Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Rocío Herranz: "Un rastreador no puede enviar al Ejército a ninguna casa"

El sector sanitario de Huesca registra unos 150 positivos cada semana, por lo que Iván Carpi y Rocío Herranz recomiendan seguir las pautas de estos profesionales

Rocío Herranz: "Un rastreador no puede enviar al Ejército a ninguna casa"
Rocío Herranz: "Un rastreador no puede enviar al Ejército a ninguna casa"
S.E.

HUESCA.- En el sector sanitario de Huesca se realizan actualmente unas 300 pruebas PCR diarias, aunque hay jornadas en las que se ha llegado a las 400. De ellas, en torno a un 10 % da positivo, lo que se traduce, aproximadamente, en unos 150 casos de covid detectados a la semana.

El director de Enfermería de Atención Primaria del sector de Huesca, Iván Carpi, aporta estos datos y añade que esta zona sanitaria no registra en estos momentos "una gran incidencia de la enfermedad de coronavirus, pero sí cierto goteo de positivos, tanto en Huesca capital como también en las localidades del entorno. Para poner freno a los contagios y tirar de un delicado hilo desde el que se llega a todos los contactos de las personas positivas, Huesca cuenta con un importante número de rastreadores.

Iván Carpi confiesa que no le apasiona la palabra "rastreador" durante una entrevista en la que le acompaña la joven enfermera Rocío Herranz, de 28 años, una profesional que a veces se siente un poco detective.

Ambos lanzan un llamamiento y piden a los ciudadanos que sigan las recomendaciones de los rastreadores y del resto de sanitarios, algo fundamental para el control de la enfermedad y ante lo que prima la responsabilidad individual "porque no podemos mandar al Ejército a la puerta de ninguna casa", apunta esta enfermera.

El responsable de Enfermería destaca la labor de estos profesionales de Atención Primaria que desde los centros de salud crean una "barrera" desde la que se controlan los casos de coronavirus ya detectados para evitar nuevos contagios, especialmente entre los rangos de población más vulnerables. "Nosotros hablamos siempre del concepto de vigilancia epidemiológica, pero entiendo que es más mediático el término "rastreador"", reconoce.

El sector sanitario de Huesca cuenta con seis especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, dos en Salud Pública y dos trabajadores sociales dedicados exclusivamente al rastreo de casos de covid, "pero además de eso en los diferentes centros de salud hay mucho más personal que se encarga de la vigilancia epidemiológica, algo que en el momento actual de la pandemia creemos que es fundamental, por lo que estamos priorizando ese trabajo", indica Iván Carpi.

Sobre las cualidades que tiene que tener un buen rastreador señala que "lo que diferencia a los trabajadores de la salud, en este caso, o lo que nos hace mejores es la implicación y la profesionalidad. Una persona que se dedica a la vigilancia epidemiológica tiene que ser persuasivo, metódico y ceñirse bien a los protocolos, que para nosotros es algo muy importante". Además, valora que "los sanitarios son un ejemplo para la sociedad por esa profesionalidad, por esa implicación, y creo que eso nos ha puesto en el lugar que merecemos".

Respecto a la función que están realizando los rastreadores, el director de Enfermería de Atención Primaria del sector de Huesca considera que "Aragón ha conseguido, con el trabajo de los profesionales, ser la Comunidad que más se acerca a la realidad, es la que tiene la foto mejor de todas. De todos los positivos que se diagnostican, del 96 % tenemos filiado el caso e identificados los contactos".

Se trata de un elevado dato al que "ninguna comunidad se acerca. Puede darse la paradoja de que eso en los medios de comunicación quede mal porque tenemos más contagios, pero lo que hacemos es identificarlos y eso nos permite controlarlos".

De cara a los próximos meses, ante posibles repuntes de la pandemia en otoño e invierno, el director de Enfermería de Atención Primaria del sector de Huesca comenta que Sanidad tiene unas estrategias "muy dinámicas".

"Desde el principio de la pandemia hemos intentado ir a donde teníamos el problema concreto. Se trata de actuar con una previsión, pero muchas veces es difícil averiguar cómo va a ser el avance de la enfermedad" plantea.

Por su parte, la enfermera Rocío Herranz, con especialidad en Familia y Comunitaria, trabaja desde el centro de salud de Sabiñánigo para seguir casos que aparecen aleatoriamente, a partir de pruebas que se hacen por protocolo en hospital, y también investiga contagios de personas que acuden a su centro de salud con una clínica sospechosa de ser un coronavirus.

Ante esta situación, el equipo de rastreadores solicita una PCR y, a la espera del resultado, "le decimos al paciente que no salga de casa, que piense con qué personas ha estado durante las 48 horas previas a que empezara con los síntomas y que se vaya haciendo una lista de nombres, por si da positivo", detalla.

Si esto sucede comienza la cadena de detección de sus contactos, para los que se solicita una PCR y se establece una cuarentena de 14 días, independientemente del resultado. "Esto es lo que más cuesta de entender. Nos dicen que si le ha salido la prueba negativa por qué se tienen que quedar en casa, y les explicamos que el periodo de incubación es muy variable, por lo que se establece un aislamiento de dos semanas", explica la enfermera.

De su labor como rastreadora plantea como aspecto más positivo que le brinda "una oportunidad muy buena a nivel profesional". "A partir de la pandemia de la Covid-19 se ha empezado a reconocer más nuestro trabajo. A nosotros durante la especialidad nos forman en Salud Pública y considero que este es un buen momento para desarrollar los conocimientos adquiridos", señala. En la otra cara de la moneda, como punto negativo considera que, "aunque abordamos pocos casos hay personas a las que llamamos y nos tratan un poco mal, cuando somos profesionales que solo estamos velando por su bien".

Al otro lado del teléfono, cuando se centra en localizar a contactos, asegura que se topa con mucha gente joven. "La enfermedad se presenta ahora, en la mayor parte de casos como asintomática o con efectos más leves. Supongo que si la transmisión fuera ahora a pacientes más mayores, presentarían cuadros más exacerbados", indica.

Pero aunque los síntomas sean menores, advierte, hay que tomarse en serio los protocolos fijados por las autoridades sanitarias.

"La única forma que tenemos de parar la enfermedad es siguiendo las medidas que recomendamos, pero cada uno es responsable de sus actos. No estamos en un estado de alarma y no podemos enviar al Ejército a la puerta de ninguna casa. A mí no me sirve que alguien me mienta y me diga que está en su domicilio cuando oigo un coche de fondo. Lo que quiero es que la gente sepa que esto es así por algo", concluye.