Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Juan José Badiola: "A partir de marzo bajará la gravedad de los casos, los ingresos y los fallecimientos"

Juan José Badiola: "A partir de marzo bajará la gravedad de los casos, los ingresos y los fallecimientos"
Juan José Badiola: "A partir de marzo bajará la gravedad de los casos, los ingresos y los fallecimientos"
P.S.

HUESCA.- Para el catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, el inicio hoy de la campaña de vacunación contra el coronavirus en Aragón plantea "un horizonte de optimismo". Una vez que vaya avanzando este proceso, expone, "a partir de marzo o abril bajará la gravedad de los casos, los ingresos y los fallecimientos". Pese a estas buenas sensaciones, el epidemiólogo advierte que habrá que controlar las nuevas cepas de la covid-19, para tener "un cálculo más preciso del riesgo que puedan suponer" y, ante todo, alerta de que hay que seguir cumpliendo las normas sanitarias ya que la campaña se extenderá en el tiempo.

Ya está aquí la vacuna de Pfizer, por fin vemos algo de luz...

Sin duda, es una gran noticia. Lo que parecía imposible no ha sido así, se ha hecho realidad. Esto nos va a plantear un nuevo horizonte de optimismo en el combate contra la pandemia. Pero mientras tanto hay que cumplir las medidas que están establecidas, las que todo el mundo conoce: la mascarilla, la distancia social, el lavado de manos y seguir protegiendo a los mayores. Yo siempre mantuve, y lo sigo haciendo, que la mejor forma de prevenir una enfermedad infecciosa es una buena vacuna. Creo que la de Pfizer, que es la primera de muchas más que van a ir apareciendo, es una muy buena noticia. Primero porque había mucha gente escéptica, entre ellos los expertos. Yo fui de los pocos que dijo que llegaría una vacuna para estas fechas.

¿Y qué opinión tiene de esta fórmula que se va a distribuir en la comunidad aragonesa—

Se trata de una vacuna producida por la empresa americana Pfizer y por la alemana BioNTech, que ha recibido mucha ayuda del estado alemán, unos 300 millones de euros. Es obvio que los resultados iban a ser buenos al contar con mucha inversión, buenos investigadores y al final cuando se dan estas circunstancias es raro que ese proyecto falle. Creo que el éxito tanto de Pfizer como de Moderna, cuya vacuna se aprobará próximamente, es el de diseñar estas dosis con el sistema nuevo del ARN (Ácido ribonucleico) mensajero, que envía unas instrucciones a las células contra el covid y es mucho más seguro. Vamos a ver los resultados, pero esperemos que esta vacuna sea muy efectiva, en torno a ese 95 % que han anunciado.

¿Podemos confiar en las vacunas—

Sí, las vacunas son seguras y estas en concreto mucho más porque están realizadas con una estrategia muy diferente y, desde luego, ahora lo que hay que ver son esas nuevas variantes que están apareciendo para saber si van a afectar o no a su efectividad. Yo espero que no, pero llegará un momento que habrá que tener esto en cuenta. El virus cuanto más se transmite más riesgo hay de que aparezcan nuevas cepas porque la covid muta con bastante facilidad. Lo que resulta curioso es que las mutaciones detectadas hasta ahora, afectan sobre todo a la capacidad de propagación. Este es un virus que lo que quiere es multiplicarse, propagarse, por lo que las variantes lo que hacen es incrementar la capacidad de contagio.

De las variantes de Reino Unido no se han detectado aún casos en Aragón. ¿Son tan contagiosas como dicen?

Lo de las cepas inglesas todavía no acabo de verlo muy claro. No sé si detrás de todo esto no hay también alguna forma de justificar que en Reino Unido no se han tomado muy en serio la pandemia. Con todo lo que se supone que somos los españoles y tanto en todo el país como en Aragón, en general, la gente está cumpliendo las normas. Lo que veo a mí alrededor es que los ciudadanos respetan estrictamente las indicaciones sanitarias, salvo algún descerebrado, claro. Pero en Inglaterra ni es obligatorio usar mascarilla. E incluso en los transportes públicos, donde sí hay que llevarla, a pesar de todo hay muchas personas que no la utilizan.

E incluso el primer ministro inglés tuvo al inicio de la pandemia la idea de que lo mejor era que todo el mundo se infectase para conseguir la inmunidad, hasta que le tocó a él, claro, y ese día cambió de opinión porque casi se muere. Además, tampoco han proporcionado datos muy concretos.

¿Tenemos que desconfiar de los ingleses, entonces?

Yo no digo que no sean ciertas estas variantes, lo que pasa es que hasta ahora ha habido muchas mutaciones. Este no es el mismo virus que produjo el comienzo de la epidemia en China. Y además parece que esta cepa se había formado en septiembre, ¿y se dan cuenta ahora? Es un poco raro. Y ahora van y dicen que hay otra de Sudáfrica.

¿Nos tenemos que preocupar por estas cepas?

Bueno, lo que hay que hacer es analizar más esas variantes para tener un cálculo más preciso del riesgo que puedan suponer. Habría que llevar a cabo un proceso de secuenciación de los virus que vayan apareciendo, de los contagios, para conocer bien su identidad. Tendrán que buscar mutaciones y ver la importancia que tienen desde el punto de vista social. Una nueva variante puede hacer que el virus sea más contagioso, que es lo que dicen los ingleses de las suyas. En segundo lugar, puede ser que produzca cuadros clínicos más graves, y por lo tanto que sea más letal. Y además, y esto es algo de lo que no se habla apenas, puede haber variantes que eludan la capacidad diagnóstica. Es decir, se usaría una PCR o un test de antígenos y no se detectaría el virus. Hasta ahora no hemos llegado a este punto, pero quiero ponerlo sobre la mesa porque eso puede ocurrir.

Un paso más sería hacer una epidemiología molecular, que parece una cosa muy rara, pero se trata de saber qué variante en particular está afectando a una población en este momento porque cambian, mutan e incluso a veces se recombinan cepas. Además, así sabríamos hacia qué lugares va cada virus, la dirección de cada variante, y con este conocimiento a lo mejor no hacía falta, por ejemplo, cerrar el tráfico aéreo con todos los países. Desde la epidemiología molecular, en el futuro, también se podrá determinar qué tipo de vacunas se deben enviar a cada zona, según las variantes que afectan a ese territorio.

En Aragón se van a distribuir 12.000 dosis semanales. Va a costar alcanzar la inmunidad...

Esta vacuna tiene un problema, que necesita de dos dosis y eso implica una dificultad logística porque cada persona debe recibir otra inyección a los 21 días. No tenemos que correr demasiado porque esto llevará su tiempo. Supongo que el Gobierno de Aragón lo tendrá todo calculado en función de la población. Al fin y al cabo el acto de vacunar es algo sencillo. Sí que habrá que realizar una observación ante la posible aparición de alguna reacción adversa porque esto siempre puede ocurrir y más al principio de una campaña así. Creo que hasta que se establezca bien el sistema, será un proceso más lento y después todo irá sobre ruedas.

¿Qué le diría a la gente que piensa que como ya está aquí la vacuna… ancha es Castilla?

No, para estos es como si no estuviera (risas). Porque claro la vacuna va a hacer primero un efecto sobre quienes la reciban, no sobre los no vacunados, que van a ser la mayoría durante bastante tiempo. Y además entre los que se vacunen parece ser que el efecto se produce a partir de la segunda dosis. Hablamos entonces de tres semanas más tarde después de recibir la primera. Es decir, que hasta que el programa de vacunación se despliegue de una manera mucho más masiva y generalizada, como si no hubiera vacuna. Esto es lo que hay que decirle a la gente.

Hay quien da por hecho que en enero habrá una cuarta ola en Aragón, ¿qué opina?

Es difícil hacer previsiones hasta que no pase la Navidad, que confío en que la vamos a superar bien. Espero que si nos comportamos, aunque haya una elevación ligera de casos, no sea excesiva. No me atrevo a afirmarlo, pero la tendencia general es que haya una cuarta ola, que reflejaría situaciones anteriores como las compras navideñas, con momentos en los que en los centros comerciales ha habido demasiada gente.

¿Cuándo calcula que llegará esa ansiada normalidad?

De aquí al verano, hasta que haya un número importante de vacunados estamos inermes. En mayo o junio llegará una época con una cobertura de personas vacunadas muy amplia, por lo que vamos a ver también cómo va reaccionando la pandemia. Como cada vez habrá más inmunidad, por ejemplo al vacunar a los mayores, el número de muertes debería disminuir al igual que los ingresos hospitalarios. Vamos en buen camino y esperemos que no se tuerza.

Entonces, ¿el verano marcará un antes y un después?

Casi afirmaría ya que tendremos un verano muy diferente al anterior. Podremos estar más seguros, más confiados y disfrutar.

Seguirá habiendo contagios pero sin el efecto letal que tienen ahora. Esto se produciría después de vacunar al 80 % de los mayores y a partir de marzo o abril calculo que bajará la gravedad de los casos, los ingresos hospitalarios y los fallecimientos. Esto sería un buen indicador de que la vacuna está haciendo su efecto. Si esto sucede no se bloquearán las UCI, que es la parte más temida de la pandemia. Y el margen de recuperación de la economía será mayor. La restauración, el comercio, la cultura y otros sectores irán normalizando su situación a partir de mayo.

Parece que en 2021 todo será mucho mejor....

Seguramente sí, pero el próximo año tendremos que seguir cumpliendo las normas porque el proceso de vacunación va ser gradual, por grupos de población. En nada saldrá la vacuna de Moderna, que se va a autorizar a primeros de enero, con lo cual habrá más dosis disponibles.

Y parece que la empresa inglesa AstraZeneca, la vacuna de la Universidad de Oxford, también se incorporará, así que dosis va a haber suficientes para todos los europeos. A lo mejor en un momento determinado deciden acelerar el proceso de vacunación, pero en principio el objetivo marcado es que haya unos 20 millones de personas vacunadas en torno a mayo o junio.