Las perseidas observadas desde los ojos del Planetario de Aragón

Cada año cuando llegan las fiestas de San Lorenzo, caen a su vez sus lágrimas, también llamadas perseidas. Este fenómeno astronómico se produce cada agosto y más intensamente los días 11, 12 y 13 de este mes, momento en el que los oscenses aprovechan para buscar las zonas más oscurecidas y elevadas para observar el firmamento. El Planetario de Aragón, con todas las entradas vendidas, ha ofrecido durante esta semana visitas guiadas a través de telescopios cada noche de 22:00 a 24:00 horas, pero desde el Centro Astronómico recomiendan que, para vislumbrar este suceso estelar, “cualquier lugar alejado de la contaminación lumínica es adecuado”.

“Entre otros, si estamos muy próximos a Huesca, la ermita de Loreto es un buen lugar”, señala el director del Planetario de Aragón, Jesús Pérez Navasa, que destaca también la explanada de Walqa cuando está oscurecida. Pero puestos a introducirse en un lugar más elevado de la sierra, el entorno de Loarre o Alagón “son zonas de baja contaminación lumínica”, apunta el director del Planetario.

Y para apreciar el fenómeno al completo, Pérez Navasa recomienda, a pesar de las altas temperaturas que acontecen estos días, “ir abrigado”, porque es sabido que después de San Lorenzo las noches suelen refrescar un poco. A su vez, intentar llevar un frontal o una linterna que no deslumbre mucho y, finalmente, una esterilla para tumbarse a contemplar el fenómeno.

Si además se quiere aprender algo más de la atmósfera nocturna, el Planetario cuenta con unos planisferios en su página web en los que fácilmente se puede identificar gran parte de la estructura celeste, compuesta de 2.000 astros visibles desde la capa terrestre.