Huesca

ESPECIAL LAURENTINO

Jorge Giral: “El año que viene, sacaremos la albahaca a la calle”

El vivero Huerta Barbereta lleva desde hace varias generaciones inundando Huesca con uno de los elementos más tradicionales de las fiestas

Jorge Giral
Jorge Giral
Pablo Segura

Año tras año Huesca se inunda de color verde, en gran parte por la albahaca. Sea con las macetas en los balcones o con su presencia en los escaparates de las tiendas, o vayan acompañando a los oscenses en forma de ramilletes en sus camisas, su olor inconfundible es un imprescindible cada vez que llega el 9 agosto.

Con pena y lástima, San Lorenzo tiene que esperar otro año más. Sin danzantes, sin banda de música, sin charangas, sin blanco y verde. Pero hay algo que la gente sí puede seguir haciendo: rodearse de albahaca. Jorge Giral, miembro de la familia Barbereta, ha sido testigo de la tristeza de todos aquellos que se acercan al vivero a recoger su trocito de celebración.

De cara al año que viene solo pide una cosa, recobrar la normalidad y la sonrisa. “Me imagino a la gente sonriendo y feliz, por lo menos con ganas de relacionarse, de poder estar con su gente, con sus amigos, estar tranquilo, relajado y feliz a la vez”.

Porque la albahaca se sigue consumiendo de igual manera. Ya lo comprobó en las fiestas pasadas, en las que salió prácticamente toda la plantación.

Si este año espera lo mismo, se imagina el futuro en la misma línea. “La albahaca va a acompañar a todos los actos que haya en unas hipotéticas fiestas que haya el año que viene, porque las ha acompañado toda la vida y me imagino que eso no se va a olvidar, y la gente seguirá demandando albahaca para todo”, expresa Giral.

La albahaca es el complemento que nunca falla, y así se está demostrando. Dos años seguidos sin la semana grande de la capital oscense, pero en la que algunas tradiciones se mantienen intactas. Para los días que se aproximan, Jorge Giral ha planificado un cultivo similar al de ocasiones anteriores, ya que “viendo que el año pasado no tuvimos pérdidas y que la gente la consumió igual, me imagino que este año será por un estilo”.

Los ojos de los oscenses transmiten dolor y fastidio por no poder sentir otra vez la fiesta y la alegría que se desprende del 9 al 15 de agosto. Por esa razón, Giral prevé que las siguientes que se puedan realizar “serán unas fiestas como nunca las hemos celebrado. De tantas ganas que tiene la gente, será una cosa maravillosa”.

Sin embargo, para vivir esa explosión de júbilo habrá que esperar. Mientras tanto, la albahaca seguirá ahí para recordar el espíritu laurentino. “Este año la guardamos en casa y el año que viene también la sacaremos a la calle”, comenta Giral.