Sin Banda ni orquestas, la ausencia de la música se siente en las calles de Huesca

HUESCA.- La ausencia de música y ambiente es quizás lo que más se está extrañando cuando se piensa en que se deberían estar celebrando San Lorenzo.

El día 10 junto a la ausencia de los Danzantes, se sintió la de la Banda Municipal de Música, que los acompaña. "Fue el día más triste, por ser el más grande", explica Alejandro Escuer, director de la formación.

Un día, el 10, en el que "a la banda nos gusta salir, es el día que más gente llevo detrás, unas 70, hasta algún componente que no viene en el año, hace el esfuerzo", explicaba Escuer, que decidió pasar la jornada de San Lorenzo "como un día más de verano, y te acuerdas, claro. Aunque duele más por la gente y por ver la ciudad vacía, en la que no se puede disfrutar de las fiestas".

Este martes, 11 de agosto, hubiera "sido el día más fuerte, porque por la mañana también vamos con los Danzantes por los centros residenciales", y comienza a haber alguna baja, fruto de las noches festivas.

Escuer también recordó el concierto que ofrecen en el kiosko del parque, "que suele ser el 13. Un día que nos gusta también porque podemos salir del pasodoble y tocar cosas más complejas, con las que nos lucimos un poco más".

La música habitual en fiestas en las salidas de los toros y los conciertos de la plaza López Allué, donde desde el 9 hasta el 14 se hubieran subido al escenario seis formaciones musicales. "Normalmente son orquestas grandes", explica Cristina Arbués, gerente de Espectáculos Arbués, empresa que gestiona seis orquestas, entre ellas Vendetta Show, donde canta Raúl Ciprés, Formaciones de entre 15 y 22 personas, entre artistas, montadores y técnicos, que encuentran en la plaza oscense un escaparate muy importante. "Eso significa que un montón de vecinos de pueblos de alrededor van a ver la orquestas a la plaza López Allué y facilita mucho la contratación de cara al año que viene", explica Arbués, señalando la "ruina total y absoluta" que está siendo este verano para el sector, con la imposibilidad de amortizar las inversiones en material realizadas de cara a esta temporada y con la incertidumbre de cuánto tiempo van a poder mantener las empresas.

Además de lo que supone económicamente, hay también un componente personal, ligado al sentimiento laurentino, que aflora en estos días. "En mi caso, que he estado en diversas ocasiones en San Lorenzo, son actuaciones que las tienes marcadas en el calendario, porque además siempre tienes a tus amigos o familiares" entre el público, explica Ciprés, quien alberga recuerdos de actuar en el Parque, durante su época de jotero.

Incluso, apunta Arbués, "solíamos reservar algún día sin actuación para acercarnos a las fiestas, para ver cómo están el resto de las orquestas, ir a ver a compañeros y celebrar con los amigos y familiares", Un San Lorenzo muy diferente también para la cantante oscense María Pardo, componente de la Orquesta Saturno, que pasa el verano en Sangarrén gestionando las piscinas municipales. "Durísimo y muy extraño, porque el 11 o el 12 estaría cantando en López Allué", explica Pardo. "Y además, que la música está en todos los sitios durante San Lorenzo, "en la plaza General Alsina, en Interpeñas, para los niños en el parque. Huesca está sin música y es una sensación extraña que no puedo explicar".

Para Pardo, todos los "sanlorenzos" que recuerda haber actuado en la plaza López Allué "son especiales. Subirte a ese escenario, ver la plaza llena de blanco y verde y porque gritar un ¡Viva Huesca! y un ¡Viva San Lorenzo! y que te respondan ha sido especial todos los años".

Pardo espera poder resarcirse en agosto con las actuaciones que le quedan vigentes -"aunque creo que se anularán"- o en septiembre, en Alcalá de Gurrea, y en las fiestas de Sangarrén, que espera que se celebren.