Nelia Oliva: "Espero que podamos seguir teniendo recursos para la investigación contra el cáncer"

¿Qué te llevó a ser voluntaria?

- Hace dos años y medio tuve cáncer. Que ellos me ayudasen tanto cuando yo lo pasé hizo que en el momento en que empecé a encontrarme mejor sintiese la necesidad ya no de devolverles lo que habían hecho, sino de simplemente agradecérselo de alguna manera.

¿Por qué elegiste la AECC?

-Es una asociación muy conocida ya de primeras. Además, los voluntarios tenemos un gran sentimiento de pertenencia y eso se nota. Para mí, los voluntarios son mi otra familia.

¿Qué te reporta esta labor personalmente?

-Pues la verdad es que hasta hace poco no me daba cuenta de cuánto me ayuda a mí hacer esto. Ahora, con el contexto de la pandemia, me hace mucha falta. Es algo que te compensa totalmente las horas que le dedicas. Me enriquece y hace que me sienta muy bien. Al menos eso me provoca a mí.

¿Cómo está afectando la pandemia al voluntariado?

-En estos momentos, hacemos muy pocas cosas. Yo me dedicaba a ir a la séptima planta del hospital, la de oncología. Es un sitio triste y desagradable. Allí acompañábamos a las personas que iban a consulta: nos sentábamos a tomar un café y hablábamos con ellas para tranquilizarlas. Desde que empezó la pandemia no hemos podido hacer nada de esto. Lo único que deseo, eso sí, es que, a pesar de la pandemia, podamos seguir teniendo recursos para la investigación contra el cáncer.

¿Por qué animarías a otras personas a hacerse voluntarias?

-Animaría a todo el mundo a apuntarse como voluntario en esta o en otras asociaciones. Para ser voluntario sobre todo hay que tener mucha empatía y en el caso de la AECC también hay que tener mucho respeto, porque cada persona sobrelleva esta enfermedad a su manera, y todas son correctas y respetables. Una cosa importante es que los voluntarios siempre están ahí también para ti.