Huesca

NO FIESTAS

El segundo "no San Lorenzo" cambia la efusión del chupinazo por los almuerzos

La noche del 8 al 9 también resultó tranquila con 3 propuestas de sanción por saltarse el toque de queda

Almuerzos laurentinos, este lunes, en el centro de Huesca.
Almuerzos laurentinos, este lunes, en el centro de Huesca.
Pablo Segura

Por segundo año consecutivo no ha habido ni chupinazo a mediodía en la plaza de la Catedral ni desfile posterior. La pandemia ha obligado nuevamente a suspender las fiestas de San Lorenzo en Huesca, que ha "sustituido" los actos tradicionales por los no menos arraigados almuerzos del día 9.

Los lugares más emblemáticos de las primeras horas de San Lorenzo, como la plaza de la Catedral o la plaza Navarra, están o bien vallados o bien con presencia policial para evitar que se formen grandes grupos de personas.

Todo ello dentro de un gran despliegue policial con el fin de que las normas sanitarias se sigan cumpliendo. Y es que la ciudad de Huesca está en riesgo extremo según las incidencias acumuladas y el Hospital San Jorge tenía el sábado 7 de agosto -datos más recientes- 52 ingresados por covid, 5 de ellos en la UCI. A modo de comparativa, el 7 de agosto del año pasado la cifra de hospitalizados era de 28, 2 en el área de intensivos.

La noche previa a San Lorenzo, habitualmente muy animada, resultó ayer "tranquila" para la Policía Local y Nacional, según han apuntado el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno. Con toque de queda vigente, los agentes de ambos cuerpos pusieron esta noche 3 denuncias por saltarse el toque de queda y otra por alcoholemia. El cuerpo municipal de Policía también propuso 10 sanciones relativas al tráfico.

Desde que comenzó el dispositivo especial por las no fiestas, la Policía Local ha hecho 22 propuestas de sanción por incumplir el toque de queda y 6 por superar los límites de alcoholemia. La Nacional, por su parte, ha puesto otras 17 denuncias por infringir las medidas sanitarias, casi todas por no respetar la restricción a la movilidad nocturna.

Esta mañana, el alcalde oscense, Luis Felipe, ha reiterado su mensaje de responsabilidad y ha reparado en lo amargo del momento: "Es un día triste. Es el segundo año consecutivo donde no se celebra el famoso cohete anunciador en una plaza, como otros años, a rebosar".

El regidor ha señalado, en base a lo que le transmite la Policía, que estas primeras horas están transcurriendo con normalidad y que los oscenses están teniendo "un comportamiento adecuado". Felipe ha emplazado a que siga siendo así porque ha evidenciado que "el virus sigue entre nosotros y se comporta como nosotros nos comportamos".

Con un comportamiento responsable, "el virus irá remitiendo y, si remite, se irán levantando restricciones y no habrá riesgo para la salud y la vida y tampoco para la economía local".