Huesca

CONSECUENCIAS DEL COVID-19

La venta de comida a domicilio también sufre en Huesca el efecto del coronavirus

Los restaurantes que dan este servicio también han visto descender sus ventas pese a la restricción de movimientos

La venta de comida a domicilio también sufre en Huesca el efecto del coronavirus
La venta de comida a domicilio también sufre en Huesca el efecto del coronavirus
R.G.

HUESCA.- Contra lo que pudiera parecer, los establecimientos de reparto de comida a domicilio o para llevar, están sufriendo de momento un fuerte bajón en sus ventas desde que empezó a expandirse la preocupación por el Covid-19. Este domingo, aunque su actividad no está restringida por el decreto de alerta del Gobierno español ni por la disposiciones adoptadas por el Ejecutivo aragonés, su actividad era sensiblemente inferior a la de cualquier otro domingo.

Pasadas las 14:00 horas, un repartidor espera frente a Telepizza un pedido que no acaba de llegar, pese a que es la hora de la comida. En esta cadena, los repartidores ya desde hace día siguen un protocolo para no tener ningún tipo de contacto con los clientes, ni siquiera a través de dinero en efectivo. "Los pedidos solo se pueden hacer y dejar pagados por Internet". Cuando el trabajador, enguantado, llega a la puerta, deja la pizza en el suelo, sobre una caja vacía, llama y se retira dos metros y, una vez que el cliente la recoge, retira la caja vacía.

En Saborea La Vida, un establecimiento de comida preparada para llevar, tampoco han subido las ventas, sino todo lo contrario. "Aquí hemos notado muchísimo la diferencia desde el miércoles. Las ventas han bajado a la mitad", explica Nerea. En el primer día de confinamiento la situación no ha cambiado.

La tendencia la confirma Salvatore, del restaurante La Giara, que desde el viernes tiene cerrado el comedor y sirve a domicilio y preparaba comida para llevar. "Estamos trabajando un poquito menos de lo habitual", afirma Salvatore mientras regula que los clientes vayan entrando al local de uno en uno.

"Yo soy italiano y esta dinámica la hemos ido viendo a través de la televisión de mi país: la gente en Italia ahora no está yendo a los supermercados a comprar porque ya ha visto que no va a faltar comida y compra más para llevar".