Huesca

PATRIMONIO

La sede del Ayuntamiento de Huesca, declarada Bien de Interés Cultural

La declaración lleva aparejadas medidas de tutela y la protección de diversos bienes muebles

Ayuntamiento de Huesca
Ayuntamiento de Huesca
D.A.

El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha aprobado este miércoles la declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, de la sede del Ayuntamiento de Huesca. Se incluyen en esta declaración una serie de bienes muebles y las medidas de tutela y delimitación del bien, así como su entorno de protección.

La Ley de Patrimonio Cultural establece la figura de Monumento para aquella construcción u obra producto de la actividad humana, de relevante interés histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, etnográfico, científico o técnico, con inclusión de los muebles, instalaciones y accesorios que expresamente se señalen como parte integrante del mismo.

Así, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte –a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural– considera que esta figura de protección es la que mejor se adapta a los valores de la sede del Ayuntamiento de Huesca como ejemplo de arquitectura civil aragonesa renacentista, que ha sufrido diversas reformas pero que conserva elementos muy singulares como dos alfarjes, el patio y escalera renacentistas, o el espacio barroco correspondiente al Colegio de Santiago.

Asimismo, la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés señala, en su artículo 15, respecto de los Bienes Inmuebles de Interés Cultural, que su declaración comprenderá cuantos elementos puedan considerarse consustanciales a la construcción.

El origen del edificio se remonta a 1451

El Ayuntamiento de Huesca es un conjunto arquitectónico de gran relevancia histórico-artística cuyo origen se remonta al año 1451, cuando se construyeron “las Casas de la Ciudad”, sede del Concejo de la ciudad de Huesca.

Desde el punto de vista histórico-artístico, la sede del consistorio municipal presenta estructura de palacio civil renacentista aragonés, al gusto italianizante. Es un edificio complejo por su propia evolución histórica, ya que se formó en una larga secuencia temporal entre los siglos XV y XXI, fruto de un sincretismo artístico y arquitectónico. El núcleo original, la estructura y la fachada son renacentistas, correspondientes a los siglos XV al XVII. El barroco dejó su impronta en el siglo XVIII, especialmente en el Colegio de Santiago. Tras la Guerra Civil, en 1944, se acometió la reforma del edificio, con proyecto de Regiones Devastadas. Finalmente, entre 1993 y 2002, se amplió el conjunto con nuevas construcciones.

El monumento consta de dos zonas diferenciadas, asemejadas en sus fachadas y comunicadas interiormente: las antiguas Casas de la Ciudad y el Colegio Mayor e Imperial de Santiago.

Las antiguas Casas de la Ciudad, que datan del siglo XV, constituyen la zona más antigua. Se trata de una construcción de planta rectangular y tres plantas de altura, con fachada a la Plaza de la Catedral y a la calle de Santiago, flanqueada por 2 torreones. En la torre de la derecha, en la espadaña, se ubicaba la campana concejil, “Juana Paciencia”, fundida en 1576. A finales del siglo XVI, se le encarga a Miguel Altué la reforma renacentista del edificio, en la que destaca el alero de madera sobre la galería adintelada del último piso. En el siglo XVII una nueva reforma parcial configura el edificio tal como lo conocemos hoy en día.

En el interior del consistorio las dependencias se distribuyen alrededor del patio, cubierto por uno de los dos alfarjes del siglo XV obra del alarife zaragozano, Zalema Xemar. Destaca el antiguo Salón de Plenos, utilizado como tal desde el siglo XVI hasta 2007, y cuyo techo fue pintado por León Abadías en 1872. El patio comunica con los pisos superiores mediante la escalinata monumental renacentista con iconografía. En la planta noble del primer piso se ubica el Salón de Justicia, una de las salas principales del edificio, presidido por el sitial de Justicia, que fue trasladado a esta estancia desde su ubicación original en el patio. Corona la techumbre del salón otro gran alfarje, obra también de Zalema Xemar. En las paredes laterales alberga dos obras historicistas monumentales: el cuadro de “La campana de Huesca” de Casado del Alisal, depósito del Museo del Prado, y la sarga de la Batalla de Alcoraz, obra inicial del pintor Martín Coronas Pueyo.

Otra de las antiguas dependencias es la cocina altoaragonesa, fruto de la reforma de Regiones Devastadas. Destacan también las antiguas dependencias de la Alcaldía: la Sala rosa, decorada con mobiliario isabelino, y el antiguo despacho del alcalde, cuyo suelo se cubre con alfombra de la Real Fábrica de Tapices, y está presidido por un excepcional armario-archivo renacentista de Juan de Berrueta.

Forma parte del núcleo del Ayuntamiento el edificio anexo del antiguo Colegio Imperial y Mayor de Santiago, que fue uno de los Colegios de la Universidad Sertoriana, fundado en 1534 y vigente hasta 1842. Arquitectónicamente es una edificación del siglo XVI, con fachada del siglo XVII.

Destaca en el Colegio la espléndida Capilla barroca presidida por el retablo de Santiago Matamoros, coronado por escudo colegial. También es importante la Escalinata monumental del Colegio, presidida por un escudo del emperador Carlos V y rematado por un águila bicéfala distinguida con la Orden del Toisón de Oro.

Las dependencias del Archivo Municipal, ubicadas en el Colegio de Santiago desde 1986, fueron objeto de sucesivas reformas para adecuarlas a las necesidades funcionales del mismo, manteniendo la estructura del siglo XVIII.

Protección para los bienes muebles

La declaración de Bien de Interés Cultural del inmueble incluye también algunos bienes muebles seleccionados por su valor patrimonial y, especialmente, por su relación con la actividad del edificio consistorial. Se trata de:

• La Tribuna, cadiera o sitial desde el que se impartía justicia, realizada en 1578 por Miguel Altué.

• La campana municipal “Juana Paciencia”, fundida en 1576, que permaneció instalada en la espadaña de la torre entre 1612-2009.

• El arca de insaculación de los Oficios de la ciudad de Huesca, de 1668.

• El armario-archivo consistorial renacentista, de Juan de Berrueta de 1592.

• El planero diseñado para guardar los planos de la ciudad de Huesca encargados desde el Consistorio a Dioniso Casañal en 1891 y la placa de piedra para imprimirlos.

• Las juratorias de plata (1657). Obra de Fermín Garro, con relieve de los evangelios sobre las que se juraban los cargos municipales.

• La mesa de las águilas (1655). Labrada por Cristóbal Pérez. Mueble de madera de estilo renacentista tardío.

Por otra parte, la declaración incluye también una serie de medidas de tutela por las que se establece que, a medida que surja la oportunidad, se practicarán catas, sondeos o prospecciones arqueológicas en el suelo o subsuelo del bien. Asimismo, en el caso de las zonas reformadas (nuevas oficinas, despachos, zonas de paso y acceso o de almacenaje), las actuaciones que se precisen tenderán a documentar y dejar a la vista elementos de interés que hayan podido quedar ocultos en reformas anteriores.