La cultura de la seguridad al servicio de los ciudadanos con eficacia y abnegación

Agrupaciones de Protección Civil, cuerpos de bomberos, equipos de ambulancias y la propia Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército han tenido que aprender a marchas forzadas cómo lidiar con una situación de emergencia para la que no se habían formado y que nadie esperaba. Pese a haber partido con esta desventaja inicial, están desarrollando una importante labor para paliar esta crisis.

"Hemos hecho desinfección en municipios en zonas habituales de paso, como entradas a las tiendas, los bancos o los contenedores, y organizado el reparto de mascarillas guantes y geles de la Diputación Provincial a los ayuntamientos", explica Raúl Nasarre, técnico de Protección Civil de la comarca de Sobrarbe.

Como las otras agrupaciones de Protección Civil del resto de comarcas altoaragonesas, ha realizado funciones de lo más variopintas ante la pandemia, como llevar a los niños de las zonas rurales material escolar desde las escuelas o incluso informar a través de las emisoras de radio o de internet sobre pautas para afrontar la pandemia como la forma de usar las mascarillas.

"Hemos tenido que adecuarnos a la situación, informarnos, formarnos y adaptar los equipos de intervención", cuenta Nasarre. En su caso, está haciendo un curso "online" de seguridad ante el coronavirus que se ha preparado para cuerpos de seguridad.

Lo mismo le ha pasado a la Unidad Militar de Emergencias, que ha desplegado un batallón que, desde la Base Aérea de Zaragoza, hace misiones en todo Aragón, además de en Cataluña, Navarra y La Rioja. "Esto nos ha sorprendido a todos", admite Jesús Garrido, capitán de esa Unidad. "Estamos habituados a inundaciones, terremotos o los incendios, que son el 80 % de nuestras actuaciones. Pero ponernos a esta tarea ha significado adaptarnos sobre el terreno y aprender de las experiencias que vamos sacando", afirma.

La principal misión de la UME ha sido la desinfección, sobre todo de residencias de la tercera edad, aunque también de centros de inserción y zonas residenciales del Alto Aragón. Pero además se han encargado de formar al personal de algunos centros para mayores. "Nosotros hacemos una desinfección al completo, pero luego, día a día, hay que mantener unas pautas y una sectorización. Incidimos en tener a las personas que están contagiadas en una parte y separar a los que no tienen síntomas", señala.

Garrido sostiene que la relación de la UME con el Alto Aragón es estrecha ya que sus equipos de rescate de alta montaña hacen sus ejercicios en el Pirineo y el año pasado hicieron su ejercicio conjunto combinado anual en Jaca y Sabiñánigo. "Tratamos con todos los alcaldes y, cada vez que nos ve, la gente nos trata muy bien. Siempre que estamos en Huesca estamos súper a gusto", apunta.