Huesca

LA ENTREVISTA

Isabel Martínez: “El problema surge si las emociones se gestionan siempre con la comida”

La experta en psiconutrición imparte un curso sobre ‘Cómo tener una relación saludable con la comida’

Isabel Martínez Planas.
Isabel Martínez Planas.
S.E.

Podemos tener una relación saludable con la comida a pesar de que nuestros hábitos adquiridos no son del todo sanos ya que vivimos en una sociedad contradictoria porque “fomenta la ‘gordofobia’ pero ofrece un acceso continuo a la alimentación no saludable”. Con esa premisa, la Fundación CAI organiza el curso Cómo tener una relación saludable con la comida, que imparte desde este miércoles en Huesca la psicóloga experta en psiconutrición y trastornos alimentarios Isabel Martínez.

“Tenemos muchos problemas con la alimentación porque todas las personas, sin tener un trastorno alimentario, relacionamos alimentos y emociones y regulamos éstas a través de la comida”, advierte la psicóloga. En este sentido, explica que “a raíz de la pandemia se ha incrementado la estadística de trastornos de manera impresionante”.

Asegura que, ya desde la infancia, relacionamos y gestionamos determinadas emociones con los alimentos. “Por ejemplo -indica Martínez-, si se enfada tu padre y tu madre y ambos se castigan sin cenar o cómo ves a tu madre que tras un disgusto se pone a comer dulces”, y subraya que “incluso antes de nacer, el feto es capaz de relacionar la ingesta de determinados alimentos por parte de su madre con las emociones que está sintiendo en ese momento”.

Y es que es muy habitual en la crianza, desvela, porque “de alguna manera muchos padres usan la comida con diferentes funciones; cuando el niño está aburrido le damos comida, cuando está triste le damos comida, para entretenerlo en un bar, también”.

Esas pautas de crianza que están relacionadas con la alimentación siguen cuando somos adultos. Así, apunta la psicóloga, “si me ha ido bien el día me premio con una palmera de chocolate, pero si me ha ido mal y me enfado también me como la palmera. Es lo que se llama ingestas emocionales”.

Manifiesta que “esas ingestas emocionales las hacemos todo el mundo y eso no es un trastorno alimentario como tal, forma parte de la vida. El problema surge cuando hay personas que siempre las gestionan a través de la alimentación y entonces comen más de la cuenta o dejan de comer”.

Martínez defiende la alimentación saludable lo que asegura que está reñido con la palabra dieta y la báscula. Además, recuerda que “nuestro cerebro no está preparado para prohibir alimentos, porque si te dicen no pienses en chocolate es lo primero que haces y, por tanto, todavía se potencia más la obsesión”.

Entre otras cosas, como experta, enseña a utilizar otras estrategias que no siempre pasen por comer o que sean alimentos sanos, es decir, un cambio de hábitos y confirma que “es posible”. “Lo primero que hay que hacer es descubrir una motivación para que ese cambio perdure, que no sea una cuestión solo de peso. La mejoría no puede estar condicionada a que una báscula te diga cómo te tienes que sentir. Hay sensaciones que indican buenos hábitos como son el sentirte más ligero”.