Huesca

efectos de la guerra en ucrania

El mercado de cereal se “rompe” tras el ataque de Rusia a Ucrania

La agroalimentación altoaragonesa, preocupada tras la paralización de las cotizaciones

La incertidumbre por la situación en Ucrania se suma a la sequía.
La incertidumbre por la situación en Ucrania se suma a la sequía.
D.A.

Las cotizaciones del cereal en el mercado se paralizaron tras el ataque de Rusia sobre Ucrania. La suspensión de los precios en la mañana del jueves fue una de las primeras repercusiones del conflicto que llevaba semanas de escalada y alcanzaba su culmen en la madrugada del jueves. Este aura bélica que envuelve el este de Europa no hace más que incrementar la “incertidumbre” de un sector agroalimentario que ya estaba preocupado por la sequía.

La situación de perplejidad tras los primeros ataques sobre Ucrania provocó que se paralizaran las cotizaciones de la materia que más se importa en la provincia de Huesca; según datos del Gobierno de Aragón, el cereal supuso el 13,21 % del total de las importaciones en 2021 en el Alto Aragón, con un valor de 114.773.650 euros.

Respecto a las importaciones a nivel nacional de estas materias, los datos de 2018 facilitados por Asaja arrojaban que el 30 % del maíz, el 17 % del trigo y el 30 % de la torta y aceite de girasol que España compró provenían de Ucrania.

“No se han suspendido las operaciones. Se han suspendido las cotizaciones porque no hay precios debido a que no existe el conocimiento suficiente sobre la situación”, aclaró a este periódico el secretario general de Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe), José Manuel Álvarez, quien manifestó que “el mercado está roto”.

Sobre esta parálisis en las cotizaciones del trigo y del maíz en mercados como el español o el de Chicago -este segundo sirve de referencia a nivel internacional y reanudó las cotizaciones del maíz en la tarde del jueves-, Álvarez comentó que todo dependerá del desarrollo de los acontecimientos en Ucrania, por lo que a día de ayer era “imposible” concretar el fin de la suspensión bursátil. “Es cuestión de esperar y ver si (Rusia) se echa para atrás o sigue en Ucrania”, dijo.

El suministro, “garantizado” por un tiempo

No obstante, el secretario general de Aecco transmitió cierto mensaje de tranquilidad respecto a este tema. “Si esto está así una semana, no pasará nada, el suministro está garantizado para más tiempo. El mercado funciona a través de unas compras que se van sirviendo a lo largo del tiempo. Ahora el mercado está abastecido”, expuso, alertando de que el problema llegaría si el conflicto se extiende en el tiempo: “Si se tiran dos meses con esta situación, llegará un momento en el que el mercado deje de estar abastecido. Depende de la zona de España”.

Hasta este pasado miércoles, la preocupación de Aecco por la sequía todavía eclipsaba el temor por la tensión entre Rusia y Ucrania. “El otro día nadie en el mercado pensaba que la amenaza rusa iba a hacerse realidad. Entonces te tienes que basar en hechos reales para hacer las compras, y hasta este jueves la guerra era algo que estaba en el aire pero que no se concretaba. Sin embargo, la sequía era un hecho cierto”, sostuvo Álvarez.

Por último, si el ‘grifo’ ucranio del cereal cerrara, el secretario general de Accoe advirtió de que, “indudablemente, habría que buscar otros orígenes”. No obstante, incidió en que encontrar nuevos mercados “es difícil a estas alturas de la campaña, cuando están todas las operaciones hechas y cualquier fallo como este (el conflicto bélico) reduce la oferta. Y, a menor oferta, los precios se disparan”.

Asaja: “Un varapalo más para las explotaciones”

Asaja, tanto a nivel nacional como provincial, emitía una nota de prensa en la que mostraba su “preocupación” por las repercusiones del conflicto bélico en el sector agrario español. Según comentaba en el comunicado y más tarde reafirmaba el presidente de esta organización agraria en Huesca, Fernando Luna, las relaciones entre Rusia y Ucrania son “un nuevo varapalo más para las explotaciones agrícolas y ganaderas que se encuentran asfixiadas por unos costes de producción nunca vistos”.

Por ello, desde Asaja se hizo un llamamiento al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “para que se ponga en marcha, de forma urgente, un plan de choque para el sector agrario que le permita salir a flote”.

“Vamos a hablar de economía de guerra. ¿De acuerdo? Y eso significa sálvese quien pueda. Si Estados Unidos o cualquier otro país tiene mercancía, la tendremos que pagar o no nos la venderán. Ya no valdrá el amiguismo, valdrá el yo como y tú comerás si tienes dinero para pagarme”, dijo el presidente de Asaja Huesca.

La “tormenta perfecta” en el sector agroalimentario

La actualidad de la agroalimentación se encuentra en “una tormenta perfecta” debido a toda una serie de preocupaciones que merodean el sector. Según Fernando Cunchillos, técnico de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón (Faca, por su anterior nombre, Federación Aragonesa de Cooperativas Agrarias), el conflicto entre Rusia y Ucrania se suma a “una crisis logística; a una pandemia que ha terminado por ralentizar muchas de las entregas; a una crisis de precios; a una escasez de productos; y a una crisis climática, aunque no sé si llamarle así, pero evidentemente la pluviometría, no solo en España, está recogiendo unas cifras tremendamente bajas”.

“La situación en general es bastante mala o por lo menos defectuosa para lo que estábamos acostumbrados”, aseguró Cunchillos, previendo que “parece que no va a ser una cuestión coyuntural”.

Por otro lado, el técnico de Faca hizo referencia al elevado precio de los cereales. “Tenemos una situación de inicio con precios que en un momento podrían parecer muy atractivos, pero podrían volverse peligrosos. La situación del porcino ahora mismo no es especialmente boyante, al contrario, y si a esto le añadimos un incremento de precios, ojo con los sectores. Podría haber un efecto dominó”, avisó Cunchillos.

Mucha preocupación entre los productores de pienso

“Esto nos preocupa muchísimo y se suma a la preocupación que había por la sequía. Parece que este año van todas las cosas muy cruzadas”, lamentó Manuel Mazana, propietario de la empresa ribagorzana Mazana, con sede en Capella y dedicada a la producción de piensos y de porcino.

Esta empresa altoaragonesa produce 700.000 toneladas de pienso al año y, según el empresario, para su elaboración necesitan alrededor de 100.000 toneladas de cereal importado.

“Actualmente se está perdiendo muchísimo dinero. Como somos tan dependientes de la exportación, que en realidad es una fortaleza, en el momento que la cosa se colapsa un poquitín, cuesta rentabilizar la producción”, comentó Mazana, esperando que en unos meses se equiparen los costes con los ingresos: “Seguramente nos pondremos a costes, pero llevamos unos meses muy muy duros. Y quedan aún dos o tres meses muy duros”.