Huesca

ACOGIDA DE ANIMALES

Perros en busca de una "nueva normalidad" junto a una familia

El Centro de Acogida de Animales de la DPH y las protectoras afrontan la etapa posconfinamiento gestionando nuevas adopciones tras el parón del estado de alarma

Perros en busca de una "nueva normalidad" junto a una familia
Perros en busca de una "nueva normalidad" junto a una familia
ALBORADA

HUESCA.- La "nueva normalidad" la están viviendo también ahora los animales de la protectoras, que están disfrutando ya de sus nuevos hogares después de un largo confinamiento que ha servido también a las familias para madurar la idea de traer un nuevo miembro a la familia. Sin embargo, no todo han sido experiencias agradables durante este tiempo.

Una de las más dolorosas ha sido sin duda, la vivida por el personal del Centro de Acogida de Animales de la Diputación Provincial de Huesca, según ha relatado su veterinario, José Abarca. "Ha sido muy duro, hemos tenido que recoger los perros de personas que habían fallecido o que estaban en el hospital", explica. Durante el confinamiento "puro y duro" afirma, se realizaron alrededor de una docena de recogidas, en "servicios mínimos", que aumentaron con los cambios a segunda y tercera fase hasta unas 60.

Como señala Abarca, durante el confinamiento no se tramitaron adopciones. Ahora, para dar salida a los perros, se están llevando ejemplares a Alemania y Suiza. "Hemos tenido que establecer unas estrategias porque estábamos totalmente llenos y teníamos que buscar soluciones alternativas", relata Abarca. Así, el próximo mes de septiembre está previsto trasladar unos 15 animales y en octubre, hacer otro viaje con 12 más.

También se realizan adopciones a particulares, aunque la proporción es mayor en cuanto a las salidas fuera de España, un 40 % frente a un 60 % respectivamente. Esos perros "viajeros" suelen ser también por lo general, de gran tamaño, adecuados para las casas de dichos países, que disponen de zonas de exterior en las que pueden sentirse más cómodos y libres que en un piso pequeño. Abarca pide así a los ciudadanos que acudan a conocer el centro y recuerda además que las mascotas "son uno más de la familia y hay que educarle y tratarle como tal, no son cosas de usar y tirar".

Desde la protectora de Monzón, El Arca de Santi, ahora se está dando salida a las adopciones que se solicitaron antes del estado de alarma. "Se están realizando bastantes adopciones, porque había bastantes reservas hechas", explica su vicepresidenta, Lydia Pérez, quien además ha trabajado 25 años como voluntaria en este colectivo.

Todo ello después de un cofinamiento "que se llevó bastante bien, sin que se produjeran excesivos abandonos, aunque sí que hubo que hacer alguna salida con la Policía Local", afirma. Con la "nueva normalidad", por desgracia, sí que están detectando más abandonos de animales, "No es que antes no se produjeran, es que la gente no podía salir de casa. Ahora se empiezan a mover otra vez y vuelve a haber avisos", comenta la portavoz de El Arca de Santi.

Algo parecido sucede con los gatos, cuya presencia estos días, "se ha disparado". Reclama así ayuda a los municipios para que colaboren con la labor que realizan ya que las protectoras "no pueden llevar el peso de todo", añade. Por suerte, en este sentido, las adopciones van a buen ritmo. El año pasado llegaron a adoptarse cerca de 200 ejemplares y cuentan además con el apoyo de casas de acogida. Siguen necesitando, sin embargo, "un plan de voluntariado, más conciencia social y que se impliquen las administraciones".

TIEMPO DE ADAPTACIÓN

Por otra parte, para la Asociación Protectora de Animales de Jaca Pirineos, el periodo de confinamiento ha sido positivo en cuanto a las adopciones, "porque las familias han tenido tiempo para poder realizar un periodo de adaptación con su animal dedicándole bastantes horas", afirma desde este centro, Susana Ara. De ningún modo, añade, "hemos entregado perros para que sirvieran de excusa para dar un paseo", sino a personas "que ya llevaban la idea de adoptar pero nunca encontraban el momento". Ahora, afirma, se ha llegado a un punto diferente, "donde está habiendo mucho abandonos de cachorros de cuatro o cinco meses".

También han notado la proliferación de gatos y pide a su vez la puesta en marcha de más programas para el control y el cuidado de las colonias urbanas, ya que, afirma "más que un problema de abandono es un problema de natalidad descontrolada". De llevar a cabo este control de las colonias callejeras se ocupan, asimismo, en Animales sin Techo, en el Alto Gállego.

Como explican desde esta protectora, el mayor problema al que han tenido que hacer frente durante el confinamiento ha sido el de la financiación. "Nosotras la única forma de tener ingresos es a través de mercadillos y lamentablemente llevamos meses con los mismos gastos, con cero ingresos y con la incertidumbre de no saber cuándo podremos hacer algo para recaudar fondos", señalan desde esta protectora.

Y de regreso a Huesca, en la Protectora Aragonesa de Animales Alborada, los meses de confinamiento fueron tranquilos, según señaló su presidenta, Mar García, aunque necesitaron permisos especiales de las instituciones para poder trasladarse hasta la guardería donde se encuentran los animales que tienen en acogida. En su opinión, sin embargo, el futuro no pinta tan halagüeño. "Me imagino que no tardando mucho tiempo habrá nuevos abandonos y encontrar familias de adopción será bastante complicado, así como casas de acogida, algo que, si quieres que sean buenas, es bastante difícil", señala García.

Afirma, asimismo, que las acogidas solo para los meses de verano no resultan apropiadas, ya que "los animales cuando empiezan a hacerse a la casa tienen que regresar a la guardería y eso para ellos supone un trauma". Llama también la atención del Ayuntamiento de Huesca, sobre las colonias de gatos en Huesca, un tema, en su opinión "que está más descontrolado" y que cuenta con un protocolo de recogida y asistencia "complicado y que nadie entiende".