RECLAMACIONES VECINALES
Los barrios de Huesca piden más atención para proyectos "olvidados"
La pandemia retrasa todavía más reclamaciones sanitarias e infraestructuras
HUESCA.- La pandemia de la covid-19 ha dejado un reguero de ilusiones estancadas, proyectos parados e iniciativas pendientes en los diferentes barrios de la capital altoaragonesa. Además de tener que suspender sus fiestas, algo menor para muchos vecinos dados los tiempos actuales, los diferentes distritos de la ciudad han visto cómo sus centros sociales y sedes vecinales se quedaban en pausa, al igual que otras cuestiones de índole sanitaria, educativa o social, batalladas desde hace años y a las que la pandemia ha frenado aún más.
A expensas de recuperar las conversaciones con el Ayuntamiento de Huesca tras el parón propio del mes de agosto, o al menos eso es lo que desea, los presidentes de los barrios manifiestan sus inquietudes a la vez que dicen sentirse algo olvidados desde la Casa Consistorial.
El presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de María Auxiliadora, Francisco Javier Moreno, se hace eco de las preocupaciones de los oscenses de esta zona de la ciudad, referentes a diferentes ámbitos, y se refiere a algunos proyectos "olvidados".
Francisco Javier Moreno comenta que una de las mayores inquietudes del barrio es el mal estado en el que se encuentra la sede vecinal, cerrada debido a las serias filtraciones que han dañado el suelo. "Se arregló anteriormente la del Casco, su climatización, y la de Santo Domingo también. Como no nos hacen caso, ni se atiende ya no solo a las juntas sino ni siquiera a los locales que son municipales, estas sedes se acaban arreglando con el dinero de los presupuestos participativos", explica.
Así, señala que ahora le tocaba al de María Auxiliadora, carente de cualquier climatización y cuyo suelo está levantado por el agua de lluvia que se filtra a través de las goteras. "Lo parchearon, nos dijeron que iban a arreglar el tejado cuando llegara el buen tiempo, y todavía no se ha hecho nada", lamenta.
A esta espera, añade la reclamación hecha pública hace semanas desde la que los usuarios del centro de salud Santo Grial reclaman una línea de autobús para poder acceder al nuevo de los Olivos, donde se han trasladado algunas unidades de este emblemático y antiguo ambulatorio. Esta causa, puesta sobre la mesa desde la Federación de barrios Osca XXI que también preside Francisco Javier Moreno, reclama la puesta en marcha de rutas que enlacen diferentes puntos de la ciudad con Los Olivos y la instalación de marquesinas para los usuarios. En general, la Federación lamenta el deterioro de la sanidad pública en plena pandemia y solicita que se mantenga abierto el Santo Grial, ya que su cierre supondría "muchos problemas para los pacientes".
Desde la Asociación de Vecinos del Barrio de San Lorenzo, su presidenta, Cristina Betrán, reclaman, por su parte, el arreglo del firme de la zona de la plaza Santa Clara, con numerosos baches. "Parchean y parchean pero luego está todo lleno de agujeros. Lo arreglaron hace poco pero está otra vez igual", asegura.
También solicita que se aseguren zonas de baldosas "que se mueven y provocan caídas", tal y como sucede en la calle San José de Calasanz. "Yo no fui la primera que me caí", apunta contando su propia experiencia.
La falta de poda y cuidado de algunos árboles del barrio, continúa, hace que las ramas tapen algunos semáforos, situación que se da, por ejemplo, en las calles Cabestany o Zaragoza. Y en la calle Jazmín, continúa, "las ramas se meten dentro de las ventanas", apunta. Pero, ante todo, Cristina Betrán reclama también una línea de autobús que enlace con el centro de salud de Los Olivos.
"Los vecinos están preocupados porque en el barrio de San Lorenzo vive mucha gente mayor que si no es con un taxi no van a poder ir a sus citas médicas", plantea la presidenta, que menciona a su vez a los ciudadanos de otras zonas de la capital afectados por esta causa.
Por su parte, Rosa Abadía, portavoz de la Asociación de Vecinos del Casco Viejo de Huesca, Osce Biella, plantea que continúa el deterioro de muchos edificios de este distrito, donde también hay múltiples solares vacíos.
"Estamos preocupados porque las decisiones respecto al conjunto histórico artístico muchas de ellas tienen que ver con derribos, en lugar de con la conservación", comenta.
Además, apunta como anécdota, y para exigir la limpieza de los solares vacíos en mal estado, que Osce Biella se movilizó cuando "en el confinamiento se publicaban fotos de patos circulando por la calle Zaragoza y en nuestro barrio lo que aparecía era alguna rata".
En el Barrio de Santiago la pandemia de la covid-19 ha causado que haya cierto "miedo" a la hora de abrir el local de la asociación, a la que van muchas personas mayores. María Isabel Abril, presidenta de la asociación de vecinos, plantea que para abrirla hay que esperar hasta septiembre porque son personas de riesgo".
La presidenta de la Asociación de Vecinos del Barrio del Perpetuo Socorro, Purificación Broto, plantea que la pandemia ha retrasado varios asuntos pendientes de esta zona de la ciudad.
La urbanización del solar de la cárcel, explica, también ha sufrido demoras debido a los efectos de la covid y a cuestiones legales que estaban pendientes.
Sus demandas son muchas más, "aunque solo se esté hablando del covid", apunta. "Volvemos a insistir en que se haga la escuela de 0 a 3 años y en que se construya un nuevo centro de salud. El coronavirus ha puesto de manifiesto que necesitamos unas nuevas instalaciones porque el centro de salud actual no reúne condiciones. Los trabajadores y los usuarios, ahora mismo, se encuentran en riesgo por falta de espacio", asegura la presidenta. Esta reclamación, recalca, afecta también al Barrio de Santo Domingo y San Martín, ya que este centro de salud da cobertura a 16.000 habitantes.
Finalmente, Vicente Lachén, presidente de la Asociación de vecinos del Barrio de San José, manifiesta su deseo de recuperar algunas actividades y talleres, "para las que no sabemos si tenemos que reducir aforo", mientras busca nuevos espacios para estas iniciativas.