Huesca

conyuntura económica

La inflación se suma a la crisis de la covid y agudiza la pobreza

Cáritas denuncia el "bloqueo" burocrático de muchas peticiones del IMV

En la foto, contadores de luz. La subida de la energía es otro golpe más tras la crisis de la covid.
En la foto, contadores de luz. La subida de la energía es otro golpe más tras la crisis de la covid.
EUROPA PRESS

El Ingreso Mínimo Vital (IMV) sigue “bloqueado” con una cantidad “muy amplia” de solicitudes que quedan en el limbo hasta que, mucho tiempo después, obtienen respuesta, que puede ser positiva o negativa, relata Jaime Esparrach, secretario general de Cáritas Huesca.

Según los últimos datos disponibles -de diciembre-, hay 2.387 beneficiarios en la provincia correspondientes a 939 resoluciones positivas, pero Esparrach señala que conoce personalmente a familias que cumplen los requisitos para percibir esta ayuda, pero a las que se ha respondido negativamente por una situación “surrealista”, que no es otra que la de fijarse en las condiciones económicas del año anterior y no las actuales. “No les vale que el año pasado tuvieran ingresos si este año no tienen para comer”, afirma el secretario general de Cáritas.

En esta misma línea, un reciente informe de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales señalaba que solo una de cada cuatro solicitudes de IMV es aprobada en España y que solo lo perciben el 46 por ciento de los beneficiarios que preveía el Gobierno al poner en marcha esta ayuda (1.100.000 de 2.300.000 personas).

El mismo estudio indica que solo el 12,1 por ciento de los españoles que vive bajo el umbral de pobreza percibe el IMV (el 14,68 por ciento en Aragón).

El IMV se puso en marcha a raíz de la covid y la situación se ha complicado estos últimos meses debido a la altísima inflación, la guerra de Ucrania y los problemas de abastecimiento.

Esparrach dice que la subida “desproporcionada” está siendo “encajada” por “buena parte” de las familias en situación más delicada gracias a que son beneficiarios de bonos sociales en las tarifas de suministros más que por el IMV.

También relacionadas con el encarecimiento energético están las ayudas de urgencia del Ayuntamiento oscense para luz y gas. En lo que va de año se han registrado una veintena por un valor total de unos 3.200 euros, aunque fuentes municipales apuntaron que hay que tener en cuenta que las facturas son de meses anteriores -y el precio sube mes a mes- o ciertos casos como aquellos en los que se comparte piso.

Esparrach agrega que hay familias en peor situación económica que han optado por “asegurarse lo básico, como la alimentación, la luz o la calefacción, y pedir ayudas para la vivienda, para pagar el alquiler, que también sigue muy alto”.

Aunque el impacto del encarecimiento energético se nota más en las empresas, Esparrach apunta que “al final todo suma (crisis a raíz de la covid e inflación) y la gente es cada vez más pobre”.

El secretario general de Cáritas también recuerda nuevamente los problemas administrativos y de brecha digital para acceder al IMV. La entidad, tanto a nivel nacional con el Ministerio como más local con la Seguridad Social, está buscando soluciones y destaca la voluntad de las Administraciones, pero reitera que la respuesta contra la pobreza “debe ser inmediata y ágil”.

“El IMV es una buena herramienta que permite ofrecer un colchón a las personas en mayor exclusión pero tiene muchos lastres administrativos y cuesta responder a la realidad”, resume.

Y en cuanto al Pacimv, la alternativa de la DGA para quienes no reciben el IMV, explica que se entra “en un bucle” administrativo. porque un requisito es tener denegado el IMV “y a veces ni siquiera” se tiene eso por la tardanza ya mencionada.