VIVIENDA
La compra de viviendas en Huesca suma un lustro de subidas aunque baja el ritmo
El año pasado se vendieron 2.672 pisos en la provincia, un 1 por ciento más interanual, y fue la cifra más alta desde 2009
HUESCA.- El 2019 acabó como el quinto año consecutivo con una subida en el número de viviendas vendidas en la provincia altoaragonesa, aunque lo hizo al menor ritmo porcentual de este último lustro, apenas un 0,9 por ciento más que el año anterior.
Según la serie del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado hubo 2.672 compraventas de viviendas en el Alto Aragón frente a las 2.648 de 2018. Esta cifra supone que el pasado fue el año con más ventas desde 2009.
Esta variación supuso un incremento porcentual del 0,9 por ciento, el menor de los últimos cinco años, en los que las subidas interanuales han oscilado entre el 1,8 por ciento del 2015 y el 23,6 por ciento del 2016. Desde ese último año, la compraventa de viviendas ha seguido subiendo en comparación con el ejercicio anterior, pero con un ritmo cada vez menor: 17,2 por ciento en 2017, 10 por ciento en 2018 y 0,9 el año pasado.
De todas maneras, los últimos cinco años dejan un aumento sostenido en estas operaciones, muy lejos de la evolución en el mercado desde que estalló la crisis. Tomando como año de referencia el 2008, entre esa anualidad y el 2014 hubo cinco años de bajadas (todas ellas superiores a los dos dígitos, con excepción del 2010, marcando el peor registro en 2009, con una caída interanual del 39,1 por ciento) y solo dos de subidas (2012 y 2013).
UN TERCIO DE VENTAS MENOS QUE AL COMIENZO DE LA CRISIS
Por otra parte, la cifra de compraventa de viviendas del año pasado sigue suponiendo dos tercios de las operaciones que se hacían en 2008, cuando se formalizaron 3.973 adquisiciones. En concreto, la variación entre estos dos años en la provincia ha sido de una caída del 32,7 por ciento.
El año con menos compraventas en el Alto Aragón fue el 2014, con 1.633 operaciones, un 68,9 por ciento menos que el máximo alcanzado en las antesalas de la crisis, en 2007, con 5.246.
El volumen de operaciones se desplomó un 67,1 por ciento en los cuatro primeros años del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, hasta 2011, para posteriormente irse estabilizando con subidas y bajadas hasta 2015 y, a partir de allí, encadenar el lustro al alza ya apuntado.
MÁS VIVIENDA USADA Y DESPLOME DE LA NUEVA
Según la antigüedad de la vivienda, la evolución desde 2008 ha sido radicalmente opuesta. Las compras de pisos nuevos se han reducido a menos de una cuarta parte de las 2.014 adquisiciones de 2008 (con 2.014) frente a las 450 del año pasado, un descenso del 77,6 por ciento.
Por contra, las compras de usadas se han elevado un 13,4 por ciento, de 1.959 del 2008 a 2.222 del año pasado.
Y en cuanto al régimen de la vivienda, el año pasado se vendieron 2.402 libres, un 29,9 por ciento menos que las 3.425 de 2008. Las de protección cayeron a la mitad (-50,7 por ciento) al pasar de 548 a 270.
En comparación con 2018, el 2019 deja un incremento del 34,7 por ciento en el segmento de vivienda nueva y un retroceso del 4 por ciento en el de segunda mano. La subida fue del 7,8 por ciento para las viviendas libres, pero en las de protección hubo una bajada fue del 35,6.
