Lorena García, directora de la Bibllioteca Pública de Huesca: "Estudiar en casa está siendo un problema para los estudiantes"

HUESCA.- La llegada del coronavirus el pasado mes de marzo ha llevado a la población de todas las edades a cambiar gran parte de sus hábitos. Los más pequeños tienen que mantener sus grupos burbujas, los adolescentes se han tenido que acostumbrar a la semi presencialidad de las clases, y a los universitarios no les ha quedado "más remedio" que volver al escritorio de su habitación para enfrentarse al primer periodo de exámenes del curso, ya que las pocas salas de estudio que se encuentran abiertas tienen el aforo muy reducido.

Otras salas, como es el caso de la que se encuentra en la Biblioteca Pública de Huesca -que actualmente está cerrada-, ha ido abriendo y cerrando sus puertas según la normativa bajo la que se encontraba la ciudad en cada momento. Pero cuando ha estado disponible, desde el centro exigían una reserva previa del puesto de lectura para facilitar una mayor seguridad sanitaria, de esta forma quedaban registrados los datos de las personas que acudían hasta esta instalación, y también se aseguraba el cumplimiento del aforo. Además, se utilizaban las horas del mediodía para desinfectar todos los puestos.

"Nada me gustaría más que poder dar más servicios presenciales, garantizando el acceso a la cultura en igualdad de oportunidades", lamenta Lorena García, directora de este centro, quien es consciente de lo que está suponiendo para muchos universitarios y opositores tener que estudiar en sus casas, puesto que "no es fácil concentrarse si tienes hermanos pequeños, o hay ruidos en tu habitación".

García reconoce que "todo esto no deja de ser un problema para todos", y por ello han recibido "algunas quejas" por no tener abierta la sala de estudio en época de exámenes, ya que las salas de las facultades universitarias sí lo están, pero "la mayoría de los estudiantes asumen las decisiones que se están tomando desde el centro".

"Entiendo que en las bibliotecas de las facultades se puede respetar en mayor medida el grupo burbuja", expresa la directora, además, apunta que en la universidad "tienen sistemas de control de aforo que aquí no nos podemos permitir".

En el caso de la biblioteca de la Facultad de Empresa y Gestión Pública del campus de Huesca, su director, José Manuel Ubé, lamenta que debido a las medidas que hay que llevar a cabo, "no ha habido posibilidad de poder abrir la sala de estudio durante más horarios", ya que un solo guardia de seguridad no puede realizar los controles como es debido; "mientras está el personal de biblioteca en su jornada laboral sí que se vigila la entrada, además se le asigna un puesto específico a cada estudiante".

Ubé destaca que durante el periodo de exámenes, desde primera hora de la mañana ya están todos los lugares ocupados permanentemente -con el aforo actual sólo disponen de 23 sitios, frente a los 101 de los que disponían anteriormente-, lo que lleva a algunos de los universitarios a quejarse por la falta de espacio para estudiar.

En este sentido, Ubé subraya que para evitar que entre personal externo, el acceso está restringido a usuarios que posean el carnet vigente de la Universidad de Zaragoza o usuarios que tienen un convenio con ella.

Además, en otras ocasiones se habilitaban salas del centro para ampliar el aforo en días puntuales y permitían el acceso a personas externas, pero "ahora esto es imposible de realizar", explica el director.

OTROS SERVICIOS

En lo que respecta al resto de servicios de estas bibliotecas, en ambas está operativo el préstamo de libros, así como el servicio de préstamos en red e interbibliotecario. Pero en cuanto a otras actividades, García lamenta que debido a la imposibilidad de realizarlas presencialmente. como cuentacuentos, lecturas o presentaciones, las están realizando a través de las redes sociales del centro. Así mismo, la sala infantil y la hemeroteca de la Pública seguirán cerradas.