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Atención a la próstata, esa glándula necesaria y sus principales enfermedades

La hipertrofia benigna, el cáncer y la protatitis son las patologías más frecuentes, a veces, con síntomas leves

Ante una mínima sospecha, hay que acudir al profesional sanitario
Ante una mínima sospecha, hay que acudir al profesional sanitario
Pixabay

La próstata es una glándula del aparato urogenital masculino. Se encuentra situada debajo de la vejiga, enfrente del recto y está atravesada por la uretra; de esta forma la orina sale de la vejiga. En el hombre joven, la próstata normal tiene el tamaño de una castaña.

¿Cuál es su función? Su función principal es la producción del líquido prostático durante la eyaculación. Este líquido nutre y protege el esperma durante el acto sexual y constituye el principal componente del semen. Por ello, la próstata tiene un papel fundamental en la reproducción; pero además, también funciona como protectora del aparato genital masculino frente a infecciones. Esta función la realiza segregando determinadas sustancias que actúan como defensoras frente a posibles patógenos del exterior. De hecho, esta es la razón principal por la que las infecciones de orina o de hongos no son tan comunes en varones como en las mujeres.

El tamaño de la próstata va cambiando progresivamente con la edad, si se agranda mucho puede llegar a causar problemas. El aumento del tamaño de la próstata es común a partir de los 50 años, incrementando las posibilidades de padecer alguna enfermedad relacionada con ella, por esta razón se recomiendan revisiones periódicas una vez cumplida esta edad.

Debido a su ubicación, los síntomas causados por las enfermedades prostáticas suelen ser urinarios.

Patologías asociadas

En este órgano se suelen producir y desarrollar principalmente tres enfermedades: la hiperplasia benigna de próstata, el cáncer de próstata y la prostatitis.

La hiperplasia o hipertrofia benigna de próstata (HBP) es el crecimiento benigno de la glándula prostática en el varón. La hiperplasia es el proceso clínico que provoca la mayoría de los síntomas urinarios en el adulto. Provoca una obstrucción a nivel de la uretra, a nivel del conducto de la orina que causa una dificultad creciente para vaciar la orina que se encuentra almacenada en la vejiga.

Es un proceso que se correlaciona con la edad del paciente. El 75% de los hombres mayores de 80 años, padecerá alguna manifestación clínica debida al agrandamiento de la próstata.

Los síntomas habituales del agrandamiento de la próstata son:

Aumento en el número de micciones tanto diurnas como nocturnas.

Dificultad creciente para iniciar la micción.

Chorro de la orina más fino y menos potente, pudiendo ser la micción en varios tiempos.

Sensación de vaciado incompleto de la orina.

En casos extremos, la dificultad miccional creciente puede desembocar en la imposibilidad para realizar la micción, precisando el paciente una actuación médica inmediata. 

Cáncer de próstata

Según datos recientes de la Asociación Española Contra el Cáncer, el de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, representa el 13,5 % de todos los tumores masculinos. Sin embargo, dado que la evolución de esta enfermedad es muy lenta, no está a la cabeza en las causas de muerte.

En España se estima que se producen en torno a 33.000 nuevos diagnósticos cada año, mientras que el número de fallecidos a causa de este tumor no alcanza los 6.000. Aproximadamente el 60 % de los casos se diagnostican en hombres de más de 65 años. La edad promedio del diagnóstico es 69 años. La enfermedad rara vez ocurre antes de los 40 años.

La mayoría de los cánceres de próstata (89 %) se detectan cuando la enfermedad se encuentra únicamente en la próstata y los órganos cercanos. Esto se conoce como estadio local o regional. La tasa de supervivencia a 5 años para la mayoría de las personas con cáncer de próstata local o regional es casi del 100 %

El cáncer de próstata, como una gran parte de los tumores malignos, no va a causar ninguna alteración perceptible por el paciente en las fases iniciales de la enfermedad. Muchos hombres con cáncer de próstata se encuentran asintomáticos. A menudo, el primer signo de la enfermedad es un hallazgo casual de un PSA elevado en una analítica rutinaria. Son tumores que evolucionan lentamente y normalmente la sintomatología va a presentarse en etapas más avanzadas del proceso. Los síntomas locales que pueden presentarse son los siguientes: Urgencia de orinar frecuentemente por la noche o incluso pérdida involuntaria de la orina; aumento de la frecuencia de orinar, tanto por el día como por la noche; flujo miccional débil o interrumpido, o necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga; dolor y escozor durante la micción; retardo en el inicio de la micción y disminución de la fuerza del chorro miccional o intermitencia de este; retención urinaria; goteo postmiccional; sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga; sangre en la orina; disfunción eréctil…

Muchos de los síntomas, coinciden con la sintomatología de la HBP, por ello si se aprecia cualquiera de los signos mencionados, se debe acudir al médico para que realice las pruebas necesarias y pueda hacer un diagnóstico cuanto antes.

Prostatitis

La prostatitits se produce cuando hay una inflamación de la próstata que puede ser infecciosa o no. En ocasiones esta patología puede producirse como consecuencia de padecer una enfermedad de transmisión sexual.

¿Existe tratamiento?

Si los síntomas son leves, está indicada una vigilancia expectante, con modificación en el estilo de vida y revisión anual.

Esta modificación en el estilo de vida incluye:

Orinar cada 2 o 3 horas. No dejar pasar más de 3 horas durante el día.

Evitar bebidas con alcohol y cafeína, ya que aumentan la producción de orina, irritan la vejiga y pueden empeorar los síntomas.

Evitar enfriamiento. El frío aumenta la urgencia miccional y la imperiosidad pudiendo incluso producir una retención aguda de orina.

• Acudir a orinar en cuanto se sienta la urgencia. Si se espera se puede afectar el músculo detrusor (músculo vesical) y producir un daño a largo plazo.

• Evitar beber líquidos al final del día, en especial desde unas 2 horas antes de acostarse.

Permanecer activo. El sedentarismo favorece la retención de orina.

Por otra parte, si los síntomas  son moderados-graves, se recomendará iniciar tratamiento farmacológico; los objetivos serán: comprenden el alivio de los síntomas del tracto urinario inferior, la mejoría de la obstrucción del tracto de salida y del vaciamiento de la vejiga. Estos tratamientos siempre deben realizarse bajo prescripción facultativa. Ante la más mínima sospecha no dudes en consultar con tu profesional sanitario de confianza. 

Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huesca