Huesca

CORONAVIRUS

Exigen más medidas en los colegios ante la séptima ola

Los sindicatos, inquietos por el aumento de casos en los centros en un momento en el que destaca el elevado volumen de contagios de 1 a 14 años

Los sindicatos educativos piden recuperar las medidas del curso pasado para reducir las cifras de contagios en las aulas.
Los sindicatos educativos piden recuperar las medidas del curso pasado para reducir las cifras de contagios en las aulas.
Pablo Segura

La séptima ola de contagios que asola Aragón está pegando con fuerza en la capital oscense y sus efectos se dejan notar en las aulas de los colegios. Sindicatos de enseñanza y familias manifiestan su inquietud e inseguridad ante una curva de positivos que sube jornada a jornada alcanzando una incidencia a 7 días nunca vista hasta ahora en la ciudad y que llega a 967,5 casos por 100.000 habitantes.

Desde el inicio de curso, que comenzó con la presencialidad total en todos los niveles y enseñanza, ya se han cerrado en la provincia de Huesca 31 aulas y actualmente siguen clausuradas 7, según datos de la DGA.

Estas cifras plantean un escenario diferente al que dibujan algunos sindicatos y familias que se refieren a numerosos contagios en las aulas y a unos protocolos “insuficientes” o “imprecisos” para controlar la expansión del virus.

En esta línea, los sindicatos médicos CesmAragón y Fasamet y de Enfermería Satse han denunciado la presión asistencial que sufren los centros de salud, en parte porque Salud Pública ha dejado de encargarse de los casos surgidos en centros escolares, lo que ha sobrecargado a los pediatras, “coincidiendo con una época en la que los cuadros producidos por infecciones víricas son muy frecuentes”.

Así que a la espera de que llegue la vacuna para los menores de 12 años, lo cierto es que el volumen de contagios para la franja de edad de 1 a 14 años ha llegado a alcanzar en los últimos días hasta el 25 % del total de casos notificados por la DGA.

En este contexto, los sindicatos de educación piden que se extremen las medidas anticovid en los centros de enseñanza, que si bien no son el foco de los contagios sí que reflejan la elevada transmisión comunitaria que se registra en la ciudad.

CGT pone de manifiesto que el colectivo docente, como el resto de la sociedad, está “muy preocupado”, como no podía ser de otra manera, por la actual situación. Desde mediados de octubre, detallan desde el sindicato, “estamos viviendo una escalada de contagios y la provincia de Huesca se está viendo afectada de manera significativa. En consecuencia, y según los datos del Portal de Transparencia del Gobierno de Aragón, el Hospital San Jorge está en los mismos niveles de hospitalización que el Hospital Miguel Servet, pero los medios no son los mismos”.

En lo que respecta a la comunidad educativa, continúan, la situación se ve reflejada en el aula, “con medio centenar de clases cerradas en los últimos 10 días”. “La mejor herramienta que tenemos actualmente, como diariamente se nos repite desde las administraciones sanitarias, es la prevención, que en las aulas tiene su correlación en ventilación, lavado de manos frecuente y distancia social. Sin embargo, el frío ha llegado y docentes y discentes intentan impartir y recibir clases ataviados con abrigos, gorros, bufandas y guantes, lejos de la temperatura que sería ideal para desarrollar actividades de índole cognitiva”, plantean.

Consideran además que “si de distancia social es de lo que hablamos, este curso la Administración decidió hacer caso omiso de las recomendaciones sanitarias y reducir la distancia entre el alumnado, así como el no desdoblamiento de grupos, lo que conlleva volver al hacinamiento que sufren nuestras aulas desde tiempos prepandémicos”.

Apuntan que “como CGT ha venido solicitando, instando y exigiendo desde el inicio de esta situación, la Administración educativa tiene la potestad de atajar la misma que aboca al alumnado a pasar jornadas en aulas masificadas, hecho que va en detrimento de su formación, de la situación educativa en general, y que obviamente afecta a la situación epidemiológica”.

Pero para esto, dicen, “la Administración debe comprometerse con la escuela pública y apostar, de una vez por todas, por una educación pública, laica y de calidad, dotando de recursos no solo materiales como epis, que es su obligación como empleador, sino también de recursos personales, como mayor contratación de profesorado que haría posible el desdoble de los grupos y recuperar las distancias en el aula del pasado curso”.

Por su parte, Rubén Ferrer, representante de Educación de CSIF, comenta que los datos de aulas cerradas se reclamaron a la Administración en la última mesa de Educación, “pero no nos los han enviado aún”. Plantea que “la curva de contagios está subiendo y nosotros ya avisamos de que la pandemia no había terminado y que había que seguir con las medidas que se llevaron a cabo el curso pasado. No nos hicieron caso entonces, y ahora las volvemos a solicitar”.

Se refiere así a los desdobles de clases, “porque reducir el número de alumnos en un aula hará que la incidencia baje o que haya menos riesgos de contagios”. CSIF también solicita que se vuelva a poner el horario de jornada continua que se habilitó de manera excepcional en el curso 2020/2021 “para controlar mejor esas entradas y salidas de los colegios en las que puede haber aglomeraciones “.

Sus demandas también hacen alusión a la necesidad de instalar filtros Hepa en las clases para purificar el aire, “son las medidas que pedimos desde que empezó esta pandemia, que durante un tiempo estuvieron activas algunas, otras no, y se vio que eran efectivas como los desdobles”.

Plantea en este sentido que “hay aulas que están masificadas y tener a 28 alumnos en una misma clase hace que nos sintamos un poco más inseguros. Sí que es verdad que en los institutos hay estudiantes ya vacunados, pero hay que recordar que no es obligatoria”.

Desde el sindicato de enseñanza Huste, Alberto Pavón es consciente de que hay un alto índice de población que ya ha recibido la vacuna, “que se está demostrando que es efectiva”. Pero manifiesta que el profesorado está “harto” de decir que hay que tomar medidas anticovid en los centros. “Hay que reducir ratios y poner más profesorado”, comenta Pavón que asegura que “se está demostrando que se debería haber dejado ese cupo covid de docentes que había el curso pasado porque aunque era una medida insuficiente permitía mantener los grupos burbuja”.

Geles, mascarillas y ventilación, son las medidas con las que se comenzó el actual curso escolar, expone, “y está pasando lo que se podía prever sin ser científico y sin tener mucha idea de lo que es una pandemia”.

Además, avanza que Huste quiere pedir a la Administración “que haga un estudio serio para ver si hay relación entre el horario y la incidencia de casos en las escuelas e institutos, ya que no nos quieren proporcionar los datos de covid de cada centro, porque son opacos y no hay forma de que nos los den”.

Para Marta Rapún (CCOO), este año se tendrían que haber mantenido los recursos extra de los centros del año pasado, una petición en la que este sindicato incide de nuevo ante los efectos de la séptima ola. “Como medida extraordinaria, en 2020 se dotó a los centros de una serie de recursos y de personal extra para poder hacer grupos más reducidos y desdobles. Creemos que el resultado fue bastante bueno y este año Educación decidió no mantener los refuerzos, volver a una situación prepandemia”, lamenta.

Desde el Gobierno de Aragón recuerdan que el protocolo sanitario para este curso se guía por la orden enviada a los centros ya en junio, que establece la presencialidad total en todos los niveles y enseñanzas y unas medidas higiénico-sanitarias que probaron su eficacia el año pasado para evitar contagios y que se han mantenido desde el comienzo de curso. Entre ellas, la obligatoriedad del uso de las mascarillas a partir de los 6 años, tanto en interior como en exterior, la ventilación y el uso de gel hidroalcohólico.

Informan de que se siguen creando grupos estables de convivencia (GEC) para Infantil y Primaria que se pueden ampliar a madrugadores o comedor, procurando que no rebasen un mismo curso.