Huesca

PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Equilibrio psicológico para afrontar el confinamiento

El Gobierno de Aragón y el Colegio de Psicología elaboran guías con consejos para la población y personal profesional

Equilibrio psicológico para afrontar el confinamiento
Equilibrio psicológico para afrontar el confinamiento
S.E.

HUESCA.- Mantenerse fuerte psicológicamente va a ser una de las tareas a las que la ciudadanía vamos a tener que enfrentarnos en las próximas semanas. Que la cuarentena se alarga es un hecho tras el anuncio de ampliación del estado de alarma hasta el 11 de abril. Una situación -la de confinamiento- que deja una sensación generalizada de extrañeza y anormalidad que va a requerir de dosis extra de equilibrio psicológico a todas luces.

En un intento de proporcionar recursos para paliar los efectos de esta alteración de lo cotidiano, el Servicio de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón ha elaborado tres documentos que recogen consejos de ayuda psicológica ante la crisis del Covid-19 y que han sido establecidos por el Colegio Profesional de Psicología de Aragón. Las guías -disponibles en la web aragonhoy.net- incluyen pautas dirigidas a la población en general, otras destinadas a profesionales que están haciendo frente a la crisis desde sus puestos de trabajo en diferentes ámbitos, y otra específica para integrantes de los equipos de Protección Civil (bomberos, policías y guardias civiles, etc), en la que se añaden pautas sobre qué hacer y no hacer a la hora de atender a la población.

"Nos tenemos que readaptar a una situación para la que no estábamos preparados", apunta Belén Usieto, psicóloga al frente del Centro Psic In de Psicología integrativa en Huesca. Por eso, añade Usieto, crear una rutina que sea "lo más parecida" a la que se llevaba antes del confinamiento es "fundamental, y si hay niños todavía más", como levantarse y comer a las misma horas o asearse todos los días. Pautas que aplican a todas las personas, vivan solas o acompañadas. "Quizás haya personas que lo lleven mejor porque están más acostumbradas a estar en casa o son menos sociables pero, igualmente -insiste Usieto-, "es importante estar en contacto con el entorno familiar y de amistades a través de las redes sociales o videollamada".

También ayudará, según estas recomendaciones, adoptar una visión ajustada de la realidad, no caer en el alarmismo y evitar la sobreinformación, y poner en valor lo que se está consiguiendo al permanecer en casa. Al fin y al cabo, según recoge la guía para la población, "trillones de virus están muriendo porque no encuentran receptor al que acoplarse".

Evidentemente no todo el mundo va a necesitar lo mismo y las diversidad de realidades llevarán a manejar las situaciones de diferente manera. Pero no se pierde nada por intentarlo y, "quién sabe, quizás de una situación tan difícil salen cosas positivas". El pasar tiempo en familia, por ejemplo, "con los conflictos que eso trae, no estamos acostumbrados a estar tanto tiempo juntos y evidentemente los conflictos aparecerán, pero igual que aparecen los conflictos con la familia o de pareja, pueden aparecer las resoluciones".

A juicio de Usieto -y a la vista de los testimonios que el propio personal ha estado haciendo públicos en redes sociales y medios de comunicación-, el sector peor parado será el sanitario. "La situación de presión a la que están sometidos es tremenda, las cosas que están viendo, con hospitales desabastecidos, sin tiempo para ellos. Sin duda "va a genera bastante estrés postraumático. Se están enfrentando a una situación para la que tampoco te preparan, por lo que no te queda otra salida que disociarte de ella y tirar para delante". De ahí que, como recogen las guías para profesionales, será aún más normal para estas personas involucradas en la lucha contra la pandemia sentirse en un baile emocional que les lleve igual a sentir miedo como estar tranquilo, a pensar que no pueden más como a sentirse invulnerables.

LA GESTIÓN DE LOS DUELOS

Aunque entre estas recomendaciones no se hace mención a cómo llevar un proceso de duelo ante la muerte de un familiar por coronavirus, en un momento en el que, para evitar infecciones, no se pueden ni acompañar a las personas enfermas ni velar a las muertas, es importante poner atención a cómo se maneja esta situación. "Es muy fuerte que alguien querido ingrese en el hospital, dé positivo y no lo puedas ver ni tocar más o que en ese momento no puedas ni abrazarte", explica. Una situación durísima en la que lo importante es que "los miembros de la familia lo hablen, que lloren la pérdida, que no lo dejen "guardado en un cajón" porque eso lo único que hace es bloquear los duelos, con una serie de consecuencias emocionales tremendas. Resulta mucho más difícil procesar un duelo cuando no se ha visto a la persona fallecida. También es difícil ver a la persona inerte, pero viéndola se es más consciente de que se ha ido".