Los primeros locales de ocio nocturno como bar-café de Huesca vuelven a la actividad

HUESCA.- Para el sector del ocio nocturno volver a la actividad es la prioridad. Tras la autorización del Gobierno de Aragón, recogida en el Boletín Oficial de Aragón de este viernes, de permitir que establecimientos de ocio nocturno reabran su actividad tanto en terrazas como en el interior, con las mismas condiciones y requisitos que los restantes establecimientos de hostelería y restauración, algunos locales ya aprovecharon para abrir sus puertas este sábado.

El Juan Sebastián fue uno de los que retomó la actividad, así como El Edén. Antes, por la tarde, su propietario, Carlos García, se mostraba cauto en cuanto a la afluencia: "Esperemos que haya gente". Con el mismo espíritu se planteaba la apertura Lorenzo Casajús, propietario del Juan Sebastián, que esperaba que llegaran "los parroquianos y alguno que venga quizás por curiosidad", pero por lo menos "tienes algo de satisfacción personal de que estás, pero hay que ir muy poco a poco y tener mucha paciencia". Casajús, de momento, no llegará al 50 % del aforo, "porque estoy solo", tras haber dado vacaciones al personal, después del segundo cierre.

Algunos locales de la plaza de los Fueros prevén abrir el próximo fin de semana, como El Palmar o La Cantina, entre otros. Una nueva situación que deja a los establecimientos con aforos del 50 % en sus interiores y con agrupaciones no superiores a 10 personas.

Un alivio que llega tras cuatro meses y medio cerrados, situación en la que han permanecido la mayoría, y con algunos habiendo tenido que cerrar por segunda vez debido al retroceso de fase, lo que les obligó a tener que pensar otra vez una nueva reorganización empresarial, dado que la situación no contemplaba una fecha de vuelta.

TERRAZAS TEMPORALES

Hasta esta modificación del BOA de este viernes, los establecimientos que no poseían doble licencia -como café-bar y como establecimiento de ocio nocturno- veían en la autorización temporal a poner terraza que se está estudiando por parte del Ayuntamiento de Huesca, la única oportunidad de volver a trabajar, dado que la actividad en el interior estaba prohibida.

Una posibilidad que requiere todavía que se resuelvan cuestiones reglamentarias pero que algunos propietarios de establecimientos, como Carlos Bordonaba, de El Palmar y La Cantina, confían en que esté resuelta en dos semanas. Los establecimientos de esta zona realizarán una solicitud conjunta.

Desde el Ayuntamiento confirman que las conversaciones están muy avanzadas, tras la reunión que el sector mantuvo por videoconferencia con la concejala de Urbanismo, María Rodrigo, y el alcalde, Luis Felipe. Fuentes del Consistorio asegura que "más o menos el tema ha quedado zanjado y ahora hay que resolver los resquicios legales. Estamos trabajando con un borrador para autorizar en donde haya espacio y cumplan los requisitos, que puedan mantener la actividad".

En esta reorganización reglamentaria quedarían en un limbo aquellos locales que no tienen doble licencia y que tampoco cuentan con espacio en sus fachadas para poner terraza. Desde la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, su gerente Silvia Fernández, explica que "se está estudiando qué hacer con establecimientos como el Warhol" sin espacio delante. Aún así, confirma, "se va a solicitar la autorización" para dicho local, así como para el Woodstock o El Edén, establecimiento ubicado en una calle privada de uso público, para el que también se están "estudiando posibilidades", asegura Fernández.

Su propietario, explica cómo su propuesta ha sido la de solicitar "cuatro mesas en su fachada trasera", eliminando tres sitios de aparcamiento. "Ya tengo todo el material de terraza previsto", afirma. Posteriormente, asegura, solicitará la doble licencia. Procedimientos que se tramitarán de forma independiente.

Desde el Ayuntamiento prevén que, el encontrar las figuras legales para esta autorización -en la que ya están trabajando sus servicios jurídicos- se resuelva con cierta celeridad.

EL SECTOR SEÑALADO

Pasear este fin de semana de noche por la zonas de ocio daba cuenta del tono en el que vive el sector -del ocio nocturno y de la hostelería en general, y muchos otros- pero también de la disposición de la clientela a salir a los espacios de ocio permitidos.

Terrazas en las que sobraban mesas cuando todavía faltaba tiempo para el cierre. Música apenas perceptible, Gente sentada, haciendo un uso de las mascarillas. Calles vacías y silenciosas. Profesionales que muestran resignación ante un escenario desconocido y un sentir general: el de que se les está criminalizando por los rebrotes.

Desde la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo, Silvia Fernández puntualiza que hay que "es importante diferenciar" el ocio nocturno legalizado, con los establecimientos regularizados y que pagan sus impuestos y cumple con la normativa, "del que se produce más allá de la legalidad", como los botellones o fiestas privadas, "eso es lo que nos está poniendo el estigma a todos".

También, continúa, "hay que tener en cuenta que el ocio nocturno en la ciudad de Huesca no es igual que el ocio nocturno que puede haber en Ibiza, en la Costa del Sol. No tiene nada que ver y eso también está generando mucha confusión", añade. Una sensación la de que se les está criminalizando que comparten la mayoría de propietarios consultados.

Carlos García, de El Edén, recalca, "el ocio nocturno no hemos provocado nada, hemos cumplido escrupulosamente con el protocolo para la reapertura. Yo llevaba una semana con el local abierto. Parece que se ha puesto a todos (en el mismo grupo), discotecas, pubs, botellón. No hay que criminalizar", explica apelando al hecho de la necesidad que tienen de trabajar, de los puestos de trabajo que mantienen y del coste que está suponiendo mantener negocios sin tener beneficio.

Ante una situación de incertidumbre como la que se vive, el empeño de las y los propietarios del sector es intentar trabajar, lo que se pueda, los dos meses que quedan de verano, aunque las expectativas no son extraordinarias.

Casajús recuerda que hay que contar con la gente que se va a la playa y que los días de entre semana "no hay nadie, pero ni ahora ni hace tiempo, llevo más de 30 años en la noche", recordando otras épocas de más movimiento.

En este ambiente enrarecido, las preocupaciones en forma de números, facturas, pagos y nóminas ocupan y preocupan. "Llega la luz, un pago que tenía pendiente, la seguridad social, la hipoteca, la maquinaria económica no para, con lo que no hay más remedio que funcionar, pero es complicado", explica Casajús.

"Todo pérdidas, siete personas en ERTE, de momento vamos a esperar a ver qué pasa. No lo sé, ahora mismo no te sé decir", explica Carlos García.