Huesca

GENTE DE QUÍ

María Teresa Cardesa: “La Universidad a mí me ha enseñado y me ha dado mucho”

Inició su carrera docente superior con la apertura del Colegio Universitario en 1974 y la cerró en 2020, siempre dando Historia del Arte 

María Teresa Cardesa en su vivienda de la calle del Parque, de Huesca.
María Teresa Cardesa en su vivienda de la calle del Parque, de Huesca.
N.C.

María Teresa Cardesa estudió en Santa Ana, de Huesca, hasta 4º de Bachiller y el entonces llamado Magisterio de la Iglesia. Revalidó el título en Zaragoza y por esta vía accedió a Filosofía y Letras, carrera que hizo en Madrid, en la especialidad de Arte, y donde hizo la tesis de licenciatura sobre “El retablo mayor de la Catedral de Huesca”. Seis años en la capital, donde “me pensaba quedar a hacer Museos, incluso había buscado prácticas en el Casón del Buen Retiro, pero me hice novia de Rafa y me quedé en Huesca”.

Es la octava de una familia de diez hijos “y siempre había una pelea o una juerga o estaban las dos cosas en danza. Yo siempre me he considerado una persona muy feliz”, dice Teresa desde su casa de la calle del Parque, un edificio donde su padre, que era médico, montó su vivienda, consultas y clínica. Recuerda las estancias en Francia en verano, para aprender el idioma, y “aunque yo no era muy deportista”, horas y horas de natación en la piscina del Instituto Ramón y Cajal, en San Jorge y en Almazán.

En la vida de María Teresa Cardesa destaca su dedicación a la docencia durante 48 años. El curso 1973-74 dio clases en el Colegio de Santa Rosa y en el siguiente, “entré con contrato en el Colegio Universitario como profesora de prácticas en la asignatura de Prehistoria, en primero de Filosofía y Letras”.

Se jubiló en 2020 y hasta entonces, “siempre dando Historia del Arte, aunque las asignaturas han sido muy distintas. Cuando se quitó Filosofía y Letras y se implantó Humanidades, yo daba una historia general del Arte, otra asignatura que era Arte de Aragón y otra que era Arte Español. Y en los cursos de doctorado estuve dando distintas metodologías sobre la investigación del arte, el arte en Huesca en el siglo XVII, la arquitectura moderna en la ciudad de Huesca…”.

“Cuando se quitó Humanidades -añade-, durante 3 cursos estábamos con tutorías manteniendo las seis convocatorias que podían hacer los alumnos que no habían terminado los estudios, era enseñanza totalmente tutorizada”.

Y cuando todo esto terminó, “fui a Zaragoza, a Filosofía, a dar clases en el grado de Historia del Arte, la asignatura Arte en la época del románico, y daba también clases en el Grado de Historia, una historia del Arte general en el primer curso. Los cuatro últimos cursos académicos estuve yendo a Zaragoza”.

De esta historia, “lamento sobre todo la desaparición de Humanidades, no fue acertada. Un grado generalista en Humanidades es conveniente y la política de la Universidad de Zaragoza en ese momento no fue acertada. De hecho, muchos estamos convencidos de que si ese grado hubiera estado en Zaragoza, no se hubiera quitado. Lo que pasa es que en ese momento, a nivel nacional, se había apostado por todo tan superespecializado que se optó por eso”.

“La suerte de la vida es que solo conoces lo que se hace, las otras opciones no”

Valora la evolución que han tenido los distintos centros de la Universidad de Zaragoza en Huesca y al pedirle un balance e interrogarle sobre posibles alternativas que pudo haber, dice: “La suerte de la vida es que solo conoces lo que se hace, las otras opciones no las conocemos y no sabemos cómo hubieran ido”. Eso sí, tiene claro que “Ciencias Humanas y de la Educación, donde se ha trabajado muchísimo para poner Psicopedagogia u otras titulaciones, podía tener algún título más”.

“Podía tener algún título más Ciencias Humanas y de Educación”

Pero no todo es docencia en la Universidad pública aragonesa, hay gestión y allí también ha participado María Teresa Cardesa, participando primero en las comisiones del Colegio Universitario, aunque mientras hizo el doctorado la liberaron de este trabajo sus compañeros. “Fue una delicia. La verdad que yo en la Universidad siempre me he encontrado muy bien, me he encontrado siempre con gente muy generosa”.

“Claro, una vez que conseguí el doctorado en septiembre de 1990, pasé por todas las comisiones. En 1993 era ya profesor titular de la Universidad de Zaragoza y en el 97 “Badiola me nombró decana de la Facultad de Huesca hasta el 2000. Luego fue vicedecana de Ciencias Humanas y de la Educación hasta la jubilación.

La gestión -dice- supone mucho más trabajo, pero te sirve para conocer más la universidad desde dentro, me parece un trabajo interesante, bonito... La Universidad a mí me ha enseñado y me ha dado mucho y la ley de la reciprocidad me parece lo mínimo que podemos hacer”.

“La Universidad de la Experiencia es superinteresante”

Ha sido hasta el 2020 coordinadora de la Universidad de la Experiencia para mayores de 55 años. “Es -afirma-una experiencia preciosa, me pareció superinteresante, y la gente desde el principio ha mostrado mucho interés. Nunca es tarde para seguir aprendiendo. Social y humanamente es un proyecto impresionante. El caldo de cultivo social y humano que hay allí también debemos de darlo a conocer”.