Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Juan José Badiola: "Si hay dosis de la vacuna suficientes en octubre, el covid ya tiene los días contados"

El catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la UZ, asegura que en Aragón "la pandemia está controlada"

Juan José Badiola: "Si hay dosis de la vacuna suficientes en octubre, el covid ya tiene los días contados"
Juan José Badiola: "Si hay dosis de la vacuna suficientes en octubre, el covid ya tiene los días contados"
P.S.

HUESCA.- El catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, asegura que en Aragón ya se está "viendo la luz" porque "la pandemia está controlada, al menos por el momento".

Optimista por naturaleza, este experto en crisis sanitarias cree que la vacuna contra la covid-19 llegará en torno al mes de octubre, y a partir de entonces el virus tendrá "los días contados". A la espera de que esto ocurra y de que se puedan producir "millones y millones de dosis", Juan José Badiola advierte que una pandemia es comparable a "un incendio descomunal" que se desata por arrojar una colilla a una cuneta. Por eso, considera que conductas como las de los positivos que salen de casa y no cumplen la cuarentena deberían de sancionarse "de una manera dura" porque eso "es un delito".

Parece que la curva de contagios da un respiro en Aragón, ¿podemos ser optimistas—

El optimismo se basa en tener paciencia y en hacer las cosas bien. En Aragón hemos pasado unos momentos difíciles porque hemos llegado a ser el territorio europeo con mayor número de casos. Eso realmente era un récord difícilmente igualable pero, en principio y afortunadamente, ahora parece que la situación empieza a cambiar.

Creo que ya podemos ser optimistas en comparación con otras autonomías. Fíjate cómo están Madrid, Cataluña, el País Vasco, es decir comunidades próximas a la nuestra que están peor. Además, es que allí se da una situación de ascenso casi diario en el número casos, y nosotros estamos estabilizados y con una tendencia a la baja. Eso quiere decir que parece que en Aragón la situación está controlada, por lo menos por el momento. Espero que no tenga que tragarme mis palabras, igual dentro de tres o cuatro días empieza a haber casos ahí... (Risas). No, no creo. Entonces todo esto es tranquilizador, sobre todo también porque pareció que éramos un territorio realmente repleto de casos, cosa que tampoco era así. ¿Te has fijado en que ya no salimos en las noticias Eso es muy bueno, sobre todo a nivel psicológico.

Pero lo de batir récord de casos en Europa, es algo serio, ¿no—

La situación de Aragón habrá que estudiarla para indagar en por qué ha pasado esa elevación tan súbita, tan rápida y masiva de casos en tan poco tiempo, que es lo que a mí me ha sorprendido. Creo que todo parte del asunto de la recogida de la fruta en la zona oriental del Alto Aragón, en la Comunidad en general, pero sobre todo en Huesca. Eso es lo que motivó la aparición de esta tendencia aparentemente irrefrenable de casos. También hay que tener en cuenta lo que estamos viendo ahora en toda España, las reuniones de un número relativamente elevado de personas, de tipo familiar o con amigos, los botellones, el ocio nocturno... Todas esas cosas que ahora ya se han convertido en las bestias negras del contagio.

¿Piensa que falta concienciación ciudadana para frenar la transmisión—

Desde luego.

En Zaragoza al menos, no sé cómo será en Huesca, hay personas que van por la calle con la mascarilla y cuando llegan a una terraza se la quitan. Nadie la lleva una vez que se sientan, curiosamente. Son cosas que dices, pero vamos a ver, oiga, usted lleva la mascarilla por la calle que tiene menos riesgo porque va solo y se la retira al llegar a una zona en la que está con varias personas. Encima suele pasar que el restaurador ha separado las sillas y las mesas con una distancia prudencial y cogen y si van ocho se juntan todos. Esto también ha tenido mucho que ver con el incremento del número de casos. Luego están los positivos que no respetan el confinamiento y salen de casa, eso forma parte de la picaresca hispana. Yo sería partidario de sancionar de una manera dura a estas personas porque están poniendo en peligro a los demás. Eso es un delito.

¿Qué pueden suponer actitudes como no llevar mascarilla o no respetar la distancia social—

Yo esto siempre lo comparo con un incendio, que empieza por una simple colilla que se tira a una cuneta. Se puede pensar que esto tiene muy poca importancia pero, como haya un poco de hierba seca por allí y al lado unos matorrales, en pocos días hay un incendio descomunal. Pues esto es un fenómeno parecido. Las epidemias tienen esta dinámica. Al principio es algo poco importante, pero después si al virus se le brinda la oportunidad de transmitirse sigue propagándose.

Esto también nos lleva a otra reflexión yo creo que con los temporeros tuvimos esa chispa inicial, que luego se ha convertido en un gran incendio.

Y si las "llamas" de la pandemia de las que me habla continúan y van a más, ¿podríamos volver a otro confinamiento—

Yo creo que no, un confinamiento global solo puedo decretarlo el Gobierno central, y creo que no está por la labor. Lo que sí que va a haber, posiblemente, bueno lo que ya está habiendo, son confinamientos que se llaman quirúrgicos, localizados en una zona determinada, como en un pueblo, en un edificio o en un barrio, ya sé que es complicado pero podría ocurrir. Cuidado, si el juez lo admite, que si estima que se están vulnerando derechos fundamentales, pues la hemos fastidiado.

Tengo que decir que algo que creo que no se hizo bien en España, en general, fue que se quiso salir demasiado rápido del confinamiento, del estado de alarma, y eso no ha sido bueno. Hubo debates políticos y la presión de los sectores económicos, que es de entender porque están muy perjudicados y quieren recuperarse en la medida que puedan. Se ha demostrado que no ha sido bueno, las cosas hay que hacerlas cuando hay que hacerlas.

¿Y qué opina de la gestión de la pandemia en Aragón—

Creo que las cosas se han hecho bien. Se trasladaron a la fase 2 cuatro comarcas, tres de ellas de Huesca, y eso fue una medida que por ejemplo los catalanes tardaron dos semanas más en adoptar, y el brote era el mismo, único. Al final tuvieron que tomar una decisión de mayor envergadura y la gente no podía salir de sus casas. Esto en Aragón no ha ocurrido.

En un momento dado, aquí se adoptaron unas medidas, y yo esperaba que iban a dar resultados antes. De hecho, la verdad es que eran bastante estrictas y algunas de ellas son las que se han recogido después en la normativa que estableció el Ministerio de Sanidad y las 17 comunidades autónomas.

Además, Aragón ha tenido bastante éxito en la detección de contactos en los rastreos, muchos de ellos asintomáticos, de allí las altas cifras de contagios.

En unos días comenzará el curso escolar, ¿piensa que está justificada la intranquilidad de muchos padres al respecto—

Ay, ay , ay... Claro que está justificada, lógicamente. Hay que ponerse en sus circunstancias. En la situación actual la mayoría de los niños pertenecen a familias en las que trabajan los dos, el padre y la madre. Se trata de armonizar la seguridad sanitaria pero también con la conciliación familiar. Es que hay muchas familias que están planteando qué hacen con los niños. Es una situación muy complicada porque en el momento en el que empiece a haber brotes a ver qué pasa.

¿Qué sistemas cree que hay que poner en marcha para proteger a los alumnos "—

Ya no puede haber los mismos niños por aula, si antes había 40, ahora hay que reducir los grupos, quizá a la mitad, de manera que sean 15 o 20 como máximo. Pero habrá que duplicar espacios, lo que antes era un aula ahora son dos. ¿Dónde están esos espacios Hay colegios que sí los tienen, pero otros no tienen disponibilidad. Allí habrá que ser imaginativo y los Ayuntamientos y otras instituciones tendrán que ofrecer instalaciones para que puedan ser utilizadas como aulas. Después está la idea de las clases burbuja, en marcha ya en otros países. También hay que espaciar las entradas y las salidas de los alumnos, mantener la separación en los autobuses escolares... Hay muchas ideas, pero las que sean deben ser efectivas.

¿Cree que la gripe es una amenaza más para este otoño-invierno—

Claro, sin duda. Sabemos que va a venir seguro, esta no falla, nos visita todos los años. En principio hay que recomendar que los grupos más vulnerables no dejen de vacunarse por lo menos para facilitar la situación al sistema sanitario. Habrá gente, cuidado, como todos los años, que contraerá la gripe y de manera grave, bueno pues vamos a tratar de evitar que el virus haga estragos, como hace todos los años. Si se vacuna el mayor número de personas se facilitará el diagnóstico a los médicos porque los síntomas de la gripe y el covid son muy parecidos.

¿Cómo es el coronavirus ¿Qué le hace tan contagioso—

Bueno este es un virus muy singular. Primero, en la parte negativa tiene una alta capacidad de propagación, es un virus muy contagioso, algo que ya estamos viendo. Tiene una parte menos negativa, que es poco patógeno, entiéndaseme bien, comparado con otros virus. El covid es un virus ARN, al no tener ADN en su constitución depende de infectar, si no infecta células no se propaga ni se multiplica. Por eso es un virus que ha encontrado la fórmula magistral, que es su alta capacidad de contagio.

El caso ya paradigmático es el de los asintomáticos , sobre todo entre quienes tienen menos de 40 años, que se infectan, sufren la enfermedad, pero de una manera muy leve, a veces casi inaparente. Esto es bueno, pero complica muchos las cosas. Esta es su diana ideal, personas que se contagian, propagan el virus y así la cadena de transmisión se produce hasta el infinito.

Nombra usted a los asintomáticos, algunos dicen que hay tantos porque las PCR dan falsos positivos, ¿es así—

Hay gente que ataca con frecuencia a las PCR. Para empezar es una buena técnica de diagnóstico, lo que pasa que como todas tiene sus limitaciones. No hay ninguna absolutamente perfecta, te lo digo yo. Ahora bien, evidentemente es una prueba que es muy específica y además muy sensible. Hasta que no haya una carga viral suficientemente importante la PCR puede dar resultados negativos, pero a los dos o tres días da positivo. En general, es muy fiable, y hoy por hoy es la mejor técnica que tenemos, no te quepa la menor duda.

¿Y para cuándo cree que tendremos la vacuna—

Yo fui de los pocos que dije que después del verano, en otoño, tendríamos la vacuna, y no una sino varias. El tiempo me está dando la razón. Los procesos de elaboración de una vacuna son complejos, para determinar que es eficaz y segura, pero cuando hay una razón de urgencia todo se acelera. China tiene en este momento dos vacunas a punto de cumplir todos los requisitos. Aparte, claro, hay que tener la capacidad de producir millones de dosis. Creo que la primera vacuna china estará disponible, posiblemente, en el mes de octubre. Hay otras tres europeas, una la famosa vacuna de la Universidad de Oxford, que está muy avanzada. Después está la vacuna americana, que también tiene muchas posibilidades, y la rusa, lo que pasa es que ante esta somos algo escépticos, aunque Putin diga que la ha probado en su propia hija. Y a lo mejor funciona, no digo que no, pero habrá que demostrarlo porque de ella no se ha publicado ningún trabajo de investigación. Italia, podría tener otra, y una más Alemania.

Parece toda una carrera de fondo, menuda competencia...

La verdad es que hay 160 laboratorios buscando la posibilidad de tener en el mercado vacunas contra el covid eficaces y seguras, nunca había sucedido una circunstancia como esta. Hay mucha competencia, pero también hay que tener la capacidad suficiente para producir dosis para millones y millones de personas.

En Europa se utilizará aquella de se demuestre de verdad que es eficaz e inocua, algo que garantizará la Agencia Europea del Medicamento.

Por fin subirá la inmunidad de rebaño, entonces.

Así es, bien sea porque personas infectadas hayan generado anticuerpos o por la vacuna, llegará un momento en el que el virus tendrá las cosas difíciles porque encontrará que en una población el 60 % está inmunizado.

Allí ya la contención del covid es muy fácil, la capacidad de propagación se reduce enormemente, con lo cual el virus tendría un futuro ya muy negro.

¿Cómo ve usted el futuro ¿Habrá una tercera oleada de la pandemia este otoño—

Vamos a ver cómo acaba la actual, que podría ser que no acabara. Ahora estamos como estamos en agosto, que casi ha terminado. Sigue septiembre, un mes en el que se estimula la retromobilidad. El que se había ido fuera de vacaciones vuelve y ha estado en otros sitios. Ha podido contagiarse y volver a contagiar en su lugar se residencia habitual. Pero en cualquier caso todo va a depender de la vacuna que puede estar disponible dentro de un tiempo razonable, vamos a poner octubre o noviembre. También hay que cumplir las normas, como el uso de la mascarilla y el guardar la distancia de seguridad, que no se pide tanto.

Finalmente, usted que parece tan optimista, ¿puede enviar un mensaje de tranquilidad a los aragoneses—

Lo puedo intentar. A ver porque yo tenía un profesor que me preguntó un día: "¿Usted sabe lo que es un pesimista?", a lo que yo le dije "pues alguien que todo lo ve mal" y él me contestó "no, es un optimista bien informado".

Así que espero no ser ese que decía mi profesor, pero lo que sí que es cierto es que yo no hablo por hablar. Creo que en Aragón lo hemos pasado mal pero ya estamos viendo la luz. Prefiero ser en este momento optimista.

Si disponemos de dosis de vacunas suficientes en septiembre, octubre o noviembre, el virus ya, a partir de entonces, tiene los días contados. Hacerlo desaparecer por completo no será fácil, también lo digo, porque siempre pueden quedar reservorios del virus en una población determinada. Las epidemias se acaban ganando con constancia y haciendo las cosas bien, y no hay más. Hay que aplicar las herramientas que tenemos de prevención, hasta que llegue la vacuna, y ser perseverantes.