Material escolar de segunda mano como alternativa a la compra

HUESCA.- María Jiménez tiene estudiando a tres de sus cuatro hijos. Este curso empezarán 2º de Bachillerato, 3º de la ESO y 6º de Primaria.

Si tuviera que comprar los lotes completos, el gasto total por año estaría en torno a los 700 euros. Para los que están en enseñanzas obligatorias, María recibe becas para la adquisición de material escolar, 160 para quien está en Primaria y 230 para quien está en Secundaria. "Para la que va a hacer ahora 2º de Bachiller, ya no hay beca -ni tampoco la hubo el año pasado- porque como no es educación obligatoria".

Por ello, para aquellos libros que no están subvencionados o para los que tiene que comprar "porque con el dinero de la beca no llega para adquirirlos todos y alguno tengo que comprar", Jiménez opta por la compra de libros de segunda mano pero también con la venta de aquellos que adquiere fuera de la subvención. "Si te dan beca, los tienes que devolver al banco de libros pero los que compras tú te los puedes quedar y con eso vas jugando. Con lo que me gano voy comprando los que me faltan también de segunda mano", afirma.

Según datos de Milanuncios, página web para la venta de artículos usados, en los meses previos al inicio de las clases la venta de libros de segunda mano ha aumentado un 186 % en España. El precio medio de los libros de texto usados se sitúa en los 17,9 euros, siendo más caros los de cursos de la ESO en comparación con los de Primaria y Bachillerato. Aragón es donde el precio es más bajo, 15 euros, frente a Castilla La Mancha ha presentado el coste más elevado con 24,4 euros.

Jiménez también ha notado que la salida del libro de texto también es más lenta que otros años. Si fuera el año pasado ya no los tendría, este año no ha llamado nadie aún, aunque asegura que los de 1º de Bachillerato ha conseguido venderlos su hija a través del grupo de whatsapp en el instituto.

Respecto a la desinfección de los libros usados frente a la covid-19, la mejor medida de prevención es depositarlos en un lugar apartado y separado durante al menos catorce días.