Huesca

DERECHOS SOCIALES

María Victoria Broto: "Hemos comprobado la importancia del derecho a la vida y a la salud"

La Consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, responsable de residencias

La Consejera de Derechos Sociales María Victoria Broto
La Consejera de Derechos Sociales María Victoria Broto
G.A.

¿Qué aportan los premios Cuarto Pilar entregados este miércoles a quienes son merecedores de ellos?

-Los premios quieren visibilizar los servicios sociales y las buenas prácticas, la calidad y la excelencia y este año han sido especialmente emotivos. Joaquín Santos, gerente de Servicios Sociales, tuvo claro desde el día de su nombramiento la celebración de esta gala. En los inicios de nuestra andadura no pudo celebrarse. La gestión y puesta en marcha de la Ley de Servicios Sociales no nos dejó un respiro para los actos lúdicos. Una vez organizado el IASS, y avanzada la gestión de la dependencia, se comenzó a preparar la gala de los premios. Nos ha alegrado mucho estar juntos, este año virtualmente, y compartir experiencias de los diferentes ámbitos que trabajamos. Cuando el 20 de febrero de 2020 celebrábamos la tercera gala, no imaginábamos la crudeza de lo que nos esperaba.

La covid ha puesto a prueba los Servicios Sociales. ¿Qué actividades especiales han desarrollado durante la pandemia?

-La covid ha puesto a prueba a toda la sociedad. Los Servicios Sociales han sido un servicio esencial que ha tratado de dar respuesta a las dificultades de la ciudadanía. Los trabajadores se han implicado activamente para responder a las necesidades de las personas. Han tratado de ser su mano, sus ojos, su apoyo, una luz en medio de la oscuridad. No ha sido fácil ayudar a los mayores, menores, personas con discapacidad, residentes y familiares, personas vulnerables. Se ha puesto todo el trabajo y empeño.

La gestión de la pandemia ha sido muy dura en los centros residenciales. La lucha con la enfermedad, la toma de decisiones, el dolor son temas de un profundo pesar en la sociedad. Se han tenido que tomar decisiones duras para preservar la salud y a la vez mantener el equilibrio emocional. Nunca agradeceremos suficientemente a los trabajadores su esfuerzo.

¿Qué habría que mejorar en el sistema, si hay algo que mejorar, hablando de la Red de Servicios Sociales de Aragón?

-La covid ha puesto en valor el Servicio Público de Servicios Sociales. Nunca se había visibilizado con tanta fuerza. La experiencia nos ha hecho reflexionar sobre muchas cosas, ha demostrado la necesidad de contar con material de protección y con empresas capaces de dar respuesta a esa necesidad. Las residencias son lugares asistenciales y de convivencia y ante la pandemia, la coordinación con el Sistema Sanitario se ha manifestado como vital. Debemos debatir sobre los cuidados de los mayores en su entorno siempre que sea posible. Toda la sociedad debemos pensar hasta qué punto estamos dispuestos a esforzarnos por nuestros mayores y aportar recursos para su bienestar.

Residencias, hogares, están retomando poco a poco la actividad. Si se pudiera poner una fecha, ¿para cuándo se podría hablar de normalidad?

-Se está concluyendo con la vacunación de los residentes en los centros de mayores y de personas con discapacidad. En la provincia de Huesca tenemos sólo dos residencias con brotes y ningún residente positivo y 3 trabajadores positivos. Poco a poco podemos ir volviendo a la tranquilidad. Sueño con un verano normal.

¿Y de esas tan deseadas visitas de los familiares a los usuarios de las residencias de personas mayores?

-Esta semana hemos vivido el momento más feliz del último año al poder anunciar una flexibilización importante en las restricciones que han vivido las residencias, autorizando visitas de hasta cuatro familiares y rebajando a menos de diez días el tiempo mínimo que los residentes pueden salir de los centros; eso sí, siempre que estén vacunados. Los familiares y residentes están deseando encontrarse. Han sufrido mucho. El aislamiento y la soledad han sido muy duros. Los encuentros tan necesarios van a ser muy emocionantes.

Durante la pandemia hemos visto que residencias específicas como La Abubilla en Yéqueda, que ahora cierra por falta de demanda, han sido claves. ¿Hay un planteamiento para montar centros de este tipo?

-El Centro de Yéqueda ha sido fundamental para ayudar a la gestión de la pandemia. Se han derivado residentes para poder organizar mejor los centros. Se han salvado muchas vidas gracias a este servicio. Ha sido una de las mejores medidas de las que se han tomado, la apertura de este centro. Agradecemos mucho al centro su disponibilidad y la profesionalidad de los trabajadores. Con la evolución de la pandemia se ha decidido mantener abierto el centro covid de Casetas para dar respuesta a posibles necesidades y se cierran, como bien ha dicho, La Abubilla de Yéqueda (que ha atendido a 159 personas) y el centro de Gea de Albarracín (por donde han pasado otras 111).

Desde que usted es responsable de la Consejería de Derechos Sociales, la sociedad ha percibido un cambio en la tradicional Ley de Dependencia. ¿Qué retos tiene su Departamento para con esta Ley?

-La Ley de Dependencia aprobada en 2006 ha sido el avance más importante en materia de Servicios Sociales en nuestro país. Desde nuestro Gobierno se ha hecho un gran esfuerzo en la evaluación y prestaciones de las personas en situación de dependencia. En la provincia de Huesca 9.408 personas son atendidas por la Ley de Dependencia. El esfuerzo presupuestario de Aragón ha sido muy importante. Siempre hemos reclamado al Gobierno de España su contribución a la financiación de esta Ley. Afortunadamente en los presupuestos de 2021 se ha incrementado en 600 millones la partida de Dependencia, lo que nos permitirá llevar a cabo un plan de choque e incrementar el número de personas atendidas.

¿Qué objetivo le gustaría ver cumplido al acabar este 2021?

-Me gustaría ver la luz al final del túnel. Recuperar la normalidad personal, social y política. Desearía que los sectores que han sufrido como consecuencia de la crisis pudieran recobrar la actividad habitual. Nunca olvidaremos este año, el sufrimiento de muchas personas, su soledad. Recordaremos siempre a los que nos han dejado. Hemos comprobado nuestra vulnerabilidad y la importancia del derecho a la vida y a la salud. Queremos olvidar, aprender de lo vivido y recuperar la normalidad. Superar juntos un escenario tan difícil.