Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Begoña Sierra, superiora de la comunidad de las Hermanitas en Barbastro: "El nivel de exigencia requiere mucho sacrificio diario"

Reconocimiento público y social al trabajo ante la covid en esta comunidad religiosa

Begoña Sierra, superiora de la comunidad de las Hermanitas en Barbastro: "El nivel de exigencia requiere mucho sacrificio diario"
Begoña Sierra, superiora de la comunidad de las Hermanitas en Barbastro: "El nivel de exigencia requiere mucho sacrificio diario"
Á.H.

BARBASTRO.- La Residencia de Mayores "Saturnino López Novoa" que regentan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados es la más antigua de las cuatro que hay en Barbastro y la única atendida por religiosas que forman parte de la plantilla de 42 trabajadores y trabajadoras para atender a 92 residentes de 98 posibles por capacidad. Al igual que las otras tres que hay en la ciudad ha sido acreedora del reconocimiento público y social, con la entrega del trofeo Ferma 2020, por la excelente labor realizada desde que comenzó la pandemia.

Begoña Sierra, superiora de la comunidad de religiosas en la primera casa fundada en España (27 enero 1873) por Santa Teresa de Jornet e Ibars y el canónigo Saturnino López-Novoa, señala que "ha sido la primera vez en nuestra larga historia que recibimos un reconocimiento oficial de estas características. Es evidente que antes de ahora no hemos sufrido los efectos de la pandemia aunque las hermanas debieron pasar en la antigua casa las consecuencias de la pandemia del año 1919. Las dos situaciones son muy distintas".

Las claves de que no se haya registrado, hasta ahora, ningún caso positivo por Covid-19 entre los 92 residentes y 42 trabajadores, "creo que se guardan todas las recomendaciones y medidas de los gobiernos, central y de Aragón. Además, del empeño común de los trabajadores, trabajadoras y las religiosas destacaría la excelente colaboración de los residentes y sus familias. El mérito es de todos". En cuanto a la dureza de situación, "el nivel de exigencia requiere mucho sacrificio diario por parte de todos. Los residentes han estado confinados mucho tiempo, acostumbrados a una visita diaria y ahora están restringidas".

La responsabilidad se traslada a la plantilla laboral, "todos debemos tener mucho cuidado. En la comunidad, mucho sacrificio de las hermanas y vigilancia constante porque se comparten trabajos". En la situación actual, una jornada cotidiana "se vive en el día a día, se intenta que no haya ningún sobresalto, que los residentes están bien atendidos, se les controla la temperatura dos veces y también a los trabajadores cuando entran. Estamos pendientes del mínimo síntoma".

En la misma línea, "es un esfuerzo añadido a la situación de normalidad pero se realiza con la entrega y confianza necesarias para sacarlo adelante. Al mismo tiempo, nos ponemos en manos de Dios porque es quien nos puede ayudar y es normal que pensemos así en una casa con la referencia de nuestros fundadores".

En la provincia, las Hermanitas regentan dos Residencias en Huesca y en Barbastro, con desigual incidencia, "en la de Huesca han luchado muy fuerte durante el confinamiento y al final han tenido la mala suerte de que ha entrado el virus. Aquí, hasta ahora, no ha sido así y con esto no queremos decir que vaya a entrar o no, hacemos todo lo posible para evitarlo como nuestras hermanas en Huesca. La comunicación entre nosotras es habitual y les damos ánimos por la situación. En la medida que podemos, les acompañamos con nuestra cercanía y en el día a día". La fe de sor Begoña y sus hermanas es inquebrantable, "Dios provee y esto es así de claro".