VOLUNTARIADO
Clementina Sallán: “Vi que podía hacer algo, que les podía ayudar, y me ofrecí”
Colabora con la Asociación Alzhéimer Huesca
¿Qué le llevó a ser voluntaria?
-Fue por la casualidad. Vi que podía hacer algo, que les podía ayudar y me ofrecí de voluntaria porque disponía de tiempo, ya que estoy jubilada. Además, mi padre tenía alzhéimer y vi que le ayudaban mucho, así que decidí hacerme voluntaria.
¿Cómo está afectando la pandemia al voluntariado?
-En este caso, por las medidas de la covid-19, la gente que no trabaja en el centro no puede colaborar. Llevo un año sin poder hacer nada. Antes sí que salía a pasear con las personas de la asociación, pero ahora no puedo ir allí porque no soy trabajadora del centro.
¿Por qué motivo escogió esta entidad?
-Porque mi padre, que padecía de alzhéimer, estaba en este centro, y entonces vi que era muy apropiado. Un día, fui a buscarle, porque normalmente él viene con transporte, y observé cómo lo sacaban a pasear y cómo lo cuidaban. Allí fue cuando les dije que, si necesitaban una mano, me tenían a mí.
¿Qué le reporta esta labor?
-Cuando podía ir, era una labor muy gratificante. Los sacaba a pasear casi todos los días de 12:30 a 13:30. Me lo pasaba muy bien, disfrutaba, y además veía que las personas te lo agradecían y eso vale mucho. No tiene precio ver esa sonrisa de correspondencia cuando ayudas a alguien que lo necesita.
¿Por qué animaría a otras personas a hacerse voluntarias?
-Pienso que eso es cosa de cada uno. En mi opinión, siempre que puedas ayudar a alguien o hacer un bien, hay que hacerlo. Si yo estoy en un apuro, me gusta que me ayuden, entonces si yo puedo ayudar, o decirle a otras personas que ayuden, yo creo que esto vale mucho. Necesitamos un poco de humanidad, que yo creo que en estos tiempos está un poco perdida. Ahora mismo nos hace falta más que nunca.
