Huesca

DOMINGO - OJO AVIZOR

La hostelería resiste entre el azote de los rebrotes y cambios de medidas

Exigen apoyo, promoción e información adecuada para paliar la crisis

La hostelería resiste entre el azote de los rebrotes y cambios de medidas
La hostelería resiste entre el azote de los rebrotes y cambios de medidas
R.G.

La pandemia del coronavirus ha revolucionado la marcha del sector de la hostelería, muy acostumbrado a adaptarse a los cambios. Ahora, lo han hecho con los aforos semana a semana, con los protocolos para dar un servicio seguro y de calidad al cliente... pero los rebrotes provocan anulaciones inmediatas de reservas. Por ello, exigen una adecuada información, apoyo con medidas específicas y una promoción del destino Pirineos diferenciada.

Esta crisis tampoco afecta por igual a los diferentes subsectores como los hoteles, restaurantes, bares o el ocio nocturno. Este último pudo reabrir y tuvo que volver a cerrar en el caso de la capital oscense, donde se encuentra muy amenazado. Es la visión de uno de los dueños de los míticos locales de Huesca, El Edén. La historia no es la misma ni en otros sectores ni en el Pirineo, ya que cada tipo de establecimiento y casi cada uno de ellos se encuentra con una situación diferente. Mientras el restaurante Vidocq de Formigal, cree que el Pirineo sigue teniendo tirón y así lo nota en su sala, aunque haya reducido el aforo; Pedro Marco, director general del grupo Inturmark, que dirige el Gran Hotel y el Hotel Oroel de Jaca, echa en falta una promoción de la marca Pirineo diferenciada de Aragón y Huesca, ya que en esta situación consideran que les perjudica.

En el bar restaurante Pirineos de Barbastro, sienten que trabajan con los de casa y que apenas reciben turistas. Aunque están convencidos de que se reinventarán de nuevo, no se atreve a augurar cuál será el futuro. Por ello, reclaman medidas para paliar los vaivenes y no quedar al albur de los rebrotes.

HOTELES

Pedro Marco: "Nos ha perjudicado que la promoción se centra en las marcas Aragón y Huesca".

El jaqués reivindica la marca Pirineos y lamenta la enorme incertidumbre que rodea a la campaña de verano.

JACA.- El director general de Inturmark, el jaqués Pedro Marco, comentó que "la actividad comenzó a moverse a primeros de julio con una apertura progresiva de establecimientos". "Nos fuimos animando, abriendo más establecimientos y plazas, gracias a un crecimiento de las reservas, pero a mitad de julio comenzó a difundirse la noticia de los rebrotes, en ocasiones de forma incorrecta y sin la matización de que el problema no estaba afectando al Pirineo", precisó.

"Nos ha perjudicado que la promoción turística se centra en las marcas Aragón y Huesca, despreciando marcas muy potentes como Pirineos, lo que revela la necesidad de una mayor anticipación, evitando hipotecar nuestra reputación, apostando todo a una sola carta", explicó el empresario, que gestiona el Gran Hotel y el Hotel Oroel en Jaca.

"Al principio, llegaron anulaciones, pero continuaban entrando reservas a buen ritmo. No obstante, cada semana el ritmo de entrada de reservas se está enfriando. Como partíamos prácticamente de cero, nuestra esperanza de remontar se limita a las reservas de última hora. Esto puede cambiar en cualquier momento y dirección. Lo único que se puede afirmar a ciencia cierta es que estamos afrontando la temporada de verano con una enorme incertidumbre", continuó Pedro Marco.

"Jaca está animada y se ve gente por la calle, gracias en parte a la segunda residencia. Seguimos creyendo en el enorme atractivo de nuestro destino turístico y somos conocedores de que actualmente no existe una situación de riesgo y hemos tomado las medidas de seguridad necesarias. Ojalá seamos capaces de transmitirlo", agregó el jaqués, para el que "no va a ser un verano de grandes ocupaciones". Por ello, está "convencido de que los visitantes podrán disfrutar con tranquilidad de su descanso, sin aglomeraciones, y se irán con un agradable sabor de boca", concluyó el hotelero.

RESTAURANTES

Diego Herrero: "Nos ha dado un empujón hacia donde queríamos enfocar el negocio".

El Vidocq de Formigal ha reducido el aforo para dar más calidad, cariño e identidad.

FORMIGAL.- El restaurante Vidocq de Formigal lleva dos meses abierto, "y aunque nuestro restaurante es pequeño, hemos reducido aforo, estamos trabajando bien. Esta semana se han notado las noticias que se están dando pero por suerte, de momento, el Pirineo sigue siendo un sitio maravilloso donde venir y estar, y hoy por hoy no me puedo quejar", explica el chef Diego Herrero, propietario del Vidocq junto a Amaya Sarasa.

Apunta que la situación por la Covid-19, les está llevando hacia un nuevo Vidocq con el que también habían soñado, un Vidocq más exclusivo. "Empezamos hace once años dando de comer a 100 personas al día, y hemos ido bajando, el año pasado dábamos a 30 por servicio y ahora estamos en un modelo de 20 por servicio máximo, y de momento, las estamos consiguiendo atraer al Vidocq".

Diego Herrero argumenta que han aprovechado esta situación "para dar un empujón hacia dónde queríamos enfocar nuestro modelo de negocio. Siempre hemos intentado dar menos volumen de comidas pero con más calidad, más cariño, más identidad, con mas explicación de los platos y de los productos, y esta reorganización nos ha empujado a dar ese pasito que queríamos dar".

Con este formato personalizado, Diego Herrero tiene una charla con el cliente "y hablamos de lo que más y menos les ha gustado, y esto tiene muy buena aceptación". Incide en que la gente "esta con muchas ganas de mimo, y es lo que queremos dar, mucho mimo, mucho cariño y que el cliente durante dos horas se olvide de los problemas y se lo pase muy bien, que disfrute de comer y que disfrute de la experiencia Vidocq que equivale a exclusividad, a estar muy tranquilos y a disfrutar de lo que hacemos".

Diego Herrero quiere hacer un llamamiento a las personas que hacen una reserva y no avisan para cancelarla. "Decir que es una faena que no avisen, si no se puede acudir no cuesta nada llamar y anular para que otros clientes se puedan beneficiar de la experiencia Vidocq".

BARES Y CAFETERÍAS

Manuel del Valle,: "La situación es delicada y atípica".

BARBASTRO.- Manuel del Valle, que es vocal en la Asociación Empresarios de Hostelería de Huesca y regenta el bar restaurante Pirineos de Barbastro, considera que "la situación es delicada y nos queda rezar a Santa Marta, patrona del gremio, para que las cosas vayan mejor o al menos, que no empeoren más. En el Somontano, esta semana se notan los efectos del Festival del Vino y la Muestra que se celebran desde hace 20 años y que eran rentables, se suman otros eventos sociales y populares, como son las Fiestas, que tampoco habrá".

Por otra parte, "las noticias e informaciones que llegan desde el exterior son negativas justo cuando se iniciaba un pequeño remonte. El retroceso a la Fase II flexibilizada ha sido un jarro de agua fría porque ha bajado el consumo, de nuevo". Respecto al verano, en los inicios de agosto, "será súper atípico con días de trabajo y otros que no hay. En adelante habrá que mentalizarse de que será necesario ajustarse a la realidad y aguantar".

Se refiere al comportamiento social, "hay miedo y se nota la reticencia pero hay que insistir que en este sector se cumplen a rajatabla la normativa y las medidas higiénico-sanitarias. En el Somontano, en la práctica se trabaja con el mercado de la zona. Los turistas se ven con cuentagotas". Manuel del Valle señala que "en este sector nos reinventamos con frecuencia porque somos innovadores pero son momentos complicados".

En cuanto al futuro, "no me atrevo a augurar nada ni tampoco al análisis sectorial pero es evidente que algún establecimiento no ha abierto porque las circunstancias son difíciles. De aquí al mes de octubre veremos la verdadera situación del sector. Entiendo que el otoño será complicado pero tenemos que ser optimistas de cara al año próximo".

OCIO NOCTURNO

"Carlos García: No aguantamos, nos desfondamos"

HUESCA.- "Cabreados". Este es el estado de ánimo del ocio nocturno en la ciudad oscense, toda vez que había "un acuerdo con el Ayuntamiento para reabrir, aunque de malas maneras, y ahora no se puede abrir de ninguna manera". Carlos García, propietario de El Edén, alude así al pacto que había para que estos bares pudieran abrir la puerta hasta la 1,30 de la noche entre semana (2,30 los fines de semana) y, además, suprimiendo la zona de baile para poner mesas.

La "nueva normalidad" y el posterior retroceso a fase 2 flexibilizada ha hecho que este sector haya abierto y cerrado varias veces. Ahora, las nuevas condiciones para reabrir, ignorando el acuerdo previo que había entre Asociación y Ayuntamiento, son tener doble licencia, de cafetería y de ocio nocturno, sin que valga, por ejemplo, la de café cantante, una de las que más requisitos exige. Y uno de los mayores problemas para lograrlas es que "el Ayuntamiento tarda tres meses en darlas", lamenta García.

Cerrar, reabrir y volver a cerrar supone, además de las complicaciones asociadas, otras como la gestión de los ertes o pagar el alquiler aunque no haya ingresos. "No sé hasta dónde llegaré". Asimismo, "tampoco sé si es muy rentable reabrir, aunque pudiéramos, porque la gente no sale".

Para García, los rebrotes casi continuos hacen que una opción que puede asegurar la existencia del sector es, "si se tiene que cerrar por obligación", recibir una ayuda. "Hasta que no salga la vacuna, se tendrían que hacer cargo porque si no, no aguantamos. Cada vez nos desfondamos más". De encontrar una solución"depende el sustento de nuestras familias porque llevamos desde marzo cerrados. Como cafetería algo nos podríamos defender, no mucho, pero algo".

Recuerda además que el sector va a perder el verano y San Lorenzo, fuentes muy altas de ingresos para algunos bares.