“Patria y vida”, el grito con el que los cubanos piden libertad para su pueblo

"¡Abajo Díaz-Canel!”, "¡Libertad!", "¡Patria y vida!" Son los gritos que no han parado de resonar este domingo por la tarde en la Plaza de Navarra. Unas treinta personas se han reunido a las siete de la tarde para mostrar su apoyo a todos los cubanos que siguen en su tierra y que sufren la falta de derechos y libertades.

Un altavoz, un micrófono y varios cubanos con sus banderas, han servido para lanzar un mensaje muy claro de protesta por la situación que se está viviendo en la isla del Caribe. Lo que puede parecer un paraíso para los turistas con mojitos y playas infinitas, se aleja de la realidad. Así se está viendo por los medios desde que comenzaron las protestas en el país, un hecho insólito debido a la falta de libertad de expresión que existe.

En los últimos días, las manifestaciones a favor de la causa del pueblo cubano se han ido convocando en diferentes puntos del globo terráqueo. En esta ocasión, la convocatoria ha llegado a Huesca, coincidiendo por casualidad en el mismo día que en Madrid también se ha producido una protesta a la que han acudido personalidades como el artista Yotuel, muy activo en redes sociales a la hora de expresar toda la problemática.

En la capital oscense han estado presentes diferentes perfiles de cubanos compartiendo parte de sus experiencias. Uno de los que ha alzado la voz fue Óscar Luis Soleizal, médico de profesión que llegó a España hace más de una década y que ejerció en Cuba catorce años. Conoce de primera mano el funcionamiento de las misiones médicas, ya que a él le enviaron durante tres años a Venezuela. Cuando quiso dejarlo y liberarse estuvo, como explica “doce años sin poder entrar en Cuba y sin poder ver a mi hijo”.

P. S. 

Héctor Castellanos, cansado de ver cómo han acabado con una generación, cómo han acabado con familiares y amigos estos días, lo ha dejado claro: “Basta ya. No quiero ser más tiempo cómplice de un sistema totalitario, de una dictadura”.

De hecho, el término ha sido nombrado en varias ocasiones en los testimonios, coincidiendo todos en que un sistema dictatorial también puede ser de izquierdas, y que esta lucha no consiste en un lado u otro, sino de personas.

Así lo ha declarado Anuk, cubana que se fue de Cuba hace treinta y tres años: “el mensaje principal es que estamos hablando de una dictadura totalitaria, da igual de qué ideología sea, esto va de personas”.

La concentración ha tenido hueco para momentos enternecedores, como los hijos pequeños gritando por la libertad de un país que ni han conocido, y para lágrimas de emoción al intentar narrar los momentos duros que han experimentado a lo largo de los años.

Otra de las personas que ha decidido contar su realidad ha sido el director de la compañía de teatro La Habana, Misael Hernández. Desde hace veintiséis años vive en Huesca, pero su corazón y sus venas siempre van a estar en Cuba. En su discurso ha recordado la situación precaria en cuanto a las medicinas, el bloqueo político y económico. También ha tenido unas palabras de agradecimiento para todos aquellos que están presos por defender sus ideas. “Nuestro país necesita apoyo. Están usando al pueblo, no piensan en los ancianos, las ancianas, ni en nuestras familias”, recalcaba.

Si ponerse en contacto con los seres queridos era complicado, en este momento aún se ha vuelto una tarea más difícil. “Estamos en contacto relativamente, entre otras cosas porque las familias cubanas están desestructuradas desde hace muchos años por la obligatoriedad que hemos tenido de partir”, ha explicado Anuk.

A lo largo del acto, ha habido también recriminaciones al gobierno español, manifestando que los cubanos no son delincuentes, son gente normal y diversa que solo piden que Cuba se pueda abrir al mundo y que el gobierno actual se caiga para que eso pueda materializarse. Y, como ha sentenciado Castellanos, “Patria y vida, no más patria y muerte”.