Huesca

CONGRESO

Medir para transformar la Responsabilidad Social, nuevos tiempos en el Congreso Internacional

Protagonismo oscense en la cita de Zaragoza del 10 al 12 de febrero con formato híbrido

Medir para transformar la Responsabilidad Social, nuevos tiempos en el Congreso Internacional
Medir para transformar la Responsabilidad Social, nuevos tiempos en el Congreso Internacional
S.E.

HUESCA.- El 7º Congreso Internacional de Responsabilidad Social cambia de piel por las circunstancias, retorna al salón de actos de Caja Rural de Aragón en Zaragoza en su parte presencial y adquiere una mayor universalidad por su formato virtual, dentro de una edición que, bajo el epígrafe Medir para transformar, tiene una importante presencia oscense comenzando por su directora, Nita Macía, y siguiendo por miembros del Comité Científico como Antonio Javierre y David Lafuente.

La cita bienal, que arrancó hace 14 años, parte de la experiencia de evolución congresual y de un concepto hoy inequívoco. "Si no eres capaz de medir el impacto, no tienes ninguna posibilidad de saber cómo contribuir a minimizarlo si es negativo, o potenciarlo si es positivo", asegura su directora.

Grandes ponentes nacionales e internacionales debatirán del 10 al 12 de febrero en torno a un programa que contempla cinco mesas de diálogo: El propósito, medición de impacto; Transparencia, el impacto de la fiscalidad; Medio Ambiente, evaluar para actuar; Empleo, impacto social; y Salud, Seguridad, Privacidad, el comienzo de una nueva era. En la jornada previa se desarrollarán dos seminarios sobre medición del impacto, por un lado, y Formación y modelo educativo por otro.

UNA OPORTUNIDAD

Nita Macía se muestra entusiasmada ante el resultado organizativo en unas circunstancias complejas. "Va a ser híbrido, porque los ponentes vendrán algunos en presencial y otros "online", pero el público estará "online". El salón de Caja Rural en Zaragoza acogerá la inauguración y otros actos".

La consultora oscense no duda en asegurar que se trata del "evento más importante a nivel nacional y casi internacional de este sector de entre los que se han mantenido en el tiempo".

Considera que la periodicidad es una de sus fortalezas. "El ser bienal nos da fuerza y perspectiva para definir la evolución. No está contemplado como un negocio, sino que es un congreso de divulgación, y necesitamos ver en el año de carencia cómo evoluciona. Hemos pasado de ser un movimiento altruista y voluntario a otro que exige un compromiso de gestión en todas las áreas".

Otra de las claves es la propia metodología organizativa. "Es un congreso muy participativo. Somos el único comité científico que de verdad tiene que currar. Sólo es fijo que se celebra en torno a San Valentín, cada dos años y en Zaragoza. El resto, título, la distribución temática, qué personas participan es definido por el comité de 19 personas. Ponemos en marcha dinámicas de participación. Cuando decidimos el título, vamos a por los subtítulos con las mesas y a partir de ahí elegimos las personas que van a capitanearlas. Económicamente, intentamos que no nos genere pérdidas. Publicamos las cuentas, las aportaciones, gastos. Es la transparencia obligada".

Conferenciantes y ponentes de gran prestigio mundial concurren en el programa, desde la presidenta del Pacto Mundial en Latinoamérica hasta la exdirectora ejecutiva de GRI, pasando por referentes de la Responsabilidad Social de los cinco continentes. "El nivel de ponentes obedece a que el Comité Científico propone y el que ha propuesto se encarga de conseguir a los ponentes. Hay un compromiso personal que es una maravilla", explica Nita Macía.

RS, HERRAMIENTA DE GESTIÓN

Siguiendo la idea de Peter Drucker de que la principal responsabilidad social de la empresa es ganar dinero, se ha producido una gran revolución en este ámbito: "La empresa tiene que decir cómo y para qué toma sus decisiones. Incorporamos los propios ODS no como una herramienta de marketing, sino como una herramienta de gestión. Son 17 objetivos con 169 metas y dices si las cumples o no. Todas las tendencias nos llevan hacia ahí. Estás generando un cambio positivo en la sociedad si eres capaz de demostrarlo, no porque tú lo digas. La RS no tiene que estar en el ADN, sino en el plan estratégico. Tienes que decir cuáles son las herramientas para cumplirlo. Hay que meterse en harina, porque lo exige el mercado".

La experiencia demuestra que la coyuntura actual no es un obstáculo, sino que puede ser un estímulo. "Las cosas hay que hacerlas de otro modo. Quizás el planteamiento que nos teníamos que haber hecho ya es que un congreso de divulgación científica vaya a estar condicionado por si la gente está en el sitio o no. Quizás la crisis ha puesto en evidencia que, para hacer esto, no hace falta que venga un señor de México a hablar quince minutos y que, como no tengo dinero para pagar el billete, no puede venir. Puedo entender que una feria necesite el espacio de intercambio, pero lo importante de un congreso es el intercambio de experiencias y conocimientos. El objetivo de este evento no es llenar los hoteles, que ojalá se llenen siempre, sino que el fin principal tiene que mantenerse, porque, si no, nuestra capacidad de crecer muere".

Por eso considera que es responsabilidad de los organismos que congresos se sigan haciendo y que la ciudad brille. Hoy, hay plataformas que contribuyen incluso a una relación entre los congresistas importantes. Sólo hay que investigar en el mercado. Nita Macía afirma estar "entusiasmada porque se nos abre una oportunidad única por la accesibilidad que se ofrece a todo el mundo para que asista al Congreso, igual que voy a poder tener un título de Harvard porque he cursado clases por ordenador de Harvard".

Está orgullosa de la presencia oscense. "Antonio Javierre y David Lafuente son dos puntales del Comité Científico, y hemos descubierto a Lara Giménez, de la consultora Ladera de Huesca, que es una maravilla en la medición de impactos".

MEDIR PARA ACTUAR

Sólo desde la medición se puede mejorar, asegura la directora del Congreso. "A veces llevamos a cabo una acción que nos parece medioambientalmente correcta pero, si la mides, percibes problemas o incluso más ventajas. Si vives en un pueblo remoto y reciclas tu cristal, si mides la cantidad de impacto con el reciclaje y el que emite quien viene a recoger tu botella de cristal, quizás no puede merecer la pena. Incluso opciones que te parezcan adecuadas, cuando haces la medición, no son positivas. Hay que hacer ese ejercicio. Y, en función del resultado, decides hacia dónde diriges tu acción para transformar el mundo". Hoy, sobran las herramientas y las tecnologías abren grandes oportunidades.

Apunta Nita Macía la importancia de que la Responsabilidad Social también sea individual. "¿Cómo pides responsabilidad a un gobierno o empresa si tú no eres responsable? Creo que hay responsabilidad individual y que debiera darse como asignatura obligatoria en las escuelas, hay que implicarla en la educación. Al final, una empresa o una administración es un conjunto de personas. Eso sí es el verdadero ADN, no que lo digas o lo pongas en un portfolio. Si, como consumidor, tienes esos valores, vas a comprometerte. Eso pasa mucho en el turismo, que la gente viaja o comparte experiencias acordes con los valores propios. Tenemos que trabajar la responsabilidad individual y medir si somos buenos en la parte cívica".

Tiene confianza en la evolución de un consumo más responsable. "Tenemos todos claro lo importante que es comprar en los mercados de proximidad. No sé si estamos maduros para hacerlo, pero hemos dado un paso sabiendo que es necesario. Y se ha conseguido que muchos productos de empresas responsables ahora sólo sean levemente más caros. Si hay una sensibilización y un más alto consumo, pueden bajar un poco el margen. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Concluye con un deseo y una convicción: "La responsabilidad individual va creciendo. Igual que somos más conscientes y exigentes, nuestros hijos son más sensibles que nosotros".