Huesca

CONSECUENCIAS DE LA COVID-19

Atila, el robot que fulmina el coronavirus, desinfecta La Abubilla en Yéqueda

El Ejército de Tierra ha estrenado este sábado en la residencia esta avanzada máquina con luz ultravioleta

Atila, el robot que fulmina el coronavirus, desinfecta La Abubilla en Yéqueda
Atila, el robot que fulmina el coronavirus, desinfecta La Abubilla en Yéqueda
P. S.

HUESCA.- Al igual que el rey de los hunos arrasaba y no dejaba a su paso títere con cabeza, el robot Atila, creado por ingenieros militares del Ministerio de Defensa, ha desinfectado este sábado la residencia La Abubilla de Yéqueda fulminando con su luz ultravioleta cualquier posible resto de coronavirus.

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Una veintena de soldados del Ejército de Tierra han estrenado en este centro Covid-19 para mayores esta sofisticada máquina de control remoto equipada con cinco lámparas de rayos ultravioleta profundos (UVC) y creada inicialmente para neutralizar bombas.

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La Compañía de desactivación de explosivos RPRI 12, con sede en Monzalbarba, ha sido la encargada de desplegar la fuerza de Atila. El robot ya fue probado hace unos días con éxito en unos primeros test de campo en el Hospital General de Valencia y en el Centro de Comunicaciones de Naciones Unidas en Manises y este sábado en La Abubilla, por supuesto, no ha defraudado.

Mateo Ferrer, director de la residencia, ha agradecido la presencia de estos profesionales que han dado a las instalaciones, que actualmente acogen a 15 usuarios, una imagen "de película".

Enfundados en sofisticados Equipos de Protección Individual (EPI) los soldados han desinfectado el interior y también zonas del exterior de esta residencia. "Han hecho un trabajo a fondo en la parte interna del edificio, centrándose en cada superficie y utilizando también un aerosol", ha comentado el director, que ha apuntado que la desinfección es "fundamental" en este centro al que acuden mayores de diferentes residencias de Aragón afectados por coronavirus.

Respecto a la situación actual de la residencia, con capacidad para 46 personas, el director ha explicado que el centro continuará acogiendo a pacientes covid procedentes de otros puntos de Aragón hasta final de año, según la previsión de la DGA.

Mateo Ferrer ha detallado que desde que la residencia se transformó en un centro covid el pasado 23 de marzo ya se han dado 47 altas.

En total, por La Abubilla han pasado 93 personas mayores a lo largo de casi dos meses de trabajo duro que ha dado sus frutos. "Nuestro mayor logro, con diferencia, han sido todos los mayores que hemos conseguido que se recuperaran y que pudieran volver a su residencia de origen", ha valorado.

El director atesora en su cabeza "todas esas imágenes de las altas y de ver a los ancianos cómo se iban emocionados y contentos por lo bien que los habíamos cuidado".

Por el camino, eso sí, se han quedado muchos residentes que no lograron superar este virus, a pesar del "esfuerzo titánico con mayúsculas" de todos los trabajadores de La Abubilla.

Mateo Ferrer ha considerado que, teniendo en cuenta a todos los usuarios que se han atendido, "simplemente con que se hayan salvado tres personas de sus residencias de origen por cada uno de ellos habremos evitado unos 250 contagios".

Finalmente, el director ha reiterado la gran labor llevada a cabo por sus cerca de 55 trabajadores que se han dejado la piel para salvar a los mayores.