febrero del Museo Diocesano de Huesca es más restringido ya que este mes lo dedica a su reorganización para poner en marcha nuevos proyectos. Las instalaciones se pueden visitar los jueves, viernes y sábados, de 10:30 a 14:30 horas.