Huesca

formación

Las academias y escuelas de baile recuperan el ritmo prepandemia

En fase 1 disponen del 100% de aforo, ya han recibido inscripciones y preparan nuevas actividades

Un grupo de niños disfrazados por Halloween en una de sus clases de danza.
Un grupo de niños disfrazados por Halloween en una de sus clases de danza.
Pablo Segura

Las escuelas y academias de baile oscenses se han tenido que ir adaptando con el paso de los meses a las restricciones de la covid-19 en función de la incidencia de los contagios. Tras pasar la comunidad una fase 1 modulada, lo que implica aforos del 100 % y el uso de las pistas en los discobares, están cogiendo un poco de aire, ya que desde mayo estos centros estaban al 75 % de capacidad. Mediante el uso de mascarillas, gel y ventilación, las academias preparan nuevas actividades y ya reciben inscripciones.

En Bailalé, escuela situada en la calle Alcalde José Antonio Llanas Almudévar, han comenzado a recibir llamadas hace cosa de un mes o 15 días. Son conscientes de que están fuertemente ligados a las prioridades de la situación sanitaria. Tanto los adultos como los niños acceden a estas artes como una actividad de ocio, y el hecho de que varíen los aforos “no les ha repercutido demasiado”, ha remarcado Iñaki, director de la escuela. A pesar de ello, los usuarios han respondido muy bien, ha señalado, ya que en algunas clases la demanda de plazas casi se ha recuperado al 100 %, valora. La noción del peligro de la gente ha disminuido, pero en actividades como el baile en pareja, aún sigue latente. Sin embargo, los niños de tres a seis años que practican psicomotricidad tienen las clases completas. “Hemos ido aprendiendo a convivir con la mascarilla y estamos mejorando en la percepción de riesgo”, ha indicado el director.

Beneficio mental y físico

Continúan realizando una labor educativa para hacer entender que bailar conlleva un beneficio con respecto a la salud mental y física, y ellos representan “un entorno seguro”, añade Iñaki. También en Espacio Danza Huesca, academia oscense que cumplirá el próximo mes de noviembre 25 años. En el aula han pasado por el 30, 75 y 100 por ciento de aforo, y “los alumnos han seguido pasando la cuota de inscripción”, valora José Espinosa.

En estos meses, tan solo registraron un positivo en una clase. La ventilación continua, el uso de mascarilla y la separación constante de dos metros “ha funcionado correctamente”, ha aseverado el director. Cada sala consta de unas medidas, la más amplia, 240 metros cuadrados, y puede variar la asistencia desde 14 hasta 30 personas. Las actividades engloban desde danza urbana, clásica y contemporánea a zumba o bailes latinos. Son impartidas por maestros cualificados que lo que hacen es “enseñar bien”, indica Espinosa, “ya que por algo nos consideran la mejor escuela de Huesca”, añade. El puente de la Inmaculada lanzarán el proyecto DancEmber, un intensivo artístico durante cuatro días con escuelas de toda España que les llevará por las localidades de Loarre, Riglos y Murillo para acabar en las Pasarelas de Alquézar.