PARTIDOS POLÍTICOS
CHA propone al Ayuntamiento de Huesca estudiar la desinfección de las piscinas mediante cloración salina
Sonia Alastruey, miembro del Comité Nazional de CHA, recuerda que " proporciona ventajas para la salud"

HUESCA.- Chunta Aragonesista propone que el Ayuntamiento de Huesca estudie y valore sustituir de forma progresiva el actual sistema de desinfección de las piscinas, a base de cloro, por el sistema de cloración salina.
Según explica la formación en nota de prensa, "las piscinas con cloro tienen los inconvenientes de una menor calidad del agua, irritación de los ojos y la piel, y un olor característico de este producto de alta toxicidad".
"El sistema de desinfección del agua de las piscinas mediante cloración salina, también denominadas "piscinas saladas", proporciona unas ventajas muy importantes en salud y calidad del agua. El sistema consiste en generar el cloro a través de la sal, por lo que no hay que añadir cloro químico como en las piscinas de agua dulce. Esto se consigue mediante un aparato eléctrico que se encarga de separar el cloro del sodio de la sal común (cloruro sódico), y una vez separado, el cloro desinfecta el agua y posteriormente vuelve a combinarse con el sodio, repitiéndose este ciclo indefinidamente", aclara Sonia Alastruey.
Añade la nota que "otra ventaja es el ahorro económico, tanto en el mantenimiento como en productos químicos, ya que al mantener unos niveles estables el consumo de producto químico se reduce, y al automatizar el proceso ahorramos en horas de trabajo y personal. Por otro lado, al no tener que manipular el cloro directamente reducimos los riesgos de accidentes, y nos aseguramos de que la concentración de cloro en el agua nunca será excesiva".
Como ventajas de este procedimiento, apuntan que "desde el punto de vista sanitario es recomendable el uso de la sal en la piscina porque no se producen irritaciones ni enrojecimiento de los ojos como ocurre con el cloro, se reduce la sequedad de la piel, se revitalizan los tejidos del cuerpo, se eliminan las toxinas y se evita el olor a desinfectante característico de las piscinas de cloro. A estas ventajas se suma que los dolores musculares y reumáticos se reducen por efecto del agua salada, aumenta la capacidad respiratoria y se produce una mejoría de la circulación sanguínea. Al ser la densidad del agua salada mayor que el agua clorada, estas piscinas son también recomendables para hacer ejercicio y rehabilitación en caso de accidentes o lesiones".
Alastruey puntualiza que "por otro lado, aunque no se flota como en el mar, porque la cantidad de sal es diez veces menos, sí que facilita la flotabilidad de los cuerpos, lo que hace que estas piscinas sean más seguras para quien está empezando a nadar".
"Por todo ello consideramos una propuesta que al menos debería ser estudiada para su progresiva implantación", concluye la formación.