Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

"La hermana pobre a la que los problemas no le dejan de crecer"

Carmelo Pelegrín y Javier Olivera piden más fondos para una Salud Mental "muy precaria"

El 50% de los adolescentes españoles sufren problemas de tipo emocional a causa de la covid-19
Los adolescentes españoles sufren problemas de tipo emocional a causa de la covid-19
S.E.

El duro golpe de la pandemia a la salud mental de adolescentes y niños ha encontrado un aliado en la situación “muy precaria” en la que estaban en España y en Aragón las unidades dedicadas a la salud mental en general y, más en concreto, la dirigida a población infantil y juvenil.

Si España es deficitaria en psiquiatras y psicólogos clínicos, Aragón está en la cola de nuestro país”, sentencia Carmelo Pelegrín, jefe de Salud Mental del sector de Huesca. En la práctica, esto supone que en toda la provincia “solo haya un equipo (psiquiatra, psicólogo y enfermero en cada uno de los dos sectores, Huesca y Barbastro) que tienen 3 meses de lista de espera”.

Pelegrín reclama que, “por lo menos”, se dupliquen estos recursos, teniendo los sectores de Huesca y Barbastro dos equipos cada uno y teniendo en cuenta, además, la dispersión geográfica de la provincia.

Javier Olivera, psiquiatra del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, considera la situación de la salud mental de niños y adolescentes de “doble riesgo” porque “nos ha cogido con una falta previa de recursos” y con la afección a la salud mental causada por la pandemia.

“La inversión en salud mental en España tradicionalmente no ha sido como en la UE, sino de ratios bajas, también en Aragón. Siempre hemos sido la hermana pobre pero los problemas (de salud mental) no dejan de crecer”, apunta Olivera.

Para Pelegrín, el problema no es solo de falta de medios, aun siendo este muy grave, sino que se viene larvando desde hace tiempo, sostiene el jefe de Salud Mental, y la pandemia solo “lo ha puesto más en evidencia”. Se refiere así a la falta de prevención en la que debe estar involucrada toda la sociedad: “No puede ser que niños de 12 años consuman cannabis que impide el normal desarrollo del cerebro”, expone respecto a los riesgos mentales, o “que tengan un móvil sin control parental donde consuman juegos adictivos y/o pornografía, lo que les lleva a una práctica inadecuada de la sexualidad y posteriores sentimientos de frustración y vacío crónico”.

Pelegrín es tajante con el móvil y afirma que debería prohibirse su uso entre niños si no hay control parental y también entre adolescentes vulnerables.

El jefe de Salud Mental de Huesca apuesta por el modelo islandés, definido a grandes rasgos por la presencia de psicólogos clínicos en colegios y centros de salud para evitar tanto padres sobreprotectores como irresponsables, y lograr un punto medio en el que se potencia, entre otros, el esfuerzo y la tolerancia a la frustración, y se sepa decir no a las demandas de los hijos.

Olivera aboga también por “una buena intervención comunitaria” para actuar desde el origen y así evitar ingresos porque el problema se haya agravado.