Huesca
en colaboración con amephu

“Las compañías con diversidad de género tienen más opciones de ganar rentabilidad”

Carmen Fernández es presidenta de la Asociación de Empresarias de la Provincia de Huesca (Amephu) y del club BPW.

Carmen Fernández forma parte del comité ejecutivo de CEOS-Cepyme Huesca y de la Cámara.
Carmen Fernández forma parte del comité ejecutivo de CEOS-Cepyme Huesca y de la Cámara.
Pablo Segura

¿La existencia de Amephu evidencia que queda mucho por recorrer?

Mientras en la práctica existan desigualdades por razón de género, serán necesarias organizaciones que trabajen para conseguir esa igualdad real que, a pesar de los logros, no existe a día de hoy. Asociaciones como Amephu son un elemento clave para lograr la igualdad de derechos económicos de la mujer.

Recientemente su asociación conmemoró el Día de la Igualdad Salarial, ¿va más allá de igual empleo igual salario?

-La brecha salarial, que tiene su origen en los roles de género, y que se origina porque las mujeres ocupan categorías laborales más precarias, sufren más temporalidad y parcialidad no deseada, soportan la carga de los cuidados familiares… tiene un efecto de gran alcance para las pensiones y un efecto también negativo sobre la actividad económica.

¿Es importante la unión de las mujeres en organizaciones?

-El papel de las asociaciones de mujeres tiene una gran importancia. Somos esenciales para promover la igualdad y además contribuimos al empoderamiento de las mujeres.

¿Se enfrentan a más dificultades las emprendedoras y empresarias por ser mujeres?

-Ha aumentado el número de mujeres empresarias, aunque en menor medida que el de hombres debido a factores socioculturales y económicos. En general hay mayores dificultades para obtener financiación, la conciliación laboral y familiar es complicada y los estereotipos (menor compromiso con la empresa, menos capacidad para obtener beneficios, más vulnerables a la presión, mala gestión de las emociones) juegan en su contra.

¿La pandemia ha afectado especialmente a la mujer?

-La pandemia ha puesto más en evidencia la desigualdad de género, perjudicando en mayor medida a las mujeres y agravando las dificultades a las que habitualmente se enfrenta debido a su presencia en la primera línea sanitaria, ya que son la principal fuerza laboral en el sector de la salud, a su mayor peso en los sectores más afectados (hostelería, servicios, comercio) y a su mayor responsabilidad en el ámbito de los cuidados realizando más trabajo doméstico y de cuidados familiares. Además, las medidas de restricción de la circulación y aislamiento social, generó un aumento de la violencia de género.

¿Cree que la mirada de mujer es vital en una empresa?

-La diversidad, incluida la de género, es un valor para la empresa y crea una ventaja competitiva porque la hace capaz de enfrentarse a nuevos entornos y oportunidades. Las compañías con diversidad de género tienen más probabilidades de obtener una rentabilidad económica superior a la media de su sector. Por lo tanto, la presencia de las mujeres es fundamental.

"Es más difícil lograr financiación y sufre los estereotipos"

Techo de cristal, mayor temporalidad… ¿cómo ve la situación en la provincia?

-La mujer sufre diversas brechas de género. La tasa de empleo femenina es menor que la masculina. La tasa de temporalidad es mayor, las mujeres trabajan más a tiempo parcial porque no encuentran empleo a tiempo completo. Las mujeres abundan en ocupaciones no cualificadas y ocupan menos puestos de responsabilidad (techo de cristal). Como consecuencia , los salarios son inferiores (brecha salarial) y en el futuro también lo serán sus prestaciones y pensiones.

¿Cuál es el papel que ejerce la empresaria rural?

-Es transcendental el papel de las mujeres en el mantenimiento y fijación de la población en el territorio así como en el desarrollo de las zonas rurales. El autoempleo es una de las opciones. Los servicios precarios con los que cuentan los pueblos, la falta de comunicación, la brecha digital o la ausencia de medidas para impulsar la formación, son obstáculos para que las mujeres se puedan desarrollar económica y empresarialmente en el mundo rural. Es preciso revertir esta situación.

¿Cuáles son las reivindicaciones de Amephu para este 8M?

-Mayor número de mujeres en los puestos de toma de decisión; impulsar la cultura de la diversidad y el liderazgo femenino; visibilizar a las mujeres en aquellos campos masculinizados como la investigación, la ciencia, puestos de dirección de la empresa...; mejorar la regulación y financiación de la conciliación; y avanzar hacia la paridad en la corresponsabilidad doméstica y familiar.