Huesca

eJÉRCITO

El Rey acude a la “mayoría de edad” de la División Castillejos

El cuartel general de las tropas oscenses recibe la certificación de máxima operatividad

El Rey Felipe VI, en el centro de la imagen, durante su visita al acuartelamiento oscense.
El Rey Felipe VI, en el centro de la imagen, durante su visita al acuartelamiento oscense.
Rafael Gobantes

Un enemigo ha invadido la costa norte de Escandinavia y la División Castillejos, cuyo cuartel general está emplazado en el cuartel Sancho Ramírez de Huesca, planifica la operación de la OTAN para reestablecer el equilibrio en Europa y volver a las fronteras previas al ataque. Esto fue lo que se simuló ayer durante el ejercicio táctico “Toro 21”, en el que participaron unos 800 militares de toda España -alrededor de 200 en el acuartelamiento oscense- y que contó con la presencia del Rey Felipe VI, mando supremo de las Fuerzas Armadas según la Constitución.

El Monarca ha saludado a los altos mandos que le esperaban para recibirle.

El Monarca llegó al cuartel sobre las diez y media para supervisar la recreación del escenario bélico y la planificación de la respuesta por parte de la “Castillejos”. El jefe de Estado estuvo acompañado por el general jefe del Estado Mayor del Ejército, Francisco Javier Varela, y el general jefe de la División Castillejos, Carlos Jesús Melero.

El Rey entró en las tiendas de campaña donde decenas de soldados y mandos seguían el curso de los hechos simulados en Escandinavia y planeaban y ordenaban la reacción de la OTAN.

En este ejercicio de simulación o “campo de batalla virtual”, y a diferencia de maniobras más convencionales, solo tomaron parte los cuarteles generales y los puestos de mando -sin unidades de combate desplegadas sobre el terreno- de varias unidades que componen la División Castillejos (la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión desde Almería y la Guadarrama XII desde Madrid) y otras ajenas a la División, como la de “El Goloso” en la capital de España, el grupo táctico de la “Farnesio” en Zaragoza o la célula de control desde Valencia.

Mientras, el enemigo virtual se encontraba en el campo de San Gregorio de Zaragoza, utilizando el simulador Minerva del Ejército de Tierra para introducir nuevos eventos o “incidencias” en el campo de batalla virtual, hechos a los que debía responder el cuartel general de la “Castillejos” en cumplimiento del artículo 5 de la OTAN, de defensa colectiva de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Certificación de operatividad plena

En total, unos 800 soldados y mandos que desde el cuartel general y los puestos de mando simulaban la reacción de una división completa del Ejército, formada por miles de hombres. La planificación de la contraofensiva, la reacción a ataques -tanto convencionales, por ejemplo con misiles, como más modernos, ataques informáticos- e incluso ruedas de prensa para informar de la evolución de la campaña fueron algunos de los momentos que se han recreado este martes en unos ejercicios que servirán para que el cuartel general de la “Castillejos” reciba la certificación de que está plenamente operativo para planear y dirigir operaciones de alta intensidad.

Los ejercicios Toro son los más importantes que las Fuerzas Armadas españolas llevan a cabo cada año, constituyendo “el esfuerzo principal de adiestramiento nacional del Ejército de Tierra y la primera prioridad para su planeamiento y ejecución”, informaron desde el Ministerio de Defensa. La dirección de los ejercicios Toro se turna entre las dos divisiones de las Fuerzas Armadas, la “San Marcial” y la “Castillejos”.

La división acuartelada en Huesca afrontaba además su “puesta a punto” tras su reciente reestructuración después del traslado de su cuartel general a la capital del Alto Aragón el año pasado. La etapa de ejecución del planeamiento y conducción de las operaciones del ejercicio “Toro 21” comenzó a desarrollarse el pasado 8 de septiembre y proseguirá hasta el día 19 de este mes.

Además de la certificación como cuartel general de división desplegable con capacidad operativa plena para planificar y conducir operaciones de alta intensidad, el “Toro 21” sirvió para adiestrar a los cuarteles generales de brigada que se encuentran en la fase de adiestramiento general del plan de disponibilidad del Ejército.