Huesca

PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Adolfo Aquilué: "Tienes que hacer de asesor y un poco hasta de psicólogo"

Las gestorías lidian con una avalancha de trabajo y clientes preocupados por sus negocios

Adolfo Aquilué: "Tienes que hacer de asesor y un poco hasta de psicólogo"
Adolfo Aquilué: "Tienes que hacer de asesor y un poco hasta de psicólogo"
P.S.

HUESCA.- Las gestorías se han convertido en este mes en el escenario donde han convergido toda una serie de factores propiciados por la situación crisis que vive en país y que han desencadenado en ellas una tormenta perfecta. Las declaraciones trimestrales de las empresas y autónomos, el inicio de la campaña de la declaración de la renta, la avalancha de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), las prestaciones a los autónomos y las ayudas del Ayuntamiento a empresas. Todo ello aliñado con la necesidad de adaptarse a las medidas de prevención y con nuevas y cambiantes normativas y una administración colapsada que cuya demora en responder (si es que responde) alarga los plazos de cada trámite.

"Nos están llegando las declaraciones de la renta, añade a eso la cantidad de expedientes de regulación temporal de empleo. El día 30 de este mes tenemos que presentar en el registro mercantil los libros contables de las sociedades y de las empresas. Las empresas de auditoría nos están llamando para que les mandemos documentación, estamos con despidos... esto es un verdadero caos", asegura Domingo Orduna, de la asesoría homónima.

"En un año normal, en el mes de abril lo que hubiésemos tenido es las declaraciones del primer trimestre y, en los departamentos de laboral, el comienzo de las contrataciones temporales de la Semana Santa", sostiene por su parte Adolfo Aquilué, de la Asesoría Morlán. Sin embargo, añade, este año "se acumula que hay que hacer las declaraciones del trimestre, y los autónomos quieren que les presentes la solicitud de prestaciones extraordinarias".

Y por añadidura, este mes ha comenzado la campaña de la declaración de la renta. Aunque hay tiempo para hacerla, "el que sabe que le devuelven, dada la situación tiene un poco más de prisa por que se la haga", afirma Jorge de Luis, de Tandem Consulting. "Desde aquí no llegamos. Se lo explicamos y algunos lo entienden, otros lo entienden un poco menos. No tenemos más manos ni más horas para poder tramitar todo".

Además, a consecuencia del parón de la actividad económica y las ayudas dirigidas a aliviar la situación de las empresas, están surgiendo constantemente nuevas normativas y las gestorías tienen que dedicar buena parte de su tiempo a aprendérsela, con el problema de que no hay quien resuelva sus dudas desde la administración, que está colapsada.

"Llamas y no te atienden. Es lógico porque los funcionarios que están trabajando en esto se están dejando la piel", asevera Aquilué.

"Tenemos un cuello de botella. Hemos estado dos días llamando a un 901 de la Agencia Tributaria, para hacer una consulta. Igual hemos llamado 22 veces y nadie nos contesta", se queja Orduna.

"Luego nos ha tocado la ayuda del Ayuntamiento para las empresas obligadas al cierre. Han sacado un presupuesto de un millón de euros y hemos tenido que correr a presentarlo. Igual no se agota, pero por si acaso...", agrega De Luis.

A todo eso se suma que las gestorías han tenido que aplicar también medidas de prevención en sus despachos y algunas, enviar a gente a teletrabajar a casa. "Se retrasa todo y las cosas se hacen más despacio. Por mucho que te comuniques con mecanismos internos y chats no es lo mismo que verte la cara", subraya Aquilué.

Y como tampoco pueden atender en persona a los clientes, tienen que hacerlo por teléfono, por lo que se pasan gran parte de la jornada atendiendo llamadas.

"Nos llama el empresario a ver qué pasa, qué ayudas hay, cómo va su tramitación, cómo va su ERTE", relata De Luis. "La gente está nerviosa y preocupada y nos llaman a nosotros para ver qué les contamos, pero nosotros poco más podemos hacer de lo que estamos haciendo".

Además, "con los clientes tienes que hacer de asesor y tienes que hacer un poco hasta de psicólogo", comenta por su parte Aquilué. "La gente está muy preocupada porque está viendo cómo sus negocios que han montado durante años de trabajo en unas semanas se les está poniendo en peligro".