Huesca

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CHA considera imprescindible el impulso de un Plan Estratégico para la participación ciudadana y un protocolo de transparencia en Huesca

Su coordinadora, Sonia Alastruey, afirma que la forma de actuar del ayuntamiento es contraria al fomento de la participación y la transparencia

HUESCA.- "No nos sorprende en absoluto que la Federación de Barrios Osca XXI vaya a solicitar la eliminación de la concejalía de participación ciudadana, sin duda es la gota que colma el vaso ante una forma de actuar contraria al fomento de la participación y la transparencia", afirma Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca, en un comunicado.

"Esta praxis del Alcalde Luis Felipe y del Equipo de gobierno supone un auténtico atentado a la participación ciudadana: ¿dónde quedó aquel compromiso incumplido de hacer públicas las actas de los órganos colegiados o rendir cuentas ante la ciudadanía mediante una asamblea pública anual, o someter las decisiones más importantes a consulta ciudadana, cuando ni siquiera se contesta a muchas de las peticiones de información?", se pregunta Sonia Alastruey.

Así mismo, "Desde CHA pedimos un cambio de rumbo total para frente al inmovilismo y desdén, apostar por la redacción de un protocolo de transparencia en el que se indique qué documentos y cómo, sin vulnerar la Ley de Protección de Datos, deben estar en la web, respondiendo a cualquier petición de información en menos de 30 días e impulsando un Plan Municipal de Participación con el objeto de modernizar la administración e implicar a la ciudadanía en la gestión de lo colectivo".

La formación considera que "En Huesca, lejos de avanzar, se están produciendo retrocesos inadmisibles. No deja de ser cierto que en nuestra ciudad la práctica asociativa (clave para la participación ciudadana) está en horas bajas (las dificultades para renovar las presidencias de algunos barrios es buena prueba de ello) pero no es menos cierto que Luis Felipe y su política distante han contribuido en gran manera a ello. Las instituciones públicas en general y los ayuntamientos en particular, con sus prácticas, son claves para impulsar o desactivar la participación ciudadana".

"Cuando la relación con las asociaciones se reduce a pláticas informativas para vender las bondades del proyecto ya definido que tenemos para un barrio, cuando quienes se deciden a participar constatan que su capacidad para influir en presupuestos, prioridad de inversiones, o puesta en marcha de nuevos servicios es prácticamente nula, cuando las tareas de sensibilización para impulsar la participación no existen y se ignora o desprecia cualquier colectivo discrepante con la postura oficial de Luis Felipe y su Equipo de Gobierno, cuando todo esto se da, el caldo de cultivo para el desánimo participativo está más que servido", resume Alastruey.

CHA propone: "Frente al inmovilismo con la participación ciudadana de Luis Felipe, hemos de apostar por un Plan Municipal de Participación que sea elaborado por el conjunto de los departamentos municipales, desde un diagnóstico común y con un compromiso compartido. Es una apuesta por la democracia participativa mediante una política transversal para modernizar la administración e implicar a la ciudadanía en la gestión de lo colectivo, estableciendo, áreas de actuación, líneas de intervención, acciones a realizar y un orden de prioridades".

"Un plan municipal de participación que debe vincular, de una u otra manera, a todos los agentes con presencia en el municipio que son susceptibles de desempeñar una responsabilidad en los procesos participativos y que pueden ser de naturaleza muy diversa: cargos públicos, técnicos municipales, miembros de asociaciones, empresas, sindicatos, otras instituciones y administraciones presentes en el territorio", ha concluido Alastruey.