Huesca

TODOS JUNTOS CON SAN JORGE

Los sanitarios, los protectores con alma y corazón que llenan de mimos al paciente

Médicos, enfermeras y auxiliares

Los sanitarios, los protectores con alma y corazón que llenan de mimos al paciente
Los sanitarios, los protectores con alma y corazón que llenan de mimos al paciente
S.E.

Cuenta la leyenda que en el cerro de San Jorge se libró la temible batalla de El Alcoraz y fue el audaz caballero del mismo nombre quien con su aguerrida intervención derrotó al enemigo, y siglos después la historia se repite y a los pies de este emblemático montículo un grupo de audaces e incansables servidores se enfrenta con coraje a una amenaza tan desconocida como peligrosa.

Son los sanitarios que trabajan en el Hospital San Jorge, que desde hace varias semanas luchan cara a cara contra "este monstruo" y, como bien dice una de las profesionales, "nos ha tocado estar en primera línea de fuego, pero luchar con escopeta de perdigones". Aun así, matiza, "estamos resistiendo y sobre todo, además de cuidar a nuestros pacientes, hemos luchado por sobrevivir".

Una enfermera nos detalla que todos los afectados han llegado al centro ingresando por urgencias, donde su equipo ha vivido "momentos de ansiedad tremenda, altibajos emocionales, incluso ratos de llanto, el miedo al contagio y constantes cambios de ánimo y mucho desconcierto". Pero, por contra, pone en valor que, "pese a ser un mal desconocido, hemos trabajado unidos y hemos formado un buen equipo y nos hemos sentido reconfortados al ver que íbamos todos a una".

Tras el primer paso por urgencias, los contagiados son trasladados a la UCI o las plantas donde su personal, pese al panorama al que se enfrenta -afirma un enfermero: "Todo es muy duro"- se muestra convencido de que "ganaremos la batalla porque todos sabemos cuál es nuestra profesión y no vamos a reblar".

Desde la sexta, una enfermera destaca que todo ha sido más fácil "desde que mejoraron la seguridad", si bien remarca que "no todo es tan bonito como lo pintan y seguimos con escasez de material y harían falta más medios". Lo que más le reconforta "es entrar a las habitaciones de los enfermos y poder darles la mano, algo que agradecen muchísimo dada su soledad, y desde hace algunos días, gracias a disponer de una tablet, el poder hacer videollamadas a sus familiares", aunque durante el rato que pasa junto a ellos "llevar el traje sea agobiante". Concluye que "es gratificante poder mostrar humanidad" ya que ve tan necesario como importante "poder mimarlos un poco".

Una planta más abajo, otra enfermera reconoce que "aquí te haces fuerte", si bien "las primeras semanas fueron muy duras porque todo era nuevo".

Y otra compañera, que está de baja por estar embarazada, cuenta que, "viendo desde la distancia a mis compañeros, me siento a veces incluso culpable de no poder trabajar en estos momentos tan duros".