Huesca

LA ENTREVISTA

Teresa Abad Luque: “Es una figura abstracta con colores relajantes, en verde y azul”

La técnica superior en Diseño Gráfico ha elaborado el logo de Escuela de Igualdad

Teresa Abad Luque.
Teresa Abad Luque.
S.E.

La oscense Teresa Abad Luque, técnica superior en Diseño Gráfico y Arte por la escuela de Huesca es la responsable de la identidad corporativa ganadora de la marca de la Escuela de Igualdad de Huesca, un proyecto generado a través del ayuntamiento oscense, dentro del área de Igualdad, que asumió el módulo de Proyectos II del segundo curso del Grado Superior de Gráfica Publicitaria que estudiaba Abad el curso pasado, por su diseño de “una figura abstracta en colores relajantes, como son el verde y azul, que puede verse de manera individual o colectiva e incluye los valores de la igualdad”.

Este logotipo identificará a todas las acciones sobre igualdad, inclusión y diversidad que realicen los centros educativos de todos los niveles en la capital altoaragonesa.

Para esta joven diseñadora gráfica ha sido un orgullo y un gran reconocimiento a su trabajo que el suyo fuera el elegido de entre una decena de proyectos profesionales porque, además, declara que le han hecho saber “que todos se han sentido identificados con la marca”.

Abad explica que “desde el área de Igualdad se nos propuso esta idea pero también nos dieron unas pautas como no centrarnos en el morado para que todo el mundo se pudiera sentir identificado”.

Entre otras cosas, indica, la joven diseñadora que se les propuso “leer, y así hice, a la filósofa Judith Butler que ha realizado importantes aportaciones en el campo del feminismo para tener de referencia su pensamiento”, así, apunta Abad que ella tuvo en cuenta su teoría “de que en la sociedad humana esta división de género es errónea pero necesaria para entendernos y cree que antes de la igualdad debemos pensar en la equidad”.

Con esas premisas, comenzó todo el trabajo de investigación relacionados con la igualdad y, a partir de palabras clave y esa idea de equidad, “me surgió esta figura abstracta que puede representar a una persona sola pero a la vez puede representar a dos, un individuo en su dualidad, pero también al conjunto”, sentencia. “Después vino la tipografía y los colores que son el verde, relajante, que te da confianza y el azul, que es otro color relajante, que además se parece pero sin llegar a ser el mismo”, apunta la diseñadora.