Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Juan José Badiola: “A quien se ha puesto la primera dosis de AstraZeneca le diría que remate la faena”

El experto valora que en el proceso de vacunación “hay más piedras de las que esperábamos” y aboga por inmunizar cuanto antes a los mayores de 60 años

Juan José Badiola.
Juan José Badiola.
S.E.

El director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, valora de forma positiva que continúe la vacunación con AstraZeneca, fármaco del que se han suministrado hasta la fecha 25.652 dosis en Aragón. El epidemiólogo asegura que la Agencia Europea del medicamento (EMA) “ha hecho lo que tenía que hacer” al dar de nuevo luz verde a esta fórmula, cuya dispensación quedó suspendida este pasado lunes al vincularse con posibles casos de trombos.

Aragón recuperará la vacunación con AstraZeneca a partir del próximo miércoles, algo que ve bien Juan José Badiola, quien a pesar de las posibles dudas que puedan surgir entre la población anima a seguir con este proceso.

¿Estaba justificada la suspensión de la vacunación conAstraZeneca? ¡Menudo caos se ha montado!, ¿no cree?

—Cuando hay un problema de este tipo y la gente percibe, y con razón, que hay una reacción adversa a un fármaco que puede ser importante y tener carácter grave para la persona que la sufra, la población se asusta, lógicamente. Todo esto se desató cuando algunos países de la Unión Europea como Irlanda empezaron a suspender temporalmente la administración de esta vacuna, aplicando el principio de precaución. Es algo entendible, y los otros países se preguntaron: ¿Por qué nosotros no? Cuando la decisión se extendió a Alemania, Francia e Italia ya España no tuvo más remedio que hacer lo mismo.

¿Es positivo que se haya retomado tan pronto su uso?

—El problema que nos encontramos ahora es que para dilucidar si realmente la vacuna de AstraZeneca puede estar relacionada con casos de trombosis, esto no se estudia en dos días ni en cinco. Creo que la EMA ha hecho lo que tenía que hacer. Ha visualizado los dos platos de la balanza. En uno ha puesto los riesgos de sufrir una reacción adversa, una trombosis. ¿Cuántos casos ha habido en Europa? Mire usted, creo que son 34 en total frente a unos 15 millones de personas que se han vacunado. Yo creo que hay una realidad que es que el programa vacunal no se puede interrumpir. Debe seguir a la máxima velocidad posible para que se pueda alcanzar en un tiempo razonable el 70 % de la inmunidad de rebaño.

¿Hubiese sido mejor cancelar su aplicación?

—Si ponemos en el otro plato de la balanza lo que significaría interrumpir durante un tiempo más prolongado el programa vacunal con AstraZeneca la opinión es favorable a que continúe porque las vacunas están compradas y si las retiramos no hay más opciones. La única alternativa nueva sería el uso de la fórmula de Janssen, pero parece que hasta finales de abril no va a estar disponible. Y las otras vacunas son las que se están utilizando para inmunizar a los grupos más vulnerables. A ellos no se les pueden retirar dosis porque son prioritarios.

Puede que haya personas que se lo piensen dos veces ahora antes de vacunarse con AstraZeneca...

—Ese es el problema. El ciudadano europeo medio, o el español, piensa que esta vacuna ha quedado ya un poco desacreditada, esa es la verdad. Y por mucho que diga la ministra de Sanidad, o un señor de la Agencia Europea del Medicamento que esto no tiene importancia uno puede pensar: oiga, pero vamos a ver, y por qué me tengo yo que vacunar con este fármaco que puede tener posibles riesgos graves. Que es improbable que te pase pues sí, como también es difícil que te toque la lotería, pero a algunos les toca. Todo esto hay que objetivarlo, no se puede ocultar.

“Cuidado, que el virus sigue aquí”

¿Y si alguien se ha puesto la primera dosis y no se atreve con la segunda?

—Esto sería peor porque se perdería su efecto. La verdad es que la mayor parte de la gente vacunada con AstraZeneca no ha tenido ninguna reacción grave, igual algo de dolor de cabeza o fiebre. Todo esto son percepciones de la gente, que son muy importantes, ese es el problema. No hay que olvidar que el derecho a tener miedo es un derecho. Pero a quienes se han puesto la primera dosis, de verdad, les diría y aconsejaría que se inocularan la segunda y que rematen la faena. Y los demás, que lo valoren. Lo cierto es que todos los medicamentos tienen efectos adversos. Si nos leyéramos todos los prospectos, no nos tomaríamos nada.

Con estos tropezones, ¿cuándo veremos la luz?

—Yo abogo mucho por acelerar el programa de vacunación en las personas mayores de 60 años. Esta edad es clave. El riesgo de que un chico o una chica joven sufra un agravamiento es pequeño, pero en un mayor de 60 años es alto y se puede morir, ya lo estamos viendo, o puede estar en una UCI 40 ó 50 días. Este va a ser un momento decisivo. Por eso creo que hay que acelerar el programa de vacunación en esta franja de edad, con todos los respetos a los más jóvenes. Entonces me quedaré más tranquilo porque los mayores de 60 son la edad de auténtico riesgo. Son los que colapsan los hospitales. Ya dijo la consejera Sira Repollés hace unos días que espera haber vacunado al 70 % de la población aragonesa en la tercera semana de agosto, lo que pasa que esto está lleno de incidentes. Hay más piedras de las que esperábamos.

“El programa vacunal no se puede interrumpir”

En cualquier caso, la vacunación continúa y se ha impuesto alguna restricción extra de cara a Semana Santa, parece que vamos bien...

—Que no se permita durante este periodo la reunión en domicilios de personas no convivientes es lo más seguro, aunque también puede ocurrir que alguien de la unidad familiar se contagie en el transporte público o en el trabajo, pero es menos probable. Por otro lado, se han flexibilizado algunas medidas, no demasiadas pero eso es algo positivo. Menos mal que en Aragón nos dejan movernos entre las tres provincias. La fatiga pandémica es una realidad, la gente está cansada. Lo que pasa es que estamos viendo que llegan aviones cargados de alemanes procedentes de sitios con un nivel de prevalencia más alto que el de España. Supongo que será, claro, para levantar la economía, pero hay ciudadanos que no pueden ir a su segunda residencia en otra Comunidad Autónoma. Esto no es muy coherente.

“Si somos responsables podremos tener un verano normal”

¿Piensa que habrá una quinta ola en Aragón después de Semana Santa?

—Creo que la población está concienciada y que no se va a producir un exceso de movilidad. Si en Semana Santa se han suspendido las procesiones, ya hay un elemento de atractivo que desaparece. En el Bajo Aragón, por ejemplo, si ya no hay procesiones ni nada, pues te da igual irte a Calanda que a Illueca. No creo que pase como en Navidad, unas fechas con más riesgo de reuniones.

No me atrevo a descartar una quinta ola para Aragón, pero como ya partimos de una cifra bastante baja de casos, sería difícil que se elevara de una manera muy llamativa. Es poco probable, pero va a depender del comportamiento de los ciudadanos. Cuidado que el virus sigue aquí.

¿Cómo cree que será el próximo verano?

—Todo va a depender del programa de vacunación. Si somos capaces de alcanzar ese 70 % de población inmunizada en la tercera semana de agosto, a finales de verano estaremos mucho mejor. Ya no me atrevo a hacer previsiones, pero confío en que si nos dejan salir de las Comunidades Autónomas y si los ciudadanos somos los suficientemente responsables podremos tener un verano normal.

“No me atrevo a descartar una 5ª ola para Aragón tras la Semana Santa”

¿Qué pasa con los datos de la Comunidad que no acaban de bajar?

—Que la Incidencia Acumulada a siete días en la provincia de Huesca sea tan baja habla muy bien de los oscenses. Los datos de Aragón están subiendo, también en Cataluña,Madrid y otras comunidades, pero eso es porque las cifras no han bajado tanto como nos hubiese gustado. No sé qué pasa en la Comunidad aragonesa que no somos capaces de reducir los contagios todo lo que se debería.

Finalmente, ¿qué mensaje mandaría de cara a Semana Santa? Para que no la volvamos a liar como en Navidad.

—Pues responsabilidad, responsabilidad y responsabilidad. Sería estupendo que el número de casos bajara para que en abril pudiéramos tener una época en la que respirar un poco más. En Europa la cosa no está yendo bien, en Alemania están preocupados y en Francia también. Así que, de momento, no conviene relajarnos.