Ligia Ubieto cumple 100 años con buena salud y siendo un ejemplo de optimismo

Optimista, vital, positiva, generosa y sobre todo, muy presumida. A Ligia Ubieto Artero, una vecina de Huesca que este lunes cumplió 100 años, la describen así, con todo su cariño porque la quieren “con locura”, sus muchos familiares.

De esta centenaria, que siempre lleva la manicura hecha y va de pies a cabeza como un pincel, destacan que es un claro ejemplo de superación para todos ellos porque a lo largo de su siglo de vida ha sabido sobrellevar el día a día con una gran sonrisa. “Por eso se ha hecho tan mayor”, apunta su nieta Beatriz Usieto, quien destaca que su abuela se encuentra bien físicamente y que se pasa el día tejiendo y haciendo ganchillo, ya que desde que se desató la pandemia ha dejado de lado las partidas de guiñote que jugaba con sus amigas, por precaución. Nacida en Artaso, un pueblo muy pequeño que pertenece al municipio de Caldearenas, Ligia contrajo matrimonio en esta misma localidad en el año 1950 con Esteban Aquilué Aso, natural de Ara, quien también disfrutó de una larga vida, ya que falleció a los 91 años.

Tras cuatro años de novios, ambos sellaron su amor con una bonita boda que tuvo como fruto cuatro hijos, dos chicos y dos chicas, y 63 años de matrimonio con los que esta pareja superó las Bodas de Diamante.

El paso del tiempo no le ha restado sus ganas de vivir y, tal y como relata su nieta, como no se puede estar quieta, en casa de Ligia nunca falta una buena maza de jamón que ella misma corta a cuchillo, y un bizcocho hecho por ella misma.

“En el momento en que se acaba ya está haciendo el siguiente. Y, por supuesto, en Navidad prepara empanadicos caseros”, dice su nieta, que añade que a su abuela también le gusta hacer bufandas, chalecos, jerseys, paños de cocina y hasta tapetes de ganchillo.