CRISIS DEL CORONAVIRUS
Javier Olivera, psiquiatra: “Han aumentado los trastornos de adaptación, las depresiones y los cuadros de ansiedad”
El especialista oscense advierte de que este tipo de problemas pueden ir a más
Al estrés agudo que ocasionó la pandemia inicialmente le han seguido otros efectos que tanto en la población general como en las personas con patologías mentales han hecho “estragos” y siguen latentes un año después.
El confinamiento, la falta de actividad, el problema económico asociado, el de aislamiento... “Todo esto tiene unas consecuencias, muchas personas se han visto desbordadas y afectadas por los trastornos de adaptación, las depresiones, las reacciones de duelo complicadas y los cuadros de ansiedad. Estas son las patologías que más han aumentado y que estamos en alerta de que vayan a más”, según explica Javier Olivera, psiquiatra oscense y secretario de la Sociedad Española de Psicogeriatría. En cuando a la población general, indica que la pandemia de la Covid-19 ha provocado trastornos de adaptación al tener que asumir una situación nueva “que es perjudicial y traumática”.
En este sentido, añade, “apareció una enfermedad, además con riesgo mortal, muy contagiosa y lo primero que se produjo fue una reacción de miedo”.
El estrés prolongado, detalla el experto, genera cansancio y tristeza por el hecho de haber tenido que abandonar actividades y relaciones sociales. Además, se refiere a todas las personas que están en duelo porque han perdido a un ser querido y a los que sufren de “sentimiento de culpa por no haberse podido despedir. Los mayores ingresaban en el hospital, iban a la UCI o a la zona covid, ya no se les podía visitar y no los volvías a ver”. Esta misma sensación invade a aquellas personas que sin saberlo han llevado el virus a casa, “y alguno de los miembros de la familia ha fallecido”. En cuanto a la población especialmente vulnerable, como por ejemplo los enfermos con trastornos mentales graves indica que “esta situación todavía ha intensificado más su estado”.
El psiquiatra hace alusión a los pacientes del centro de Rehabilitación Psicosocial de Huesca, que no han podido realizar salidas en todo este tiempo para no contagiarse. Y los mayores que han estado en residencias, “además que han visto fallecer a muchos compañeros, no han podido salir ni recibir visitas”, apunta. Asimismo, hace alusión a las personas que ya tenían ansiedad o trastornos obsesivos antes de la pandemia, “que con el coronavirus han tenido muchos más temores y más miedo al contagio”.
En cuanto a los mayores comenta que al quedarse en casa han perdido capacidad cognitiva y memoria. “Los mayores han sido uno de los colectivos más afectados. Y ahora los que nos tememos es que, aunque la vacuna disminuirá los casos, comenzaremos a ver las consecuencias de todo este tiempo de parón económico y de perdida de familiares”, concluye.