Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

El Instituto Ramón y Cajal de Huesca reclama más espacios

El centro solicita a Educación que dé una solución a la carencia de aulas

El Instituto Ramón y Cajal de Huesca reclama más espacios
El Instituto Ramón y Cajal de Huesca reclama más espacios
D.A.

HUESCA.- El IES Ramón y Cajal de la capital altoaragonesa ha hecho todo un encaje de bolillos este curso para distribuir a sus alumnos por el centro de manera que se cumplan las distancias de seguridad frente al coronavirus. Pero todo tiene un límite y este instituto oscense ha comunicado a las familias su preocupación ante la falta de espacio a la vez que tiene pendiente una reunión con la Dirección Provincial de Educación para abordar esta carencia.

El centro ha convertido en aulas la biblioteca y la sala de claustros, que se han llenado de pupitres. Lo mismo ha pasado en su museo de ciencias naturales y en un guardarropa, pero tal y como explica la directora de este instituto, Amparo Roig, ni con este aprovechamiento máximo de espacios se puede hacer frente al incremento de alumnos previsto para el curso que viene.

Amparo Roig plantea que el IES Ramón y Cajal lleva años esperando un proyecto de ampliación del centro y advierte que todavía "se está a tiempo de poder solucionar la falta de espacio de cara al curso que viene, pero para eso hay que tomar decisiones ya". Tanto Amparo Roig como el resto de docentes del instituto están preocupados por el curso que viene, ya que la previsión es que se pase de 532 a 580 estudiantes sólo de ESO, a los que hay que sumar también los de Bachillerato y FP, y de 90 a 100 profesores. "El año que viene recibiremos a 50 niños más de los que ya tenemos. Lo que nos planteamos desde el equipo directivo es que necesitamos una solución desde las administraciones. Que nos digan en junio cómo lo vamos a hacer", plantea. Y recuerda que después de reivindicarlo durante varios años, a finales de 2019 el instituto comenzó un proyecto con el compromiso de la Dirección Provincial de Educación de construir un nuevo aulario en un lateral del pabellón, que incluiría tres aulas polivalentes, un almacén y un despacho para uso de asignaturas específicas.

Posteriormente se realizaron unas correcciones del proyecto elaborado por el centro, presupuestado en unos 200.000 euros, y se llegaron a hacer catas a finales de febrero 2020, pero "desde entonces no ha habido ningún avance. Ahí nos quedamos, llegó la pandemia". Para la directora esta situación es muy limitante. "Este año hemos tenido que quitar el aula de música, la de plástica, la biblioteca y un aula de tecnología, para acoger a los alumnos que hubiese albergado esa nueva obra, que se supone que se tiene que hacer", comenta.

Las Ampas del Ramón y Cajal y de los colegios que están adscritos al centro, que son el Juan XXIII y el Parque de Huesca y los centros de Tardienta y Bolea, se reunirán el próximo lunes para estudiar posibles acciones a emprender para conseguir acelerar las prometidas obras de ampliación.