Huesca

TURISMO

Huesca, una puerta del Pirineo y una ciudad por descubrir

La capital oscense lleva a cabo durante todo el puente de San Jorge visitas turísticas para conocer los monumentos y curiosidades del casco histórico

La visita turística de la mañana de este sábado ha contado con una representación teatral
La visita turística de la mañana de este sábado ha contado con una representación teatral
Rafael Gobantes

Huesca tiene muchos aspectos que no están promocionados y merecen mucho la pena”, explican Virgilio y Ángeles, habitantes de Utebo que han decidido pasar cinco días conociendo la capital del Alto Aragón, antes de comenzar la visita especial que la Oficina de Turismo había organizado para la mañana de este sábado.

“Conocíamos la ciudad porque es la puerta del Pirineo”, reconoce Virgilio, pero confiesa que en muchas ocasiones habían pasado de largo. Sin embargo, y “gracias” al confinamiento perimetral de la comunidad autónoma, ambos comenzaron a interesarse por las ofertas turísticas de lugares próximos a su lugar de residencia, “fue entonces cuando descubrimos Huesca, una ciudad en la que habíamos estado alguna vez, pero sin prestarle mucha atención”.

Desde entonces, han sido varias las veces que han visitado la capital oscense, en una de sus últimas visitas conocieron el Cerro de San Jorge, un espacio que denominan como “paradisiaco y con la ventaja de que está muy cercano al casco urbano”.

Tras estas visitas esporádicas, Virgilio y Ángeles dieron el paso de hospedarse durante cinco días aquí, con el objetivo de conocer el entorno de la ciudad, así como su oferta cultural y gastronómica.

En su primer día, Ángeles cuenta que visitaron los parques y jardines, concretamente los parques Mártires de la Libertad y el del Encuentro, de los que se llevaron “muy buena impresión”, además, destacan la cantidad de personas que paseaban o iban en bicicleta, y es que “es un entorno que se presta a ello”.

Además, estos turistas destacan la iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de los Bonos Turísticos, de los que han hecho uso y seguirán haciendo durante su estancia en Huesca.

Virgilio y Ángela han realizado esta mañana, junto a cerca de una treintena de personas -divididos en varios grupos para cumplir con las medidas sanitarias debido a la crisis del coronavirus- una de las visitas diarias por el casco histórico de la ciudad, donde han conocido el Museo Provincial, la Catedral y el museo Diocésano, así como la iglesia de San Pedro el Viejo y sus correspondientes claustros, además, de las calles que conforman este entorno y sus curiosidades, como es el caso de la casa donde vivió Ramón Acín, así mismo, han descubierto el origen de sus tradicionales pajaritas.

Roberto Lera, uno de los guías que llevan a cabo esta actividad, ha destacado la visita de la mañana del sábado, ya que “era especial”, pues a diferencia del resto de visitas típicas, ha finalizado con una representación teatral, donde un actor se ha puesto en la piel de Pedro Alfonso, un escritor, teólogo, y astrónomo de origen judío, pero que fue convertido al cristianismo tras ser bautizado en Huesca por ser el médico personal de Alfonso I de Aragón.

Con esta actividad, que tiene por objetivo divulgar la historia de los personajes ilustres de este territorio de una manera más dinámica y con un toque de humor, ha finalizado la visita del sábado, que ha contado con participantes de la provincia de Huesca, de Calatayud, o de la ciudad de Zaragoza, entre otros.

Roberto indica que en la jornada del viernes, 23 de abril, se cumplieron todas las previsiones, y todas las visitas contaron con una gran afluencia de público, necesitando hasta cuatro guías a la vez para poder dividir a todos los participantes y poder llevar a cabo la actividad, una situación parecida que la que se está viviendo en la jornada de este sábado.

“Viene mucho público de Zaragoza, algunos porque van de camino a la montaña, pero otros acuden directamente a Huesca para conocerla más a fondo”, explica el guía, quien señala que al hacerse promoción en la capital aragonesa de estas visitas, “están teniendo éxito, al igual que la oferta de Bonos Turísticos puestos en marcha por el Consistorio”.

Las visitas, que tienen una duración de dos horas aproximadamente, causan muy buenas opiniones entre los turistas, indica Lera, quien reconoce que “la gente viene dispuesta a conocer la ciudad”. “A las personas que son de aquí les sorprende la cantidad de información que les contamos”, confiesa, y expresa que el comentario que más escucha de estas personas es “toda la vida aquí y desconocíamos muchas cosas”.

Mientras que a los visitantes de fuera les llaman la atención la cantidad de oferta cultural e histórica que contiene la ciudad, “sobre todo se sorprenden cuando ven el retablo de la Catedral o los claustros de San Pedro”, afirma Lera.