Huesca

Clara Martínez, psicóloga de la Asociación contra el Cáncer en Huesca: “Cuando las emociones nos limitan tenemos que pedir ayuda”

La especialista de Huesca invita a recorrer el proceso en compañía

La psicóloga Clara Martínez en la sede de la Asociación Contra el Cáncer en Huesca.
La psicóloga Clara Martínez en la sede de la Asociación Contra el Cáncer en Huesca.
S.E.

Afrontar una enfermedad oncológica resulta una de las experiencias más desafiantes a las que se puede enfrentar una persona y su círculo familiar más cercano. Hay tantas enfermedades como personas, y cada vivencia y experiencia es única. El día en que se recibe la noticia, la psicóloga de la Asociación Contra el Cáncer en Huesca considera fundamental que la persona a la que se lo comunican “no esté sola”.

Según su experiencia, a veces el paciente se puede quedar en shock o bloqueado. “Es necesario que exprese sus miedos, sus preocupaciones y sobre todo que se le dé el tiempo necesario para desahogarse”, apunta Martínez. Para ella no existe una forma buena o mala de asimilarlo, solo personas que viven diferentes circunstancias, y para todos es crucial la comunicación constante con su médico para sentirse acompañado en el proceso. “Algo que sí he observado en todo este tiempo que llevo junto a estas personas es la gran capacidad que tenemos para adaptarnos a situaciones adversas”, completa la psicooncóloga.

La vida cambia radicalmente y es el momento de afrontar este proceso. Las emociones de ansiedad, rabia o tristeza que al principio son normales, es posible que se mantengan en el tiempo, porque la intensidad es muy elevada y generan un gran nivel de sufrimiento en la persona afectada y sus familiares.

“En todo este tiempo he observado que tenemos una gran capacidad para adaptarnos a situaciones adversas”

Por ello, Clara Martínez recomienda tener un profesional de referencia con quien poder hablar. El equipo de psicólogos de la Asociación contra el Cáncer de Huesca realiza desde el confinamiento talleres de bienestar, yoga, fotografía, mindfulness, paseos saludables, danza del vientre o cuidados estéticos para sobrellevar el proceso lo mejor posible.

“Cuando las emociones te limitan, es necesario que pidamos ayuda. Dedicar tiempo a la alimentación, al cuidado personal, rodearnos de personas que no nos juzguen por nuestros sentimientos y nos aconsejen. Incluso estar en contacto con personas que estén pasando por un proceso parecido es positivo”, apunta la psicooncóloga.

El miedo nos prepara

Es difícil no tener presente la enfermedad, pues es la hora de asimilar la nueva realidad que toca vivir. A veces, “es incluso conveniente no evitarla”, afirma Martínez, y “hablar de ella te ayuda a aceptarlo”, remarca. Pasar mucho tiempo en el hospital debido a las pruebas, tratamientos de quimioterapia o radioterapia, puede sacar a la luz sentimientos como el miedo, la ira o la tristeza.

“Son emociones que están ahí y cumplen una función adaptativa aunque nos haga sufrir. El miedo nos prepara para la acción, para pedir ayuda y en principio no es malo. El problema es cuando ese miedo es tan intenso que nos bloquea y nos invade de tal manera que no nos deja actuar. Allí hay que pedir ayuda al psicólogo”, incide Clara Martínez. Las personas que sientan ansiedad o depresión, que no tengan apoyo social o que padezcan problemas económicos, siempre encontrarán una mano amiga en la Asociación Contra el Cáncer.