Huesca

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El guardia civil de Huesca que apuñaló a su compañero alega que no recuerda nada

El juez ha decretado para él prisión comunicada y sin fianza y ha dejado en libertad a dos jóvenes a los que se consideró como posibles inductores

El guardia civil de Huesca que apuñaló a su compañero alega que no recuerda nada
El guardia civil de Huesca que apuñaló a su compañero alega que no recuerda nada
PABLO SEGURA

HUESCA.- El titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca ha acordado este martes el ingreso en prisión comunicada y sin fianza, por un presunto delito de tentativa de homicidio, del guardia civil que este sábado asestó 14 puñaladas a un compañero de la Benemérita, vecino de su mismo edificio, que permanece ingresado en la UCI del Hospital San Jorge estable dentro de la gravedad.

El presunto agresor, que se encontraba de baja por motivos psicológicos y que ha alegado ante el juez no recordar nada de los sucedido, ha sido trasladado a primera hora de la tarde a la cárcel de Zuera. El magistrado ha decretado, por otro lado, libertad sin cargos para dos jóvenes, vecinos de un bloque contiguo, detenidos este lunes al ser considerados por los investigadores que llevan el caso como posibles inductores de los sucedido.

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Los tres han declarado esta mañana ante el juez. La Policía Nacional los ha trasladado esta mañana hasta los juzgados, donde al guardia civil se le ha realizado un examen psicológico por parte del forense.

Los hechos tuvieron lugar este sábado en la avenida Martínez de Velasco, sobre las 20.30 horas, cuando el cabo de la guardia civil agredido, de 51 años, paseaba junto a su hija menor de edad, que también sufrió diversos cortes al tratar de defender a su padre. La joven, de 16 años, fue trasladada al igual que su progenitor al Hospital San Jorge, donde se le dio el alta este domingo.

En su declaración el presunto agresor ha asegurado "que no recuerda los hechos y que estaba viviendo desde hace unos meses una situación con unas molestas muy importantes en su domicilio por parte de su vecino, hasta el punto de que su trastorno mental se ha visto acentuado", según ha explicado su abogada, Arantxa Guarga.

Esta situación, ha alegado, también se ha podido agravar debido al confinamiento decretado por el estado de alarma, y a lo que el presunto agresor consideraba como "un control absoluto por parte de su vecino". Todo esto, ha dicho la abogada, "puede haberle llevado a un trastorno mental grave y a cometer unos hechos que no los ha negado, pero que no recuerda haberlos cometido".

La Policía Nacional registró este lunes el piso del presunto agresor, que se encontraba de baja médica por problemas psicológicos y que vivía solo, según ha detallado la letrada.

El presunto agresor vivía, concretamente, en la planta de abajo del piso del agredido. Los otros dos detenidos, puestos este martes en libertad, residen por su parte en el piso contiguo al de la víctima y el agente ya encarcelado los ha desvinculado completamente de los hechos alegando que apenas los conocía y que no había tenido contacto con ellos.